La reforma educativa llega al Bachillerato: suman Emprendedurismo y flexibilizan pase de liceo a UTU

El plan prevé una separación de materias entre "comunes", "equivalentes" y "específicas". La iniciativa ya genera resistencia en los sindicatos.

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Robert Silva en la presentación de la reforma educativa para Bachillerato
Robert Silva en la presentación de la reforma educativa para Bachillerato.
Foto: Juan Manuel Ramos

Redacción El País
La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) presentó ayer un documento de más de 100 páginas titulado “Plan de Educación Media Superior 2023”. Se trata del último mojón de la reforma educativa, puesto que allí se expone el proyecto del gobierno para el bachillerato, tanto en liceos como en UTU.

La propuesta, igual que las que se pusieron en práctica para educación Primaria y los primeros tres años de Secundaria, se basa en una educación por competencias “centrada en la conexión entre los aprendizajes y la vida real, teniendo en cuenta el desarrollo del estudiante como individuo en el mundo”.

El proyecto de ANEP incluye algunos cambios de fondo -como una disminución de la cantidad de propuestas para educación media de UTU, pues se bajará de 24 opciones a 12, lo que implica “reagrupar” opciones- y otros más cosméticos, como que cuarto de liceo ya no será cuarto, sino primero de bachillerato. Luego vendrá segundo y después tercero, siendo este el último año antes de estar habilitado para entrar en la universidad.

Otro cambio sustantivo tiene que ver con que los estudiantes podrán hacer el primer año en un subsistema y luego cambiarse a otro sin tener que cursar todo de vuelta. Es decir, alguien puede hacer primero de bachillerato en un liceo y luego hacer segundo en UTU, tras algunos cursos y pruebas “mínimas” de nivelación, confiaron fuentes de la educación a El País antes de la presentación pública del documento.

Una de las motivaciones que llevaron a realizar esto tiene que ver con que se entiende que de esta manera se podrá contener en parte el problema de la deserción. “Alguien antes hacía gastronomía un año y cuando pasaba a hacer mecánica tenía que hacer todo de nuevo, esto cambiará a partir de ahora”, confió la fuente.

El plan prevé una separación de materias entre comunes (que las cursan todos), equivalentes (que pueden ser diferentes pero están enmarcadas dentro de las mismas competencias que se requiere tenga el estudiante) y específicas (una agrupación de unidades curriculares de disciplinas y especialidades propias de cada modalidad).

En primer grado, el espacio común incluye una carga horaria de 12 horas, que se dividen en partes iguales en Matemática, Comunicación (Lengua y Cultura literaria) e Inglés.

Luego, con las equivalentes, el estudiante pasará a elegir si cursar el “trayecto” de Ciencias y Tecnología (con Ciencias de la vida, Física y Robótica y Química), de Ciencias Sociales y Humanidades (Filosofía e Historia) o el Creativo Artístico (Comunicación Visual y Diseño y Prácticas Corporales y Arte).

En cuanto a las específicas, la carga horaria es de dos horas y el estudiante puede -tal como se hace en la universidad- elegir qué materias cursar: Salud y Recreación, Educación y Patrimonio, Territorio Ambiente y Sociedad, Astronomía, Argumentación y Debate o Emprendedurismo.

Muchas de las materias, como se puede ver, son nuevas, o cambian su nombre. Por eso, la ANEP tiene previsto impulsar una serie de capacitaciones para docentes. Por ejemplo, a los profesores de Física se los piensa capacitar en Robótica. Los de Geografía, en tanto, deberán adaptarse para poder dar Territorio y Ambiente.

En cuanto a Emprendedurismo, se tiene previsto hacer un llamado para profesores que hayan cursado Administración de Empresas.

