Graciela Fabeyro fue cesada a fines de abril como directora de Inicial y Primaria tras una decisión unánime que tomó el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). La exjerarca rompió el silencio con El País tras su apartamiento. La decisión, aseguró Fabeyro, fue “arrogante, injusta e ingrata”, tras casi tres años de gestión. Todo el desenlace le hace pensar que fue “un tema personal o político”. La exdirectora no solo se refirió al proceso de su salida, respondió a los cuestionamientos desde ANEP y se refirió a las virtudes y dificultades de la reforma educativa que se puso en marcha en marzo.
-El Consejo Directivo Central (Codicen) resolvió el 24 de abril su cese como directora de Primaria. ¿La sorprendió esta decisión?
-Me sorprendió porque si bien la resolución salió aprobada por todos, el planteo inicial fue del presidente del Codicen, Robert Silva, y del consejero Juan Gabito. Desde la presidencia de Codicen se consideró que la transformación en Primaria estaba lenta, y que yo como cabeza, cargo unipersonal mandatado por la Ley de Urgente Consideración (LUC), no había tenido la autoridad suficiente sobre la División Educación, más precisamente sobre la inspección técnica, para agilizar, incentivar, para que la transformación fuese en otro ritmo.
-¿Qué piensa al respecto?
-Discrepo porque creo que la transformación en Primaria fue muy respetuosa de la institucionalidad de las distintas funciones, servicios, departamentos, divisiones. Y nunca tomé una decisión sola, siempre en forma consulta con la subdirectora, Olga de Las Heras, y el secretario docente (Eduardo García Teske).
-Dijo que no lo esperaba...
-De algún modo. Fue arrogante porque no se consultó al equipo, en el sentido de que los consejeros políticos se arrogaron esa discrecionalidad, que la tienen. También creo que fue injusta e ingrata porque no se reconoció el gran trabajo hecho durante la pandemia.
-¿Qué cree que ocurrió?
-Si de un equipo de director, subdirector y secretario docente me excluyen solo a mí y el resto del equipo queda funcionando, esto me hace pensar que es un tema o personal o político, porque el Partido Nacional ahora perdió la dirección general de Educación Inicial y Primaria. Es un tema político, que no está en mi esfera ni en mi toma de decisiones, pero hago un análisis de situación.
-Usted planteó en una carta que las “autoridades políticas” del Codicen le solicitaron su alejamiento “a fines de marzo”.
-Lo primero que se me propuso fue lo que el presidente de ANEP llamó un enroque. Fui a buscar el significado y es cuando en el juego de ajedrez se cambia al rey de lugar. El intercambio era con otro organismo que trabaja en Primaria y Codicen, planteándome algunas ventajas.
-Y respondió que no...
-Si hubiese aceptado el enroque o la renuncia, ¿qué imagen daba a las escuelas que estaban esperándome por proyectos? Aprendí que cuando uno asume un compromiso lo tiene que llevar adelante. Así como que el poder es muy tentador y no respeta ni afectos, ni lealtades, como me ha dicho un amigo psicoanalista. Hay afectos y lealtades que evidentemente quedaron por el camino.
-¿Cuál considera que fue el principal detonante para su cese de Primaria?
-No encuentro un detonante. Sé que generó malestar cuando El País publicó una nota que decía que la inspectora técnica, Selva Pérez Stábile, sugería a los maestros que no dejaran chiquilines repetidores. Lo que decimos es esto: hay que buscar todas las estrategias, agotar todos los caminos, antes de definir una repetición.
-¿Ese fue el principal detonante?
-Eso generó cierto malestar, entendiéndose que hubo una superación de mi rol. Creo que ese pudo ser uno, otro no he encontrado a lo largo de todo el análisis. Con Olga y el actual subdirector dialogamos mucho buscando los motivos y si hubo algún emergente puntual. No lo hubo.
-¿Qué ocurrió después?
-No acepté el enroque ni la renuncia y decidí pedirle a Codicen que me cesara, porque eran ellos los que consideraban que no debía seguir. No he visto más a ningún consejero, pero sobre todo con los delegados no tuve ninguna conversación.
-¿Con Juan Gabito tampoco, que pertenece al Partido Nacional igual que usted?
-Con Gabito desde el día que me retiré del Codicen, el 24 de abril, no más. Por eso digo que fue un poco arrogante, injusta e ingrata la decisión. Me atrevo a usar esos términos porque me ha generado sufrimiento y malestar todo este el procedimiento. El derecho está, porque en cargos políticos hoy se está y mañana no.
-¿Cómo fue la conversación que las autoridades del Codicen tuvieron con usted?
-No lo voy a develar pero fue muy brusco, muy improcedente. Si bien se tuvo en cuenta mi currículum, no la persona. En cualquier cargo que uno esté, hay que cuidar a la persona.
