"Si fueras presidente, ¿qué propuestas harías para garantizar los derechos a la salud, la educación, el acceso a la justicia, acceso a la cultura, vivienda, hábitat y participación?”, fue la consigna que tuvieron más de 300 niños y adolescentes, de 42 centros educativos, de Montevideo, Canelones, Salto, Flores y San José, que participaron de varios talleres en el marco de la Semana de los Derechos y Adolescencias, del 18 al 20 de noviembre.
La instancia fue organizada por la Plataforma Infancias y Adolescencias (PIAS), una alianza de organizaciones sociales que nació en diciembre 2020 para la “promoción, protección y defensa” de menores de edad, que el miércoles realizó una actividad en Plaza Cagancha donde jóvenes leyeron los mensajes de los estudiantes, varios muy críticos, ante legisladores y autoridades nacionales y departamentales.
Desde proponer que haya “aire acondicionado en los liceos”, pedir que los docentes “no falten tanto a clases”, hasta denunciar que “las balaceras en el barrio dan miedo a morir”, fueron algunas de las consignas que escucharon atentamente los jerarcas involucrados con la gestión educativa y de desarrollo social, entre otros.
Una decena de jóvenes oficiaron de voceros de los 300 participantes. Una de ellas, Noa, planteó que haya “calidad y accesibilidad real” a la salud: “A veces se dice que es accesible, pero no lo es; tenés tres horas de tardanza y hay cosas que hay que pagar mucho”. Además, reclamó por “acceso a la salud mental”, revisar “tiempos de espera”, el “acceso a ambulancias a todos los barrios” y la “prevención” del acoso sexual y las adicciones.
Kiara, en tanto, respecto al derecho al hábitat, ambiente y ciudad, planteó que “no hayan barrios que se inunden o carezcan de luz y agua”; “ayudar a personas y niños en situación de calle”, así como la “construcción de viviendas de calidad con servicios básicos” y “regular los alquileres y frenar especulación inmobiliaria”. Otras de las medidas que dijo fueron “mayor y mejor iluminación” con “energía sustentable”, “crear más espacios públicos verdes”, con “talleres de plantación, y que haya “bebederos con agua potable para gatos y perros callejeros”.
Maite pidió por “ciudades seguras” para los jóvenes, que incluyan “zonas de tránsito exclusivas para niños cerca de escuelas y parques”, así como “educación vial” en los centros. Habló además de “playas para todos”, que implique “poner rampas” de accesibilidad, con “más salvavidas” y “actividades recreativas”. También que haya “transporte gratuito” en verano, con “rampas en todos los bondis”. Poner “aire acondicionado en los liceos”, es otra de las medidas.
Valentina, en tanto, señaló que los docentes enseñen “con juegos” y “no falten tanto a clases”; que se incluyan “programas para combatir el bullying” y hasta la enseñanza del “sistema braille y lenguaje de señas”. También que hayan “más escuelas de tiempo completo” y centros con “más docentes y auxiliares”. “Que todos los centros educativos tengan lo necesario para estudiar y que no sea tanto responsabilidad de los padres”, señaló.
Otras medidas que leyó Valentina de lo trabajado por los 300 alumnos en diferentes talleres es que el transporte sea “accesible y gratis” para que “cualquier niño pueda estudiar”; así como incluir “educación sexual en todos los grados”, la educación en “primeros auxilios”, una “preparación para la vida laboral” y hasta “un espacio para ir a piscina”.
También vinculado con educación, Agustina se refirió a que las familias “entiendan que estudiar es un derecho”, que no los “comparen” con otros alumnos, mientras que los alumnos apunten a alcanzar una “buena comunicación y respeto” y que “no fomenten el bullying”.
“Vemos necesario que hayan espacios de teatro y de ámbitos artísticos creados por niños y niñas y adolescentes, así como también mayores redes y circuitos de información, de actividades que promueven cultura y nuestra participación, ya que no a todos nos llega la misma propuesta”, remarcó, a su turno, Brenda.
"Las balaceras en el barrio nos dan miedo a morir"
“No queremos que haya más asesinatos, allanamientos, armas, drogas, robos e inseguridades. Necesitamos más vigilancia, que haya más cámaras, controlar las armas y las drogas. El contacto permanente con situaciones a muerte cercanas, las balaceras en el barrio nos dan miedo a morir...”, indicó Noa.
“En el espacio digital hay mucho bullying, es común las agresiones en los grupos de Whatsapp. Es despersonalizado, se discrimina la obesidad, las diferencias étnicas, de género, y eso se multiplica y no hay controles o frenos a estas situaciones”, añadió.
En cuanto al derecho al acceso a la Justicia, Tiago planteó que sea “gratuito y bueno”, con “más abogados de oficio”, en procesos “más rápidos y eficaces” y con esperas que “no sean tan largas”, donde se los “tome en cuenta” y se “penalice” a los agresores. En cuanto a los actores del sistema judicial, pidió que estos hablen “de una manera que se pueda entender”, lo mismo que con las leyes.
Por otro lado, Kiara planteó que “no haya reacciones violentas de los padres por situaciones cotidianas”, para tender a “una vida libre de violencias, en familia”. “Tenemos falta de confianza en el mundo adulto y a veces nos da miedo cómo reaccionan”, añadió.
“En los centros educativos hay mucho bullying y poco espacio para hablar y mejorar. Hay mucha discriminación por racismo y machismo”, resaltó Ian. “Los varones obligan a las niñas a hacer cosas que no quieren”, así como hay “discriminación por discapacidad y por ser migrante”. Además planteó que “se necesita más equipos interviniendo, mejor espacio para jugar y hacer deportes. A veces también los adultos se desbordan…”, sostuvo.