Las vacaciones, los horarios en desorden, la necesidad de exhibir la figura, alientan a los uruguayos a cometer numerosos errores que ponen en jaque la buena salud. Entre las costumbres más perjudiciales figura la de hacer ejercicio bajo el sol, hidratarse con cerveza u otras bebidas alcohólicas, intensificar el nivel de ejercicios y comer nada más que ensaladas y frutas durante tres días seguidos. El consumo exagerado de helados y gaseosas también es desaconsejable, aunque con moderación todo está permitido. La nutricionista Rosemarie Blanc explicó qué elegir, de qué privarse, qué moderar, y cuáles hábitos modificar para que el verano sea la estación más saludable.
Hacer ejercicio en horas de mucho calor pensando que la transpiración ayuda a quemar grasas; aprovechar la estación y consumir sólo ensaladas; comer mucho helado y desordenar las horas de las comidas son algunos de los errores que las personas cometen en su dieta de verano.
Actividad sin control. Según la nutricionista Rosemarie Blanc, uno de los errores más comunes es aumentar bruscamente la actividad física. Mucha gente aprovecha el tiempo libre para intensificar el ritmo de ejercicios, andar en bicicleta o salir a correr. "En los gimnasios y clubes se incrementa en forma repentina el número de socios. La mayoría acude por un tema estético: necesita tonificar el cuerpo para ponerse ropa de verano. Pero la mayoría, no consulta a su médico".
Los expertos recomiendan empezar lentamente a practicar ejercicio, porque de otra forma aumenta el riesgo de lesiones.
MUCHAS GASEOSAS. Otro error que cometen las personas durante el verano es el elevado consumo de gaseosas.
"Esta conducta dista mucho de ser ideal, porque las gaseosas aportan demasiada azúcar. Muchos pacientes dicen: "Yo tomo liquido", pero ¿de qué calidad?... como el agua no hay", opina Blanc. "El agua es útil para hidratar la piel, pero también ayuda al correcto trabajo de los riñones. Las bebidas azucaradas sobrecargan la función del riñón".
DEMASIADO HELADOS. En verano, los uruguayos exageramos el consumo de helados. "Nada es totalmente malo, cuando se toma con moderación", dijo Blanc.
El problema de los helados es que contienen demasiada grasa, incluso los dietéticos. No llevan azúcar porque están endulzados con edulcorante, pero igual tienen grasa, razón por la cual aportan muchas calorías.
"Los ideales son los helados con base de agua y edulcorante, las líneas dietéticas de Conaprole, los palitos que sólo contienen fruta, agua y edulcorante".
LAS ENSALADAS. Otra de las prácticas que se ensaya en el verano es el abandono del consumo de proteínas por dietas de muy bajas calorías o comidas en las que sólo incluyen vegetales.
"Es cierto que estas comidas hidratan, proporcionan vitaminas y producen una sensación de saciedad, pero, a la larga, pasan la cuenta. Lo aconsejable es complementarlas con fuentes de proteínas como pescado, carnes o pollo, fundamentales para tener energía y otras funciones metabólicas".
Aunque la recomendación para una mujer promedio de 60 kilos es que consuma 60 gramos de proteínas diariamente (0,8 gramos por kilo para no tener un déficit), en esta temporada hay mujeres que recurren a dietas que no sobrepasan los 30 gramos diarios.
"Se verifican enormes transgresiones en la dieta como comer sólo fruta y verdura durante tres días, sobre todo entre las mujeres jóvenes. Están las dietas con un solo elemento, como la dieta de la sandía, o del melón, que terminan provocando un déficit nutricional", opinó Rosemarie.
Con los horarios más relajados, es frecuente que las personas abandonen alguna de las comidas del día. Esto es contraproducente porque luego viene apetito muy difícil de controlar que lleva en la siguiente comida a ingerir porciones más allá de las necesidades del organismo. También se dan muchos desayunos rápidos, "picoteos" a deshora, snacks por la noche y muchas veces la comida más potente del día, se hace antes de dormir.
Deporte a pleno sol
Hacer ejercicio en horarios de alta exposición solar es uno de los errores más frecuentes. Más allá de los problemas dermatológicos que acarrea la sobrexposición al sol, la costumbre de hacer actividad física al mediodía o en las primeras horas de la tarde también aumenta los problemas de deshidratación y cansancio. Mucha gente hace ejercicio bajo el sol porque piensa que al transpirar más está quemando grasa, y en realidad sólo están perdiendo líquido. El ejercicio debería hacerse en verano antes de las diez de la mañana a más tardar, y después de las siete u ocho de la noche.