Las inscripciones en la Facultad de Psicología de la Universidad de la República (Udelar) durante este 2025 superaron todos los pronósticos y llegaron a un récord histórico. El salto se tradujo en que 3.742 personas se inscribieron a la Licenciatura en Psicología, un número que supera ampliamente los registros precovid.
Hasta el año en que irrumpió el covid-19, los nuevos inscritos a la carrera bordeaban los 2.300 cada año si se observa la evolución desde 2015, según datos de la carrera a los que accedió El País. Mientras que a partir de 2021 hubo una suba a 2.894 inscritos, en 2022 cayó levemente a 2.798 y en 2023 bajó aún más (2.402). Pero en 2024 esta cifra repuntó (2.823), y este año saltaron a casi 1.000 más interesados en cursar la carrera.
El decano de Psicología, Enrico Irrazábal, dijo a El País que la cantidad de inscriptos en 2025 “es el número más alto de ingresos que ha tenido en la historia la facultad”, creada el 15 de marzo de 1994. “Nos replantea un diálogo con el nuevo gobierno y legisladores”, añadió, sobre todo porque este año se va a votar la Ley de Presupuesto quinquenal. “Tenemos el mismo plantel docente, el mismo local y los mismos funcionarios”, agregó.
“Es un hecho que nos alegra porque significa que numerosas personas eligen a la Udelar y especialmente a nuestra facultad. Del mismo modo configura un gran desafío porque excede las capacidades humanas y físicas factibles de nuestra facultad”, señaló un comunicado de Psicología publicado en su página web, el cual agregó que los inscriptos de este año superaron “todas las proyecciones posibles”.
Esto último también se vio en el último curso introductorio, que se desarrolló del 5 al 7 de marzo, con una duración de tres horas diarias. Pese a ser “obligatorio”, no excluía la posibilidad de inscripciones para el primer semestre. La instancia está “pensada para contribuir a la inserción de cada estudiante que ingresa al ambiente universitario”, resaltó la facultad.
“Hicimos cinco horarios diferentes recibiendo a la nueva generación en el aula magna y estaba lleno total. Estamos hablando de grandes masas de gente y enorme cantidad de calor. Estoy desde 1984 en el ámbito de la Psicología y nunca había experimentado esto”, confesó Irrazábal sobre este curso introductorio, desarrollado entre las 08.00 a 22.00 horas, en días de ola de calor. Si bien la instancia se transmitía por YouTube, esta opción excluía los trabajos en equipo.
La directora de la Licenciatura en Psicología, Graciela Plachot, dijo a El País que la facultad pone a disposición en este curso introductorio de la carrera, de una duración de cuatro años, es un dispositivo “muy importante”, que supone “un equipo de más de 50 docentes y unos 130 estudiantes que trabajan entre pares y con grupos de trabajo bastante personalizados”.
Salud mental
“¿A qué se debe? No sé, tenemos que indagarlo”, respondió en un principio el decano desde 2019, al ser consultado sobre por qué cree que hay más interés ahora en ser psicólogos. “Tengo algo que no se puede sostener como hipótesis, es una conjetura, pero por primera vez vi en una campaña electoral que todos los partidos políticos en su plataforma tuvieran a la salud mental como un punto clave como la seguridad, la educación, o el trabajo”, destacó el psicólogo.
Por su parte, Plachot indicó que “los estudiantes refieren la inquietud, la perspectiva, la expectativa de poder contribuir y colaborar en los problemas que tenemos en salud mental”, como una de las posibles explicaciones de esta suba abrupta vista en 2025. “En esta generación que recibimos hemos visto esa noción clara de la salud mental”, añadió.
La académica puntualizó que detrás de ese interés también puede estar la “aproximación a pensar la salud mental” desde “las definiciones del presupuesto pasado” que obtuvo un plan específico; “los efectos en la pandemia” en esta área, así como las “propuestas partidarias” con “abordajes específicos” de este asunto, que a su vez fue valorado como “importante”.
