Frente a los preocupantes niveles de anemia que se han detectado en los niños uruguayos de menores recursos, el Ministerio de Salud Pública (MSP) lanzó ayer un plan para intentar atenuar ese problema. Una de las medidas más importantes es que en el primer trimestre del año próximo la leche entera común deberá estar fortificada con hierro.
El disparador de las medidas fue una cifra impactante: el 54% de los niños de 6 a 24 meses pobres de Montevideo poseen anemia, es decir carencias importantes de hierro en sangre. Se trata de un déficit que repercute nada menos que en el desarrollo intelectual de los niños. La encuesta se basó en un muestreo de 444 niños que concurren a control pediátrico en seis policlínicas zonales. El informe fue presentado ayer en la Comisión de Salud del Senado.
A partir del diagnóstico, el MSP, en una fase inmediata, se ha propuesto fortalecer el seguimiento de embarazadas y niños, además de impulsar un uso más eficaz de los suplementos con hierro. El director general de Salud, Jorge Basso, resaltó que los altos niveles de anemia pueden explicarse en distorsiones en el cumplimiento de la periodicidad de los controles pediátricos, dificultades en la administración de los medicamentos en base a hierro por parte de los padres o en el acceso a los medicamentos. "Hay que pensar que se trata de suplementos en jarabe o gotas que tienen que suministrarse diariamente", marcó.
En una segunda fase, en el primer trimestre de 2006, las autoridades tienen previsto impulsar la fortificación obligatoria de la leche y las harinas. Habrá un énfasis en la leche entera común, en virtud de que se trata de niños muy pequeños que no consumen muchos alimentos en base a harina. El MSP ya está manteniendo reuniones con los industriales. La transición no sería compleja en el caso de las empresas más grandes, que ya tienen productos, pero podría ser más trabajosa para las más chicas.
ALIMENTACION. