El litigio entre la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y las familias menonitas de Florida por no enviar a sus hijos a una escuela local seguirá en la Justicia, tras la definición del máximo organismo educativo de apelar un reciente fallo que le dio la razón a los padres. Esto, a su vez, derivó en una polémica sobre el fallo y su impacto.

Los padres menonitas resolvieron que la educación en casa (homeschooling) que le brindan a sus hijos, con respaldo de otro colegio de Estados Unidos, por fuera del control de ANEP, es suficiente bajo el argumento de que quienes los eduquen deben ser personas de su comunidad.

Primaria, que detectó esta situación en 2023, intentó convencer a los padres de que los envíen a una escuela local; sin embargo, no lo aceptaron. El caso pasó al Codicen, que resolvió en julio pasado iniciar acciones legales, con los votos de todos los consejeros menos el del nacionalista Juan Gabito.

La jueza Noelia María Gutiérrez Aguinaga falló a favor de los padres, tras valorar que, en este caso, “el derecho a la educación no se encuentra vulnerado”, que “se relaciona directamente con dogmas religiosos”. Y nombró el cambio del artículo 7 de la Ley de Educación, con Ley de Urgente Consideración (LUC), que quitó la obligatoriedad de inscribirse en un centro.

Lo cierto es que, como se dijo, ANEP resolvió apelar la decisión con los votos de todos los consejeros menos el de Gabito. Ahora, resta que un tribunal de apelaciones tome cartas en el asunto. Al mismo tiempo, se reflotó un debate sobre homeschooling, en un contexto de baja asistencia escolar.

Pese al impacto que generó este caso en un país donde la escuela pública es un emblema por el rol que ha cumplido históricamente en el desarrollo nacional, lo cierto es que no es la única situación de homeschooling que ANEP resolvió pasar a la Justicia.

Cuando el Codicen evaluaba si pasar el caso de los menonitas de Florida a la Justicia, el consejero electo por los docentes Julián Mazzoni solicitó un informe a ANEP con los casos similares que trató antes la administración, y su estado en los tribunales.

La respuesta de ANEP, a la que accedió El País, contiene las “acciones judiciales por no cumplir con la obligatoriedad de escolarización”, que detalla en qué departamento se registró cada caso, su estado judicial y las observaciones correspondientes.

La administración registró ocho judicializaciones en total, en los departamentos de Colonia, Maldonado, Florida y Treinta y Tres, con resultados diferentes. El último caso que judicializó ANEP fue contra los padres de un estudiante de Carmelo (Colonia) por no llevar a su hijo a la escuela, que recibía educación a distancia de un centro de Estados Unidos. Esta situación, como otras, no se asociaba a motivos religiosos como el caso mencionado de Florida.

Se judicializó otro caso, en Maldonado, que terminó a favor de ANEP cuando “se confirmó en segunda instancia la obligatoriedad de escolarizar a la menor”. Por otro lado, en Florida, no solo ocurrió el caso de los menonitas, antes mencionado, sino otros dos episodios más.

Uno de ellos, de 2022, está “finalizado” y la Justicia terminó “rechazando la postura de ANEP”, tras determinar que “no se encontraron vulneraciones a los derechos del menor”. El segundo juicio en ese departamento, que se inició en 2024, está “en trámite”, y al momento del informe solo “compareció la inspección”.

Mientras que en Treinta y Tres, también se registraron tres casos, que según se dijo estaban “en trámite”, por varios motivos. En uno de los episodios, ANEP detectó que una familia de contexto crítico no enviaba a los hijos a la escuela, y en otro constataron que tres hermanas cursaban en una “escuela internacional”.

El consejero del Codicen Julián Mazzoni dijo a El País que el homeschooling genera “una amplísima posibilidad de privatización”, porque las plataformas online que se utilizan son “privadas y extranjeras”. Pero, además, planteó que esta modalidad “aleja a los niños de la socialización tan necesaria siempre, pero particularmente en esa edad”.

Mazzoni agregó que habían “advertido” en la discusión de la LUC que el cambio del artículo 7 “debilitaba la obligatoriedad”, por lo que entiende que “debería quedar redactado como estaba”.

El ministro de Educación José Carlos Mahía indicó a El País que si bien no han visto este asunto, recordó que el Frente Amplio “rechazó” el cambio por el “mensaje” a la sociedad.

La extitular de ANEP, la colorada Virginia Cáceres, destacó meses atrás que el homeschooling “no está habilitado” en el país. “Hay centros públicos y privados, habilitados o autorizados, y es obligación de los padres enviar a los hijos a alguno de esos centros”, dijo la abogada.

Gabito insistió por esa fecha que los padres menonitas de Florida están amparados por normas nacionales. “No comparto que se equipare a una situación como si los padres se hubieran desentendido y hubieran privado el derecho de educación a los hijos. Se lo están dando a su modo, en uso de una libertad constitucional”, dijo a El País.

Sin embargo, esta modalidad derivó en varios análisis. “No estoy a favor del homeschooling”, dijo el experto educativo Renato Opertti en julio pasado, porque "va contra la propia esencia de lo que ha sido en Uruguay el espíritu colectivo, igualitarista y solidario de la educación".

Juan Pedro Mir, exdirector de Educación, dijo que es un “error grande” y un “retroceso” plantear que los niños “se queden reducidos a la mera influencia de su hogar”. E insistió que “debe actuar la coerción del Estado”. Quien mostró un matiz con el homeschooling fue la exdirectora de Primaria, Graciela Fabeyro. “Es una estrategia a considerar hoy día”, aseguró.

La futura de directora de Primaria, Gabriela Salsamendi, aseguró a El País que el fenómeno del homeschooling “a nivel mundial viene creciendo”, con “mucha oferta”. Esto, explicó, va desde la familia que da educación a sus hijos en el domicilio a la “oferta virtual de cursos para familias que están viajando”.

El homeschooling “está avalado por ley”, en referencia al cambio del artículo 7 de la Ley de Educación a partir de la LUC, que “no obliga a ir a la escuela, sino a recibir escolarización”.

Sin embargo, desde su mirada de maestra e investigadora en educación desde hace varios años, Salsamendi planteó que los niños que no acuden a un centro educativo “se pierden una parte de lo que pasa en las escuelas”.

“Se puede adquirir conocimientos y habilidades, seguramente, en el homescholing, pero en las escuelas suceden vínculos de convivencia, decisiones que pasan por cuestiones que hacen a la educación en ciudadanía que no pasa cuando uno está en su casa”, añadió.