La decisión de Óscar Yáñez de renunciar al cargo de subdirector de Secundaria sorprendió a todos en la sesión de ayer del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

En la tarde de ayer, durante una sesión que comenzó en la mañana, se estaba tratando una licitación de ANEP cuando los consejeros comenzaron a recibir mensajes de la prensa consultando sobre si Yáñez daba un paso al costado, tal como informó El País.

Para ese momento de la tarde, Yáñez ya había comunicado por mensaje al titular de ANEP, Robert Silva, y a la directora de Secundaria, Jenifer Cherro -presente en la sesión- que había presentado su carta de renuncia en Secundaria. Pero los consejeros Julián Mazzoni y Daysi Iglesias no se enteraron hasta que comenzaron las consultas periodísticas y Silva entonces transmitió la información.

Esto generó sorpresa y la sesión se levantó. Silva acordó que se iba a comunicar con Yáñez y que hoy, a las 20.00 horas, se va a retomar la sesión, donde pondrá en conocimiento de la cúpula del Codicen lo conversado con el subdirector y se definirán los pasos a dar.

Allegados a Silva señalaron a El País que la renuncia de Yáñez es indeclinable y que, por tanto, no volverá a Secundaria. También confirmaron que no se está pensando en cesar del cargo a Cherro por las acusaciones que hizo el subdirector en la misiva.

No está definido quién relevará a Yáñez, y no necesariamente se respetaría la cuota política, que hasta ahora es del Partido Nacional. Otras fuentes acotaron a El País que la sorpresa por este portazo de Yáñez se debe también a que solo se conocían “roces” entre el uno y dos de UTU (Juan Pereyra y Laura Otamendi).

El subdirector renunciante narró en su carta al titular de ANEP -quien se retirará en octubre del cargo- que desde hacía un mes mantenía diferencias con Cherro, y que estas se acentuaron en la última semana.

En la misiva, a la que accedió ayer El País, Yáñez manifestó que dejaba su cargo debido a “actitudes” de Cherro -que no especificó-, por “la falta de información fluida” y por una serie de “omisiones”, situaciones que se vieron “incrementadas durante las últimas semanas” y que no “favorecía” su permanencia en el cargo.

“Sé que la Dirección General de Educación Secundaria es un órgano unipersonal, por lo que no estuve ni estoy dispuesto a exigirle absolutamente nada que esté fuera de la ley”, puntualizó Yáñez.

“No obstante, si estamos promoviendo un cambio educativo que implica un trabajo colaborativo, la parcialidad de datos, así como el hermetismo en el entorno de alguna Dirección de Gestión, me deja en una situación comprometida”, apuntó.

En los diferentes eventos públicos participaban ambos, incluso en reuniones que mantuvieron los dos con El País, Cherro resaltaba que estaban juntos porque la gestión en Secundaria era de “un equipo”.

Yáñez agregó que durante su desempeño en el cargo se vio obligado a acceder a información “por página web o por funcionarios que casualmente” le comunicaban “determinadas acciones o resoluciones”. A la salida de la sesión del Codicen, Cherro fue consultada por El País y se limitó a declarar que estaba “totalmente sorprendida”, con la decisión de su compañero.

Yáñez, por su parte, prefirió no dar mayores detalles de su renuncia y descartó que estuviera relacionada a una presión sobre la definición del sumario contra el director del Liceo 35 (IAVA), que estaba en sus manos desde agosto, tal como informó La Diaria. “Eso no tiene absolutamente nada que ver”, remarcó.

También negó que su renuncia se debiera a discrepancias con la reforma educativa, que abarca varios grados de Secundaria: “Estoy convencido del desarrollo del paradigma de las competencias”, la base en que se cimenta la llamada Transformación Educativa.