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Solo 27% de los estudiantes salvó, al menos, una materia por año en la Universidad de la República

El resto de los estudiantes estuvo al menos un año, o más, sin lograr aprobar nada, lo que se considera “fracaso académico”, o directamente abandonó de la educación superior.

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Facultad de Derecho
Facultad de Derecho.
Foto: Leonardo Mainé

Qué espera laUniversidad de la República (Udelar) de un estudiante que comienza una carrera. El objetivo más modesto es que logre éxitos académicos, los que se consideran alcanzados con la aprobación de, al menos, una materia al año. A esto se le denomina “trayectoria esperada”.

Pues bien, una investigación publicada recientemente sobre el comportamiento académico de una generación entera a lo largo de cinco años demostró que solo el 27% de los estudiantes que ingresaron a cursar una carrera en la Udelar superaron esa modesta meta de aprobar, al menos, una materia durante cinco años consecutivos. Ese porcentaje puede incluir alumnos que lograron recibirse, aunque no es condición indispensable para considerar que lograron alcanzar la “trayectoria esperada”.

El resto de los estudiantes estuvo al menos un año, o más, sin lograr aprobar nada, lo que se considera “fracaso académico”, o directamente abandonó de la educación superior.

El objeto de este estudio de la Facultad de Ciencias Sociales fue la Generación 2015, con una base de datos que abarcó a 15.777 estudiantes. Y el seguimiento fue durante el quinquenio 2015-2019. Los resultados pertenecen a esa generación, pero el comportamiento bien puede extrapolarse a otras generaciones ya que entre unas y otras no hay diferencias objetivas o subjetivas trascendentes durante cortos períodos de tiempo.

El estudio

Los datos surgen de la investigación titulada ¿Querer es poder?, que analiza las trayectorias académicas de la generación 2015 de la Udelar en base al rendimiento académico. El trabajo estuvo a cargo de Santiago Martínez Alonso, con la tutoría del doctor en Sociología Tabaré Fernández Aguerre.

Además de hacer el seguimiento académico durante cinco años, la investigación también analiza incidencias de factores tales como el origen social de los estudiantes y eventos de transición a la adultez; así como otras variables explicativas como el sexo, la edad al ingresar a la educación superior o el servicio en el cual el estudiante cursó en 2015.

Los datos fueron obtenidos de los Formularios Estadísticos de Ingreso (FEI) de los estudiantes en el año 2015; y registros de bedelías de las actividades académicas realizadas por estos mismos estudiantes desde que ingresaron a una carrera de Udelar hasta el año 2019.

En sus conclusiones, Martínez Alonso explica que el hecho de que menos de tres de cada diez estudiantes haya logrado una trayectoria académica esperada “no solo da cuenta de un número bajo de personas que perciben éxito académico ininterrumpido, sino también de cuán dificultoso se puede tornar el cumplir una carrera en tiempo y forma, ya que más del 70% de los estudiantes experimentaron discontinuidades, ya sea en materia de fracaso académico total o ya sea por inactividad académica”.

Este porcentaje del 27% que logra aprobar año a año materias durante un quinquenio consecutivo puede verse de dos maneras dependiendo de dónde se ponga el foco, según el autor. “Si es en lado del estudiante, se puede señalar que este porcentaje es el de aquellos que han persistido durante cinco años en Udelar; si el foco se pone en Udelar, se puede sostener que durante cinco años la institución retuvo “de manera eficiente” menos del 30% de la matrícula inicial.

El Estudio fue dividiendo a los estudiantes en tres grandes grupos: 1) el estudiante aprobaba un curso o examen en ese año; 2) el estudiante no aprobaba nada en ese año; 3) el estudiante abandonaba ese año. Esto fue hecho sucesivamente durante cinco años.

La trayectoria esperada, que es piso de los escenarios más satisfactorios, implica desde lo institucional que el estudiante consigue éxitos académicos mediante la aprobación de materias año a año.

Además

Casi el 50% de los que aprueban actividades durante el primer año, igual abandonan

Cuando el estudio analizó la relación entre las aprobaciones en el primer año y la permanencia del estudiante en el último (2019) “se pudo constatar que las aprobaciones son condición necesaria mas no suficiente para que el estudiante se mantenga en Udelar, ya que casi un 50% de los estudiantes que aprobaron actividades en el primer año abandonaron de todas formas sus estudios”.

Cuando se analizan diversas variables entre los grupos que tienen un rendimiento académico más favorable con relación a quienes abandonan o sufren fracasos, se detectan factores que pueden explicar el fenómeno.

Aquellos estudiantes que provienen de hogares en donde el tipo de ocupación de los padres es no manual-calificada consiguen trayectorias esperadas en mayor proporción que aquellos en donde el tipo de ocupación es manual no calificada.

Aquellos que cursaron su último año de educación secundaria en una institución privada fueron mucho más propensos a obtener trayectorias del tipo esperada en comparación a los que lo cursaron en una institución pública (36,21% frente a un 25,71% respectivamente).

Los que ingresaron con 18 años a alguna carrera de Udelar son más propensos a obtener éxitos académicos que el resto de los estudiantes con extra edad.

Por otra parte, el 29% de los estudiantes que no tenían hijos obtuvieron una trayectoria del tipo esperada, porcentaje que se reduce al 12% cuando son padres.

“Los estudiantes con hijos son los más propensos a experimentar truncamientos en sus trayectorias educativas”, sostiene el estudio. Una de las variables que influyen fuertemente en el fracaso y la inactividad académica, la cual como se mencionó esta última puede considerarse como abandono universitario, es el hecho de que el estudiante se encuentre trabajando y estudiando al mismo tiempo: estas personas ven sus trayectorias truncadas en mayor o menor medida, ya sea por el hecho de que les lleve más años terminar sus estudios, así también como el hecho de que fracasen y abandonen sus estudios universitarios. El porcentaje que consiguió obtener una trayectoria del tipo esperada fue de apenas un 4% para los que ya se encontraban trabajando al momento de ingresar a la carrera en 2015, en comparación a casi el 18% de los que no se encontraban trabajando al momento de ingresar a la carrera.

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