Redacción El País
La Directora General de Secundaria, Jennifer Cherro, cuestionó en el programa Arriba Gente (Canal 10) si quitar el concepto "terrorismo de estado" en el nuevo programa de Historia de primer año de Educación Media Superior "realmente le cambia a las familias". "Es algo que tendrá trascendencia, supongo yo, durante el año lectivo, pero ¿le cambia realmente a las familias si un concepto se usa de una manera u otra, o cambian los temas?", afirmó.

Consultada sobre su opinión sobre ese cambio, Cherro evitó pronunciarse y dijo que ahora lo que "le interesa a la gente" es el comienzo de cursos. Sin embargo, sostuvo que "le llama la atención" que un cambio que estaba aprobado hace "meses" esté generando quejas a una semana antes de la clases. "Si había alguna necesidad de cambios los técnicos designados por cada subsistema estaban integrando esas comisiones", agregó.

La Asociación de Profesores de Historia del Uruguay había cuestionado la decisión de quitar el concepto de terrorismo de Estado del programa y suplantarlo por "la suspensión y el avasallamiento de las garantías constitucionales de los ciudadanos". En ese sentido, la asociación señaló en un comunicado que el cambio "no era inocente".

"Repite la decisión que existió en la primera versión del programa de Historia de Noveno Año de Educación Básica Integrada de eliminar ese concepto, que es el usado por la historiografía y las ciencias sociales para describir y analizar las violaciones a los derechos humanos realizadas por las dictaduras que ocurrieron en la segunda mitad del siglo XX en América Latina", explicaron en el comunicado.

Además, la asociación había advertido que en el nuevo programa se introduce un ítem denominado "los movimientos guerrilleros y las violaciones a los derechos humanos". Con respecto a este punto, el comunicado asegura que esa afirmación "carece de fundamentos" ya que desconoce la normativa legal que señala que es el Estado quien puede cometer violaciones a los derechos humanos.

Los profesores plantearon que estos cambios al programa "afectan el abordaje del pasado reciente, alejando los contenidos de los programas de la producción historiográfica nacional e internacional, y que, en última instancia, lesionan la condición laica y científica de la enseñanza de la historia".