EN CONFLICTO

Hoy lunes, a primera hora de la mañana, el Sindicato de Docentes de Formación en Educación (Sidfe), ocupaba el Instituto de Profesores Artigas (IPA) y el miércoles hará otro tanto en el CERP Sur en Atlántida. La medida es acompañada por diferentes gremios estudiantiles, que también ocupan en conjunto el Instituto de Formación Docente de Pando.

Consultado por el objetivo a cumplirse para cesar las medidas de conflicto, Líber Romero -presidente del Sidfe- dejó en claro que aplazar la reforma para 2024 sería “un paso importante”.

Las medidas de ocupación de docentes y estudiantes fueron tomadas luego de una mesa de negociación, entre los gremios estudiantiles y las autoridades del Consejo de Formación en Educación (CFE), que fue calificada por los primeros como “una farsa”.

Antes de comenzar, la mesa de negociación que se celebró el viernes pasado tenía pocos aires de acercamientos entre las partes.

Al espacio se acercaron los gremios estudiantiles con una movilización hasta las puertas del CFE y luego de ocupar esa mañana el IPA. Las autoridades de este centro, que incluían a su presidente, Víctor Pizzichillo, no tomaron de buena manera la medida y arribaron con una decisión inamovible: la reforma no se detiene.

El foco de los gremios y sindicatos docentes está en este reparo. La propuesta de los estudiantes es generar trabajos colectivos durante todo 2023 y recién en 2024 comenzar a implementar cambios consensuados.

Sin embargo, se consideraron otros temas, incluidos dentro de los siete puntos que acercaron los estudiantes. La discusión se dio en buenos términos, pero según fuentes del gremio “todas tuvieron soluciones que parecían estar tomando el pelo a los estudiantes”.

La solución que otorgaron las autoridades del CFE sobre la demanda de los estudiantes de poder expresarse en los muros de sus centros generó especial molestia. La propuesta fue la “colocación de paneles visibles móviles en el frente de los centros” y generó enojo en los representantes porque en caso de que el centro no cuente con un espacio grande en su frente no es plausible. Tal es el caso de Magisterio o el centro para estudiantes de Educación Social.

Para Pizzichillo, se ofrecieron “más instancias de trabajo en los centros sobre las mallas curriculares y el plan en sí”. Pero el cambio curricular para formación docente “no se detiene, comienza en 2023”.

Según Pizzichillo esto se debe a que el proceso de cambio “es un proceso en construcción hace diez años, no es algo totalmente nuevo”. Según su criterio no se puede perder más tiempo y debe ponerse “negro sobre blanco”.

Además, niega que la mesa de negociación haya sido “una farsa”, en cambio señala que al decidir ocupar “la otra parte no muestra una apertura al intercambio, sino todo lo contrario”.