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Este miércoles el gobierno divulgó el protocolo para la reapertura de los centros de educación infantil privados, que retomarán las clases de manera gradual el 16 de junio.

“El protocolo se diseña teniendo en cuenta las recomendaciones generales del Consejo Coordinador de la Primera Infancia (CCEPI), y las del Ministerio de Salud Pública (MSP) con respecto al retorno presencial de actividades”, indica el documento.

Entre otros, se establece que tanto los alumnos como el personal del centro educativo deberán permanecer en sus hogares en caso de presentar algún síntoma de COVID-19 e informar al respecto.

También se enumeran una serie de medidas de higiene a tener en cuenta, como el lavado de manos, evitar tocarse la cara, cubrirse la nariz y la boca en caso de toser y además se califica de “imprescindible” que el personal use túnica. “Al finalizar la jornada se dejará en un perchero y se rociará con alcohol al 70%, no llevándose a domicilio excepto para el lavado de la misma, siendo importante retirarla en una bolsa cerrada”, indica.

Además, los trabajadores deberán usar tapabocas durante toda la jornada laboral. “Atendiendo a la importancia de la comunicación gestual en los primeros años de vida, así como al valor de la interacción cara a cara para el desarrollo de niñas y niños, si bien, no se recomienda el material PVC, pueden utilizarse las máscaras totales que se arman artesanalmente o las que se compran en ferreterías”, señala el protocolo.

Salvo en los menores de tres años “se recomienda” el uso de tapabocas en los niños en caso de no poder mantener el distanciamiento físico que se sugiere.

El documento apunta: “Si bien la asistencia es voluntaria, y está sujeta a la decisión de las familias, es importante que los niños y las niñas que tienen enfermedades de base (comorbilidades) concurran a los Centros, excepto que el pediatra o médico de familia tratante, considere que es una contraindicación absoluta para la presencialidad”.

“Siempre que sea posible” deberá haber una distancia mínima de dos metros entre una persona y otra.

En materia de higiene del local, se estipula “la presencia de una persona con este rol cada 3 salas” que tenga el centro educativo. “Una vez que los niños y niñas se retiran (cada día o cada turno según corresponda), deben reforzarse las tareas de limpieza en todos los lugares (énfasis en los baños) y materiales, especialmente aquellos que se tocan con frecuencia como pestillos de puertas y de ventanas, puertas, mesas, sillas, colchonetas, grifos, entre otros”, añade.

¿Y qué pasará con los recreos? Cada grupo lo tendrá por separado y deberá haber un intervalo de por lo menos media ahora para realizar tareas de limpieza y desinfección de lugar y los materiales que tenga.

Se recomienda además que el lugar cuente con una alfombra sanitaria a la entrada.

“Se priorizará el uso de carteleras informativas en el CEIP, así como otros mediadores de la comunicación (grupos de WhatsApp, mail, etc), a fin de evitar el uso de materiales como, por ejemplo, el cuaderno viajero para la transmisión de información y mensajes”, indica.

Además, el protocolo recuerda que, como determinó el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) las jornadas no podrán ser de más de cuatro horas.

“Los Centros podrán funcionar en 2 turnos (matutino/vespertino) definidos de lunes a viernes, con un intervalo de al menos 1 hora entre los mismos (sin permanencia de niños y niñas)”, sostiene.

En tanto, se definió que “no se realizarán almuerzos en esta primera etapa de retorno a la presencialidad”. En cambio, “se autorizará, de todos modos, las instancias de meriendas, desayunos o colaciones haciendo énfasis en los aspectos vinculares de estos encuentros extremando medidas de higiene en todo momento”.

Este es el documento completo: