MONTEVIDEO - Un estudio en hospitales de más de 15 países de América Latina y el Caribe mostró que en la región sigue vigente la costumbre de recomendar que los recién nacidos duerman boca abajo, que según diversas investigaciones es causa de la muerte súbita.

El Centro Latinoamericano de Perinatología y Desarrollo Humano (CLAP), entidad con sede en Montevideo y que depende de la Organización Panamericana de la Salud, informó que en la región todavía no fue adoptada la decisión de hacer dormir a los bebés boca arriba, como sí se hizo en las naciones más desarrolladas después de una serie de investigaciones que así lo recomendaron.

El CLAP sostuvo que la razón de la extensión de la costumbre de hacer dormir a los niños recién nacidos boca abajo sigue siendo "un gran misterio", pero empezó a ser revertida en los países más ricos después de que investigaciones muy complejas atribuyeron a esa práctica las muertes "sin causa aparente", que llegaban a 5 cada mil nacimientos.

A principios de los 90, dijo el informe difundido en Montevideo, se lanzaron campañas para poner a dormir a los niños en posición supina, acostados de espalda.

Así, a comienzos de 1990, la Academia de Pediatría estadounidense lanzó la campaña "Bebés boca arriba", a partir de la cual la incidencia de muerte súbita bajó más de 40 por ciento, agregó el informe.

La situación es completamente distinta en América Latina y el Caribe, según un estudio realizado por el CLAP en hospitales de Antigua y Barbuda, Argentina, Barbados, Bahamas, Brasil, El Salvador, Guatemala, Guyana, Jamaica, México, República Dominicana, San Vicente y Las Granadinas, Santa Lucía, St. Kitts, Trinidad y Tobago y Uruguay.

Esa investigación mostró que en los 213 hospitales consultados la postura más practicada y aconsejada a las mamás es poner al bebé de costado, que según el CLAP "no debe ser recomendada, porque aumenta el riesgo de muerte súbita del lactante debido a que tiene más probabilidades de rotar hacia abajo".

De ese total de establecimientos que respondieron a la consulta, en 18 se acostaba a los niños boca abajo (8,5 por ciento), 104 de costado (48,8), 53 boca arriba (25,2) y en 37 no se adoptaba una posición definida o las respuestas fueron inconsistentes (17,5 por ciento).

Durante el relevamiento también se determinó que sólo 15 por ciento de los hospitales "brinda información escrita a la hora del alta sobre cuál es la correcta posición para acostar a los niños".

Los autores del estudio hicieron notar que "las recomendaciones dadas en el hospital tienen una gran influencia sobre la posición que los padres adoptarán para acostar a sus hijos en el hogar", por lo que requirieron que adopten "una conducta uniforme y explícita de acostar a los recién nacidos boca arriba y recomendar esa práctica a los padres".

La entidad advirtió que el temor a que el niño dormido boca arriba pueda tragar un vómito y morir asfixiado es infundado, pues esa situación "es una causa muy rara de muerte y nunca fue descrita como origen del síndrome de muerte súbita".

ANSA