PRIORIDAD PARA LA COALICIÓN

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La transformación educativa que lleva adelante el gobierno generó cambios que ya comenzaron con la LUC, mientras que otros todavía están en proceso. La reforma en cuestión, que lideran la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y el Ministerio de Educación (MEC), enfrenta las críticas de sindicatos de docentes y busca romper con fórmulas que el Frente Amplio impulsó en sus gobiernos.

El gobierno busca abandonar la forma de educación en contenidos y pasar a una centrada en competencias. Esta propuesta abarca desde educación inicial hasta el bachillerato y tiene un ejemplo de modelo en las UTU de todo el país. La ANEP marcó 10 competencias generales que se definen como aquellas herramientas que debe tener consigo quien egrese de la educación obligatoria. El dilema está en cómo pasar de estas pautas a cambios concretos y efectivos.

La base del Marco Curricular Nacional hace énfasis en que los futuros programas tienen que permitir una flexibilidad del estudiante para que no se estanque en la carrera. Con esto se busca preparar al alumno con herramientas que le permitan insertarse en sociedad y en el mundo laboral. Está la duda de si se modificarán los criterios de repetición de los estudiantes y además la crítica sobre un posible detrimento en los contenidos y disciplinas.

La LUC generó un cambio en la estructura de los subsistemas de la ANEP, en la medida en que pasaron de estar dirigidos por un Consejo de autoridades a estar regidos por una dirección. Por un lado, esto permite que los directores generales participen en las reuniones del Codicen y generen una continuidad en la visión educativa general de la ANEP. Pero por otro lado se restringe el nivel de autonomía o independencia de la que gozaban los Consejos.

Este punto refiere a que se buscará generar un trabajo conjunto entre los equipos que construyen las mallas curriculares en los interciclos (por ejemplo: entre sexto de escuela y primero de liceo). El objetivo es lograr una continuidad entre los contenidos y enfoques de cada ciclo educativo. Es decir, se busca una línea de articulación entre primaria y secundaria y, a su vez, entre secundaria y la UTU.

La extensión del tiempo pedagógico es una apuesta que se implementa en distintas modalidades. Los centros María Espínola han sido la gran apuesta, con la promesa de culminar con 60 instituciones de este tipo. Además se diseña para estos centros la elección para docentes por tres años. La medida generó cuestionamientos cuando se supo que para trabajar en contraturno se planeaba contratar a ONGs, entre otras instituciones privadas.

Otro de los pilares de la reforma ha sido trabajar para que las instituciones educativas puedan generar una independencia. Esto quiere decir que los centros sean capaces de crear una identidad propia. Hoy en día el actual sistema educativo es considerado uno de los más centralizados del mundo y con esta modificación las instituciones podrían tener espacios para lograr que el plan educativo se adapte a su medida y se le imprima así un sello particular.

Otra de las apuestas de esta administración es dar a los docentes el grado universitario. Es una meta que tiene al MEC como el principal responsable, pero que trabajará al unísono con la ANEP. El objetivo es lograr que tanto los estudiantes que ingresan, como los avanzados y egresados puedan acceder al título a través de una prueba final. Allí se mediarán conocimientos y herramientas y solo en caso de salvarla accederán al título terciario.

Como es prioridad de esta reforma que los docentes se titulen, el MEC otorgará dos becas de US$ 450 para estudiantes de tercer y cuarto año. Los de tercero la recibirán a partir de 2025 y los de cuarto en 2023, buscando que se presenten a la prueba que les otorga el título universitario. La medida responde a cifras negativas en titulaciones, pero despierta dudas de que esto provoque que algunas materias queden con vacantes de docentes.

El objetivo con las elecciones de horas docente es extender la cantidad de años de permanencia de los profesores en las instituciones. La medida se aplica hoy en los centros de tiempo completo, pero apunta a expandirse a todo el sistema en 2023. El mecanismo generaría un mayor sentido de pertenencia de los docentes con una institución, lo cual debería repercutir en un mayor conocimiento de la realidad de los estudiantes y su trayectoria educativa.

La preocupación por el abandono de estudiantes y la baja tasa de egreso llevó a que la ANEP apostara por generar 7.000 horas de tutorías distribuidas entre todos los liceos del país. El cambio pretende generar una red de acompañamiento a los alumnos en su trayectoria educativa y actuar en mejoras de los rendimientos académicos. Tampoco se trata de una medida nueva, pero logra acercarse a estudiantes que deben materias de años anteriores.