LA N° 32 SIMÓN BOLIVAR
Se mantendrá así hasta mañana por la asamblea docente y, además, Primaria usará esa instancia en la escuela Simón Bolívar para que los docentes puedan evacuar sus dudas sobre cómo manejar el duelo.
El Consejo de Primaria activó el protocolo de atención para situaciones de duelo ante el caso de los dos niños de ocho y nueve años asesinados por su padre en Montevideo. En ese contexto, la escuela N° 32 Simón Bolívar, a la que asistían los menores, cerró ayer y reabrirá mañana, según expresó en un comunicado la institución.
Como estipula la circular 130 de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la que fuera emitida en 2016, “en caso de fallecimiento de un miembro personal de la escuela y/o niños, esta debe permanecer cerrada el día del sepelio en el turno que corresponda y se colocará en la puerta del establecimiento un aviso conteniendo el motivo de la clausura”.
La escuela N°83 Martín Echegoyen, ubicada en el mismo predio pero abierta en el horario de la tarde, tomó la misma medida.
En simultáneo, se convocó al Programa de Escuelas Disfrutables, de la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (Dgeip), que interviene en casos que alteren la dinámica escolar.
Según fuentes de Primaria, en esta ocasión se dispuso que un psicólogo y un asistente social trabajen con los docentes con el objetivo de ayudarlos a responder las inquietudes que los alumnos puedan tener.
Hoy, además, se realiza en todos los centros educativos la Asamblea Técnico Docente para discutir el documento base de la reforma educativa: el marco curricular. Por eso no hay clases para los escolares; sí hay reunión de maestros.
Además, Primaria utilizará esa instancia en la escuela Simón Bolívar para que los docentes puedan evacuar sus dudas sobre cómo manejar el duelo.
“¿Por qué no están? ¿Van a volver? La premisa es nunca mentir”, señalaron fuentes del Consejo de Primaria consultadas por El País. “Jamás puede decirse que un niño por ahora no va a venir, cuando se sabe que no volverá”. Pero, a la vez, “no es necesario adelantarse a cuestionamientos que a veces los niños no están reclamando”.
Por eso, no existe una intervención igual que otra. Mucho menos en un caso hipermediatizado como este asesinato, en el que es probable que muchos niños se hayan enterado al escucharlo en sus casas, señaló la fuente.
El sociólogo Pablo Hein, en tanto, dijo a El País que “tratar de explicar y comprender este tipo de eventos en un contexto educativo es importante para que los niños entiendan que son hechos aislados que no necesariamente sus padres van a cometer”.
Hein mencionó que muchas veces “no se transitan los procesos de duelo” y eso es una problemática que arrastra nuestra cultura: “Si se naturalizan, pasan desapercibidos”. Las muertes repentinas implican “cierto grado de incoherencia”, añadió el sociólogo.
La directora de la escuela Simón Bolivar, en tanto, envió ayer un audio a las familias de los alumnos en el que expresa el dolor que atraviesa la institución, mientras se buscan “herramientas para recibir el viernes (por el día de mañana) a nuestros niños”.
Y continúa: “Estamos rearmándonos para acompañar, nutriéndonos de todos los aportes que nos llegan de profesionales de la psicología, expertos en el tema, para poder tener y aunar criterios a la hora del abordaje (del tema con los niños)”.
En tanto, la Federación Uruguaya de Magisterio - Trabajadores de Educación Primaria (Fumtep) realizó una declaración en la que manifestó su “profundo dolor” ante este hecho y la “enorme preocupación por esta nueva manifestación de violencia en nuestra sociedad”.
Por su parte, la asociación que agrupa a todas las Organizaciones No Gubernamentales (Anong), expresó en un comunicado difundido ayer su dolor y repudio ante el homicidio de los niños, y manifestó que es “urgente una política pública integral de abordaje a la violencia”.
¿Qué causa un homicidio de esta magnitud?
La noticia sobre el filicidio que ocurrió en el Centro de Montevideo generó conmoción en la opinión pública e inevitablemente surgió la pregunta: ¿Cómo es posible que un padre haga esto?
El psicólogo forense Gustavo Álvarez explicó, en diálogo con El País, cuál sería el perfil homicida de Andrés Barrios (48). A partir de este caso, se refirió a las generalidades eventuales en relación a la psicología criminológica.
Una de las hipótesis que planteó el experto fue que el hombre podría haber experimentado un delirio. Esto se genera porque la persona tiene una estructura de personalidad frágil desde que se constituye su aparato psíquico y ante determinado golpe de estrés o cambios bioquímicos en el cerebro, llega a desapegarse de la realidad compartida. En consecuencia, construye una realidad alterna que lo lleva a actuar en relación a esa realidad.
También, en algunos casos ocurre que a causa de un delirio endógeno o delirio depresivo, la persona razona: “La vida es tan espantosa y tan pesada de sobrellevar que, en un acto de bondad, decido quitarle a mis hijos el suplicio de vivir y luego intento quitarme la vida”, explicó el experto.
Sin embargo, también está la posibilidad de que Barrios presente una psicopatía que llevada a determinados extremos -en este caso el dolor por una separación matrimonial- provoque que el hombre decida dejar una marca en la vida de su pareja de forma permanente.