Pese a que se agreguen materias, la ANEP garantiza que no habrá cambios significativos en las cargas horarias de los docentes. Lo que hoy son Matemática, Literatura, Biología, Inglés, Física, Química, Educación Física (que pasa a llamarse Salud y Recreación) y Dibujo mantendrán las mismas horas. Habrá un cambio sí en Filosofía, que pasará de tener cuatro a tres horas, lo que ya ha generado críticas por parte de los sindicatos de docentes. También dejará de cursarse en el último año.

Aunque los alumnos empiezan a tomar decisiones en cuanto a qué cursar a partir del nuevo primer año, se mantiene en el segundo la división en “trayectos de profundización elegibles”. Estos son tres: Ciencias y Tecnología, Ciencias Sociales y Humanidades y Creativo Artístico.

En tercero, en tanto, los estudiantes pasan a optar por una especialización, y las alternativas serán cinco: Ciencias de la Vida, Ciencias y Tecnología. Ciencias Sociales y Humanidades, Creativo Artístico y General.

Aún no está resuelto cómo será el pasaje de grado, algo que se espera tratar en las próximas semanas. Lo que sí establece el documento es que se apunta a que “se combinen diferentes instrumentos y formas de evaluación, como pueden ser avances de informes de los proyectos, carpetas que registren los procesos, presentaciones orales, exposiciones y defensas de los trabajos interdisciplinarios”. Sin embargo, fuentes de ANEP consultadas por El País aclararon que esto no implica descartar las pruebas escritas.

También se sumarán “espacios de orientación”, que pueden ser sobre distintas temáticas -orientación vocación, educación sexual, etc.- por los que los estudiantes deberán pasar en el nuevo primero de bachillerato.

El plan se hizo con la ayuda de un grupo asesor que incluyó al Codicen, UTU, Secundaria, Universidad de la República, UTEC, Ceibal, UTU a nivel terciario, Formación Docente y también las universidades privadas.

Este último capítulo de la reforma comenzará a implementarse ya en el año próximo, pero solo en lo que hoy es cuarto de liceo, es decir en el nuevo primero de bachillerato.

Encuesta

Alumnos pidieron saber emprender

El informe presentado por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), que da cuenta de los cambios que se llevarán adelante a partir de 2024 en el bachillerato, presenta una serie de datos, a partir de una encuesta realizada en 2022, sobre las preocupaciones que han expresado tener los estudiantes.

“En las 46.225 respuestas obtenidas -advierte el escrito-, más del 80% de los estudiantes expresa que la educación les sirve para continuar estudiando o para entrar al mercado laboral. Cuando se les consulta sobre las competencias en que se debería formarlos, los estudiantes priorizan la comunicación, el relacionamiento con otros, la resolución de problemas, el trabajo en equipo y la capacidad de emprender”. Justamente Emprendedurismo es una de las nuevas materias que las autoridades decidieron sumar a la currícula, aunque será opcional.

La ANEP señala, también, que la mayoría de los alumnos habló sobre la necesidad de modificar las formas de evaluación, fortalecer y profundizar los distintos sistemas de acompañamiento a las trayectorias estudiantiles, y aumentar la coordinación entre las asignaturas, en el marco del nuevo plan que trajo la llamada transformación educativa, que implica trabajar en talleres en los que coinciden profesores de distintas materias.

También se encuestó a docentes, dice la ANEP, y en este sentido se advierte que “de las 10.043 respuestas recibidas se puede extraer un interesante contrapunto a las respuestas de los estudiantes. Las competencias más valoradas por los docentes fueron las de relacionamiento con otros, la resolución de problemas y la comunicación, mientras que las valoradas como menos importantes fueron las de creatividad, expresión artística y emprendimiento”.

Además, un 55,9% de los docentes considera que la desmotivación de los estudiantes “constituye uno de los principales desafíos de la educación”.

“Los docentes coinciden con los estudiantes -señala por otro lado la ANEP- en percibir que se deberían cambiar los formatos de evaluación (70,9%) y la relación entre las disciplinas (73,8%), aunque le otorgan más importancia que aquéllos a la necesidad de cambiar metodologías y estrategias didácticas (74%)”.

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