El último informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), que será presentado este viernes, arrojó que UTU y Secundaria no responden en forma adecuada a las demandas de los estudiantes sobre la continuidad educativa e inserción laboral, de acuerdo al análisis de datos de la prueba Aristas Media 2022 y otros indicadores.
"Desde el sistema educativo, el acompañamiento tanto para una exitosa inserción laboral como para dar continuidad al trayecto educativo no terminan de ajustarse a las expectativas de los estudiantes ni parece ofrecerse por igual en todos los subsistemas o contextos socioeconómicos", indicó el reporte "Adolescentes, jóvenes y empleo en la educación media", de 41 páginas, al que accedió El País.
"En particular, en educación secundaria pública se ofrecen menos herramientas en este sentido que en educación técnica, posiblemente bajo el supuesto de que esos adolescentes terminarán el ciclo educativo sin insertarse aún al mundo del trabajo, a diferencia de la educación técnica, que tiene una orientación mucho más marcada hacia el mundo laboral", acotó.
En Aristas Media 2022, el 72,7% de los estudiantes de tercer año de UTU declaró que no trabajaba, este porcentaje escaló a 81% entre los liceales del mismo grado. "Mientras que el 87,9% de los adolescentes pertenecientes a centros de contexto muy favorable no trabaja, solo el 73,7% de los de centros de contexto muy desfavorable no lo hace", graficó el reporte. De los que trabajan, "estudian y residen en el interior, la gran mayoría trabaja con su familia y son varones".
El contraste entre los subsistemas es notorio. Mientras que 83,4% de los centros de UTU tienen espacios específicos donde se brinda orientación vocacional o laboral a los estudiantes, este porcentaje se derrumba a 37,5% en los liceos, informaron los adscriptos en Aristas Media 2022. Esta diferencia entre ambos subsistemas, a favor de UTU, también se observa en la frecuencia de visitas de empresarios, de actividades que involucran a empresas y en las capacitaciones como parte de la propuesta curricular.
Respecto a las consideraciones sobre el mundo del trabajo de la mayoría de los estudiantes de tercero de Educación Media, aquellos de UTU declararon en menor proporción (34,4%) que los de Secundaria (40,4%) que el trabajo es algo "lejano" aún.
Ineed también destacó que un 66% de quienes cursan en UTU (y casi 60% en Secundaria) declaró tener algún tipo de interés por el mercado laboral, ya sea por "conocer más de cerca distintas ocupaciones", porque "piensan empezar a buscar empleo o trabajar próximamente" o "ya lo están haciendo". Además, "algo más del doble de los estudiantes de la enseñanza técnica declara estar trabajando o buscando trabajo", se acotó en el informe.
El estudio puso foco en las expectativas respecto a la situación laboral de los jóvenes de 14 a 21 años, con ciertas puntualizaciones. "Si bien es cierto que el trabajo de adolescentes no es una situación deseable, ya que tiene consecuencias directas sobre el rezago y el abandono escolar, hasta tanto siga sucediendo que determinadas poblaciones deban ingresar al mercado laboral, el sistema educativo debería garantizar la información y la condiciones para que puedan coexistir enseñanza y trabajo", agregó el relevamiento.
El Ineed remarcó, además, que "pensar en el futuro laboral por parte de los adolescentes puede ser una práctica que contribuya a decidir el camino educativo". Por ello, se planteó que el sistema "debería atender a las demandas" de los estudiantes, ofreciendo "cursos de orientación vocacional y laboral" y hasta "prácticas laborales o pasantías", para "incentivar la reflexión sobre dónde y cómo seguir formándose en el futuro".
Al consultar a los directores también en Aristas Media 2022 sobre las consideraciones de los adolescentes sobre el mundo laboral, "nuevamente es más común que el mundo del trabajo no forme parte de las preocupaciones de los estudiantes en Secundaria", se insistió desde el instituto. En tanto, 65% de los estudiantes de Secundaria declararon en la misma prueba que esperan solamente estudiar el año siguiente, en UTU el porcentaje es 44,5%
"Una mayor proporción de adolescentes de contexto más favorable plantea que aún ve al trabajo como algo lejano, declaración que cobra sentido al observar que más del triple de los estudiantes de contexto menos favorable plantea que ya se encuentra trabajando o buscando trabajo", acotó el relevamiento.
A su vez, como se ha visto en otros informes similares nacionales e internacionales, en este informe "se observa una marcada diferencia y una disminución de la oferta de orientación vocacional o laboral a medida que mejora el contexto socioeconómico y cultural del centro, con excepción del contexto muy favorable".
"Sin perder de vista que la gran mayoría de los adolescentes de entre 14 y 17 años son inactivos, sería deseable que desde el sistema se haga un mayor acompañamiento para ayudar a una futura elección educativa y una posible inserción laboral", se concluyó en el informe.
Diferencias en franjas etarias
Considerando la franja de menores de entre 14 y 17 años que asisten a educación media, casi la totalidad (97,8%) no trabaja. Entre los que están empleados y van a clases, en su mayoría son varones (74,3%), que trabajan en promedio 18 horas semanales, "principalmente en el sector agropecuario", en el interior del país, y en un alto porcentaje de manera informalidad (83,9%). Mientras que 41,1% de estos jóvenes del quintil 1 trabaja, lo hace apenas 1,9% en el quintil 5.
Por otro lado, 62,1% del grupo de jóvenes de 18 a 21 años que concurren a educación media no trabaja. Los que están empleados en esa franja, también son en su mayoría varones (59,8%), con una carga laboral de 32 horas semanales, en promedio. A diferencia del grupo antes citado, se registra menos informalidad (37,7%). Mientras que 14,7% de estos jóvenes del quintil 1 trabaja.