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SEBASTIÁN AUYANET

Desde la tarde ya preparaban para el nuevo cumpleaños los chivitos en miniatura, los "cordobeses" y otras preparaciones en la cocina que hace 40 años inauguraron los gallegos Manuel Bello y Lucila González.

La pareja había llegado a Montevideo 10 años antes desde su Ourense natal y fueron unos de los tantos que forjaron esa historia de gallegos y almacenes. Sin embargo, ese proyecto no fue del todo bien y el local de Emilio Frugoni y la rambla se convirtió en su última oportunidad, ya casi sin ahorros. "Mis abuelos dormían ahí adentro porque no tenían dónde quedarse", cuenta Diego Pérez, su nieto.

En esos días nació el principal plato que atrae del bar Tinkal, un lugar de comidas típicas de bar -tortillas de papa, martín fierro de postre, los mencionados cordobeses- en el que el chivito común ("creado por Manuel Bello", aclara siempre el nieto), es lo principal de la carta. ¿El secreto? Según Diego, los 120 gramos de lomo de exportación y de cómo se elige lo que acompaña. "No ponemos más que tomate, lechuga, tomate, panceta y muzzarella. Quien viene puede añadirle más cosas, pero preferimos que pruebe el chivito normal".

El aniversario del Tinkal coincide no sólo con el "cambio de mando" que ayer se festejó con un concierto de la banda Cursi, sino también con las refacciones. "El eslogan que estamos usando en este nuevo período es `una nueva etapa, las mismas costumbres`. Apuntamos más a lo que es el confort y la atención. Hemos sacado el olor a chivito, que es una de las cosas que más molestaban. Pero vamos a seguir apuntando al calor del lugar, que está hecho y trabajado en familia".