Eduardo Casanova

médico de UCM

Así como el sedentarismo resulta nocivo o distresante, el ejercicio físico tiene, de acuerdo a los primeros conceptos de Selye, un efecto eustresante, saludable. Ello se debe no solo a que se opone al sedentarismo, sino a efectos propios, vinculados a la activación de diversos mecanismos fisiológicos. El ejercicio se opone a la obesidad, no solo por el mecanismo de impedir que las calorías se acumulen en grasa, sino por habilitar un mejor control metabólico.

También desde el punto de vista psicológico se comprobó que la actividad muscular permite controlar mejor los factores de estrés, evitando la depresión y ofreciendo una mayor sensación de bienestar y autodominio.

Inicialmente se había hablado de unas sustancias, las "endorfinas", que eran descargadas al torrente circulatorio debido a la actividad muscular diaria, programada. Con ellas se asociaba la reducción de los niveles de ansiedad, angustia y depresión causadas por el estrés, asociándose también con una mejoría del sueño.

Actualmente se tiende a dejar de lado el concepto de las "endorfinas", sustituyéndolo por el de un mecanismo, puesto en marcha por el ejercicio muscular, que aumentaría las interacciones entre los grandes sistemas del organismo, por ejemplo el cardiovascular con el renal, el sistema respiratorio con el sistema nervioso y el osteomuscular. Este tipo de interacciones "desbloquearían" la situación que tiene lugar en el sedentarismo.

Tanto los efectos biológicos como los psicológicos se vinculan a una mayor concentración cerebral de norepinefrina, segregada por un núcleo cerebral (locus ceruleus), conectado con áreas relacionadas con la respuesta emocional, lo que se observa también, de modo menos fisiológico, en quienes reciben fármacos antidepresivos.

Se comprobó que el ejercicio físico reduce hasta un 15% el colesterol total y un 15% de triglicéridos, aumentando el HDL, (colesterol "bueno" o protector arterial), hasta un 18%.

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José Mazzini 2957

Si se padece patologías cardiovasculares, respiratorias u osteoarticulares, o excesivo sobrepeso, el ejercicio deberá progresar y controlarse por el médico tratante, realizándolo de modo gradual. Al inicio se aconseja realizar ejercicios de estiramiento muscular.

El ejercicio recomendado. II

Concentrarse sucesivamente en piernas, brazos, cuello, espalda, cervical, dorsal, y baja, procurando activar esos músculos de modo suave, reiterado y alternativo. Caminar es el ejercicio más recomendado, aumentando progresivamente hasta los 2 a 3 kms en 30 o 40 minutos.