-Cuando se conoció su cese, en la ANEP se dijo que Primaria necesitaba “mucho mayor involucramiento y liderazgo”. ¿Le habían marcado algo en cuanto a esto durante su gestión?
-Primaria viene llevando adelante la transformación en muy buena medida, con dificultades que son generales. Creo que en Primaria no se pueden acelerar procesos.
-¿En qué momento comenzaron las diferencias con Silva u otros consejeros?
-Con los demás consejeros a veces en alguna sesión. Plantearon alguna dificultad, por ejemplo, de que no se pagó en tiempo y forma algunas licencias, suplencias o presentismo. En una organización con más de 30.000 funcionarios siempre va a haber alguna dificultad. Esa es mi visión.
-Su retiro fue tras conocerse que en 2022 se llegó al menor registro histórico de repetición (2,83%), tras más de 15 años de baja en las repeticiones. ¿Fue su mayor logro?
-Yo no lo catalogo como mi mayor logro porque también tiene que ver con la tarea de cada docente, de cada funcionario en el contexto. Sí se insistió con inspección técnica y la División Educación muchísimo en el seguimiento y el apoyo. Por ejemplo, había 15.000 horas de tutorías y se ampliaron hasta 21.000.
-De Las Heras hoy es la titular de Primaria, ¿qué opina de su designación?
-Creo que Olga tiene todos los elementos. Tuvo la carrera en Primaria y todos estos años en la gestión. Trabajamos juntas, codo a codo. Hay continuidad en la gestión. Por eso noto que el pedirme el cargo y luego cesarme tiene que ver con algo personal y/o político. De todos modos, como buena ciudadana, republicana, transmito mis mejores augurios y deseos para las actuales autoridades y las futuras.
-¿Cuál es su balance de los casi tres años de gestión?
-Muy, muy positivo. Fueron tres años intensos, de muchísimo aprendizaje, con la gratificación de recorrer escuelas donde nunca se había acercado una autoridad. Esta Rendición, que da cuenta de mi ejercicio último, muestra ese balance excelente.
-Usted es militante de la lista 40 del Partido Nacional. ¿Su futuro es político? ¿Le gustaría ocupar una banca parlamentaria?
-Lejos de mi está todo eso. Estoy retomando mi actividad privada, dentro de lo que ha sido mi formación y experiencia. Yo soy una militante de a pie. Se verá qué pasa con el tiempo.
-¿Cuál es su opinión sobre la transformación educativa que se empezó a implementar en marzo?
-Tiene algunas fortalezas. Se logró superar la fragmentación que tenía el sistema educativo en Inicial, Primaria y Media Básica. Hoy el plan de Educación Básica Integrada tiene la potencialidad de dar continuidad, porque las unidades curriculares, los contenidos y luego la evaluación, están dentro de un proceso de seguimiento que comienza cuando un alumno ingresa con tres o cuatro años hasta que culmina, en este caso, la educación Media Básica.
-¿Qué debilidades visualiza de esta reforma?
-Toda la transformación iba a empezar en 2020, pero hasta parte de 2022 la pandemia nos absorbió en la gestión. Las debilidades están en lo que marca el contexto, pero también hubo escaso tiempo para preparar, consultar, dialogar, para tener de repente más posibilidades de trabajar con las mesas permanentes de las Asambleas Técnico Docente (ATD). Se avanzó en las propuestas conceptuales, teóricamente. Ahora la implementación también tiene dificultades.
-¿En qué sentido?
-Por los plazos escasos que hay. Por ejemplo, esta ampliación de las vacaciones de julio genera un obstáculo imprevisto. Hubo que recurrir a esto por necesidades sanitarias, pero de algún modo frena todo un proceso que se venía llevando adelante. Además, para pasar del enfoque que tenía el programa de Primaria a uno competencial, los docentes precisan formarse. Primaria tiene buenos antecedentes, pero hay muchas dificultades en apropiarse de un diseño curricular en pocos meses.
-Un elemento que aparece con esta reforma educativa es la eliminación de la repetición en algunos grados. ¿Está de acuerdo?
-No es que no se repita, es que se tiende a generar dispositivos de acompañamiento para tratar que el alumno pueda tener la chance en esos meses de transición de un grado a otro de adquirir los aprendizajes necesarios.
-Se fijó que no se puede repetir en 1°, 3° y 7° grado...
-No es que no se pueda repetir, creo que se flexibiliza la promoción. Lo miro desde la contracara. No es una condición que el alumno tenga que quedar (sin repetir). Además, sí se evalúa en el segundo año. El trabajo por ciclos acompaña la evolución psicosocio-emocional y cognitiva de cada alumno. Esta posibilidad de flexibilizar creo que enriquece el trabajo docente.