El cuerpo de Wellington Menezes de Oliveira, responsable de la masacre en la que murieron 12 niños en una escuela de un suburbio de Rio de Janeiro, fue enterrado este viernes por las autoridades, dos semanas después del hecho y que ningún familiar lo reclamara.
La familia de Menezes "no pidió la liberación del cuerpo" tras cumplirse el plazo legal de espera de 15 días para hacerlo, informó el director del Instituto Médico Legal (IML), Sérgio Henrique.
En consecuencia, las autoridades solicitaron a un juez una autorización para enterrarlo este viernes en el cementerio San Francisco Xavier, en la zona porturaria de Rio de Janeiro.
Ningún familiar acompañó la sepultura, que fue hecha en una tumba sin lápida, según informa el diario carioca O Globo.
El servicio se realizó a las esta mañana, al parecer junto a otro grupo de cuerpos no reclamados, la mayoría de los cuales pertenecían a mendigos. El IML aclaró que el cuerpo de Menezes fue reconocido el mismo día del suceso, por lo que su entierro no fue como el de un indigente.
El jueves 7 de abril, Wellington Menezes se suicidó después de entrar a su antigua escuela, Tasso da Silveira, disparando con dos revólveres a los escolares que recién comenzaban su jornada escolar: 12 de ellos murieron y otros 11 resultaron heridos.
El joven de 24 años era adoptado y tenía otros cinco hermanos. Los pocos testimonios recogidos de personas cercanas lo calificaron como una persona sumamente cerrada, sin amigos o relaciones sociales.
Según vecinos, consultados hoy por la prensa local, la casa donde vivía el asesino permanece vacía y sus familiares sólo la visitaron una vez desde el incidente para buscar documentos.
"Nada que sea impuro podrá tocar mi sangre", señaló el asesino en una carta que escribió antes de su muerte, cargada de mensajes religiosos incoherentes, y en la que pidió ser enterrado en un manto blanco en el cementerio de Realengo, al lado de su madre adoptiva, muerta dos años atrás.
El hecho de que Menezes haya escogido su escuela para realizar su ataque llevó a especialistas a considerar la posibilidad de que haya sido víctima de ´bullying´ (humillaciones y asedio moral) por parte de sus compañeros de clase.
En un vídeo divulgado poco después del hecho, Menezes aseguró que su "lucha" es "contra las personas crueles, cobardes, que se aprovechan de la bondad, de la inocencia, de la debilidad de las personas incapaces de defenderse".
La misma semana del hecho, se realizaron los emotivos entierros de los 12 niños fallecidos en medio de la congoja de todo el país.
De la decena de niños heridos, aún tres están hospitalizados.
Una niña de 13 años fue operada este viernes y permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). "Ella permanece en observación en el UCI pediátrica con un cuadro regular que necesita cuidados", informó la secretaría de Salud del Estado de Rio de Janeiro.
Los otros dos niños también siguen en observación aunque presentan un cuadro más estable.
AFP y O Globo
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