Por Agustín Magallanes
Cuatro de cada diez alumnos no lograron completar el liceo en 2022, según cifras preliminares a las que accedió El País a través de fuentes de Secundaria. La repetición se mantuvo en el 41%. Hubo un aumento mínimo en el egreso, de unas décimas.
Se estima que en semanas estará disponible el Monitor Educativo, que incluye los datos pormenorizados a nivel país, con información de cada una de las instituciones. Los datos que se presenten en esta oportunidad serán los últimos antes de que se pusiera en práctica la llamada Transformación Educativa, que entró en vigencia en varios grados a partir del pasado mes de marzo.
El porcentaje de estudiantes inscriptos que cursaron sexto y egresaron a nivel nacional fue variable en los últimos años, según los datos oficiales. En 2016, menos de la mitad, el 47,6%, consiguió pasar de grado. En 2017 la cifra subió a 49,6%. En 2018 pasó a ser de 50,6% y en 2019 a 50,4%.
En el año que irrumpió la pandemia por el covid-19, en 2020, el egreso de Secundaria tuvo el mayor salto en el último quinquenio: subió a 57%, casi siete puntos porcentuales más. Hay que tener en cuenta la flexibilidad que existió debido a la emergencia sanitaria y a la falta de presencialidad en los centros. Este porcentaje de crecimiento, en tanto, no se mantuvo en los años siguientes.
En 2021 -última cifra cerrada disponible en el Monitor Educativo- hubo una suba de casi dos puntos porcentuales (58,7%) en los egresados, equivalentes a unos 12.000 estudiantes. Ya con la vuelta a la normalidad, en 2022, los datos se han mostrado casi incambiados.
Iguales
A pesar del salto en este último tiempo, las cifras preliminares indican que el año pasado el crecimiento fue de menor magnitud, de apenas “unas décimas”, según dijeron las fuentes.
Los datos sobre el año lectivo 2021 fueron presentados públicamente en setiembre del año pasado. La orientación Físico-Matemático fue la que tuvo mayor porcentaje de egresados (67,5%) y la opción Arte y Expresión la que menos (53,9%). Para saber cuál fue la situación en 2022, aún restan varios números por procesar.
Jenifer Cherro, directora de Secundaria, dijo a El País a comienzos de abril que “el gran problema nuestro” es el egreso en bachillerato.
“Vamos mejor”, remarcó otra alta autoridad que prefirió no ser identificada en este artículo, pese a que las cifras no mostrarán un gran aumento en los egresos. Asimismo, puntualizó que no hay un “estancamiento”, porque hay un incremento de “unas décimas”.
“Tenemos una diferencia (a favor) de décimas. Lo que importa es que no bajamos a pesar de la alta conflictividad y de dos meses enteros en que no hubo presencialidad plena”, puntualizó la fuente de Secundaria.
Protestas
Los alumnos perdieron el año pasado entre 26 días y 36 días de clase por paros y huelgas estudiantiles. Los más afectados fueron los que cursan en Montevideo, ya que la Asociación de Docentes de Secundaria (ADES) -la pata de la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes) en la capital- es la que más medidas de fuerza suele poner en práctica.
Fue tal la magnitud de las medidas que las autoridades reconocieron en noviembre que eran demasiados días para recuperarlos y que “la cantidad” significaba “un escándalo”. El País informó en diciembre que en los liceos uruguayos hubo dos meses menos de clase que en países desarrollados.
Las medidas impulsadas por los sindicatos de la educación tuvieron un objetivo claro: la resistencia a la reforma educativa que impulsó el gobierno, y especialmente el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, que se comenzó a implementar hace un mes hasta 9° grado, lo que antes era tercero de liceo y UTU.
Las protestas también tuvieron que ver con reclamos de más presupuesto para la educación en el marco de la Rendición de Cuentas. Se estima este año dicha reivindicación se agudizará durante la negociación de la Rendición de Cuentas por ser el año previo al electoral, donde suele haber más conflictividad.
Al mismo tiempo hay una firme decisión de las autoridades de activar en 2024 la reforma educativa en Educación Media Superior (bachillerato), lo que se estima que motive aún más protestas.
Por otro lado, desde que irrumpió la pandemia, Secundaria tomó medidas que generaron polémicas. En 2020 se flexibilizó el criterio de promoción en Ciclo Básico, pasando de un límite de hasta tres materias pendientes a seis. En 2021 -el segundo año de la pandemia- se definió que fueran hasta cuatro, lo que se mantuvo el año pasado.
Para el caso de bachillerato, se resolvió que existieran dos períodos de examen más, en marzo y abril. También en el último tramo, la nota de exoneración de las materias pasó del 7 en quinto y 8 en sexto, a 6 en ambos casos. Desde Secundaria respaldaron esta medida señalando que si un alumno de sexto culmina con una nota de 7 y se va a examen, puede exonerar con 5, por lo que valoraron que no tenía sentido mantener dichas calificaciones mínimas.