Desde su punto de vista, esta mayor matrícula “trae una buena noticia”, considerando que “la psicología se posiciona fuertemente como una herramienta para trabajar los problemas que estamos teniendo”, aludiendo a dificultades varias en salud mental, desde el acceso a psicoterapia y consumo de drogas, tranquilizantes, entre otras variables. en un país que registra una de las tasas de suicidios más altas del mundo, pese a la leve disminución de 2023.
Por otro lado, Carolina Moll, secretaria general de la Coordinadora de Psicólogos del Uruguay, indicó a El País que si bien se había visto un incremento durante la pandemia, contar con casi 1.000 inscriptos más “es todo un tema”, que se debe analizar. De todos modos, planteó varios factores que podrían explicar este mayor interés por estudiar psicología ahora.
“Un elemento que está incidiendo es todo lo relacionado con lo que se ha venido hablando del tema de salud mental en diferentes ámbitos, incluso hasta a nivel político”, dijo Moll. Sobre todo de la “necesidad de tener salud mental”, que incluye “ampliar las prestaciones, los cuidados, la asistencia, pero también la prevención y la promoción” en la materia.
Otro aspecto que “incide”, añadió, es que el ingreso a Psicología puede ser con cualquier bachillerato, a diferencia de otras carreras. También apuntó que a partir del Plan 2013 –vigente- “disminuyó un poco la currícula” al cursarse en cuatro años.
Y otro elemento que ponderó Moll es que los aspirantes “han visto desde el principio del siglo XXI que la inserción del psicólogo es mayor” que antes. “Hay sufrientes, hay demanda, hay mucho para hacer”, remarcó.
Hacia los 20.000 alumnos
Si bien la última cifra impacta a nivel de la facultad, Irrazábal puntualizó que hay que “tomar con pinzas” los más de 3.700 interesados, ya que usualmente han visto una caída de un “20%” de los nuevos aspirantes en el primer año.
La desvinculación se registra en todas las universidades, ya sea por motivos personales, dificultad con los cursos o bajo desempeño. Esto, en parte, el decano lo vinculó con que “hay un problema de orientación vocacional”, que hace que muchos jóvenes “salen probando, y en los primeros semestres optan y dejan una de las facultades” a las que se anotaron.
Así ocurra este año una caída como la observada en años anteriores, la matrícula de Psicología no es menor. “En 2024, habían 16.200 alumnos que dan exámenes. Más los nuevos ingresos, vamos en un camino franco a los 20.000 estudiantes”, dijo Irrazábal.
Esta cifra supone un 12 % de la población estudiantil de la universidad, que es de unos 160.000 estudiantes. Búsqueda informó que en la universidad registró un récord de inscripciones y prevé 22.000 alumnos más. Psicología está entre las cinco carreras que más crecieron este año.
Esto implica un desafío extra, no solo de demandar más recursos para la enseñanza, sino locativo, frente a las limitaciones propias de la disciplina. “El encuentro de los cuerpos es fundamental en nuestra formación. Tenés que trabajar con gente. El zoom no te salva”, indicó el decano.
Irrazábal agregó que los aspirantes a psicológos son en su mayoría jóvenes, de entre 17 y 29 años. Sin embargo, en el turno nocturno, se concentra una población de adultos más grandes, que concurren a estudiar al salir de trabajar y tienen hijos a cargo, tal como ocurre en otras facultades.
Tanto el decano como la directora de la licenciatura coincidieron de que hacen falta más psicólogos en Uruguay. “Se necesitan muchos psicólogos”, dijo Irrazábal, quien destacó que trabajan en áreas que antes no. “Ahora es difícil que un cuadro de fútbol que paga mal no tenga algún psicólogo”, graficó.
Moll, en tanto, indicó que “hay muchos psicólogos sin trabajar” como tales. Sin embargo, planteó que “tiene que haber psicólogos” en las emergencias de los hospitales públicos y privados. “Hay urgencias de gente que no requieren una pastillita, sino una escucha u orientación”, destacó la psicóloga.