El candidato frenteamplista Yamandú Orsiparticipó este miércoles en el ciclo “Políticas públicas de educación, ciencia y cultura 2025-2030”, organizado por Unesco y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), que se desarrolló en la sede del Mercosur.
Junto al senador José Carlos Mahía y el docente Gabriel Quirici, parte de su equipo en materia educativa, Orsi insistió con la idea de no hablar de una nueva reforma y en que el rumbo consiste en llegar a un pacto entre todos los actores involucrados en esta área para concretar acuerdos sobre temas puntuales.
“El diagnóstico que hacemos es que ha habido muchas intenciones y muchas reformas que se concretaron a lo largo de los últimos 30, 40 años de la historia del país en el tema educativo, pero muchas veces la forma se come el contenido; o, dicho de otra forma, no somos capaces de valorar los niveles de acuerdo que podemos tener y nos detenemos bastante más en las diferencias. Lo primero es encontrar en qué tres o cuatro cosas el sistema político y la sociedad en su conjunto está de acuerdo”, dijo Orsi en rueda de prensa.
“Yo no sé cuáles son estas cuatro cosas porque hay que encontrarlas”, indicó el candidato opositor sobre los puntos en que buscaría llegar a un consenso. Puso como ejemplo la necesidad de extender el tiempo pedagógico y pensar “cómo y de qué manera podemos ir hacia eso”.
“Lo que yo intento es desechar la idea de que vamos a venir con grandes reformas, y en cambio tomar lo que funciona y potenciarlo en la medida que lleguemos a acuerdos políticos, pero también de los movimientos sindicales, las cámaras empresariales y la sociedad en su conjunto”, resaltó.
“Me detengo en algo hasta demasiado simple. Lo que funciona, hay consenso y está bueno, potenciémoslo; lo que está en duda, veamos. No me gusta dinamitar las cosas, no vengo con esa idea”, dijo Orsi durante la presentación moderada por Renato Opertti, experto en educación, en la que participaron jerarcas de Unesco y OEI, así como los especialistas en la materia como Pablo Cayota, Juan Cristina y Rosario Radakovich.
“Uruguay necesita un pacto educativo que en vez de complejizar, lleve el tema a lo más simple. Universalizar la educación inicial es simple (...) Y a partir de ahí, ir pensando las pinceladas gruesas que nos permitirían elaborar una estrategia de mediano y largo plazo”, indicó el exintendente de Canelones.
“Uruguay tiene un problema importante, que es que una gran proporción de nuestros jóvenes llegan a los 15 años sin manejar los aprendizajes fundamentales”, lo cual “obstruye toda posibilidad que el país pueda desarrollarse en ciencia, en tecnología, en cultura y en educación”, destacó Opertti.
“No podemos tener a la mayoría absoluta de nuestros jóvenes de los sectores más vulnerables sin los conocimientos adecuados en lengua, ciencia y cultura”, lamentó el experto internacional.
Quien ante referentes políticos, remarcó que mirando la evolución de las pruebas PISA, u otras, “Uruguay es un país plano. No mejoramos en los aprendizajes fundamentales. Y ahí creo que tenemos un debe muy importante en el país”.
Por su parte, Mahía reiteró la iniciativa de un “acuerdo nacional político y social por la educación”, que planteó en un debate previo entre referentes de todos los partidos, que se desarrolló en la sede de Aladi semanas atrás.
El senador puso la mira en “focalizar esfuerzos institucionales en Educación Inicial, que no implica solo la ANEP, sino a otras instituciones del Estado”, y que los estudiantes “estén en el aula”, tras detectar en 2023 que los alumnos faltaron en promedio un mes a clases, potenciando el “acompañamiento educativo”.
“Creo que la Universidad de la Educación es un desafío muy importante, que estamos convencidos que tenemos que tener el coraje de transitar”, marcó también Mahía, en referencia al proyecto que naufragó una década atrás por la falta de apoyo político.
“Venimos trabajando en una línea muy interesante de pensar un pacto nacional, porque cuando uno mira la historia puede ver que el Uruguay ha dado grandes pasos en infraestructura, en construcción política, y esto fue a partir de épocas de acuerdo”, dijo Quirici, que puso como ejemplo contar con “liceos de calidad de acá a cinco años para los sectores más vulnerables, en los que los alumnos puedan ir ocho horas".
“Los cambios legales, presupuestales y curriculares son importantes, pero si no cambia y no se transforma lo que sucede de la puerta del aula para adentro, la educación no cambia”, destacó Cayota, quien llamó a trabajar en la “caja negra” del sistem:. “El vínculo pedagógico entre los docentes y los alumnos”, para lo cual se requiere una “recreación” o cambio que, apuntó, no se puede hacer “desde un escritorio”.
Por su parte, Radakovich planteó que el pacto se debería extender a “políticas culturales de Estado”, para que se instalen y “vayan más allá de los gobiernos y sean líneas estratégicas a desarrollar”. Entre las dimensiones que planteó, nombró la articulación entre educación y artes, “en un momento que ha sido bastante regresivo en el bachillerato artístico”.