Cuantos menos riesgos y molestias tenga el donante, más fácil será que se decida a aportar un órgano. Esa es la premisa de la última técnica que presentó en España un equipo del hospital Clínic de Barcelona: la extracción de riñones para trasplante por medio de una técnica que combina la cirugía mínimamente invasiva y el uso de orificios naturales (en este caso, ombligo y vagina). En el ensayo, que publica la revista European Urology, participaron 30 mujeres y cuatro hombres. El director de la Organización Nacional de Trasplantes de España, Rafael Matesanz, espera que puedan expandirlo a otros centros. La novedad del ensayo, del que solo se hizo uno antes, según Matesanz, es que los riñones así extraídos son válidos para ser trasplantados. EL PAÍS DE MADRID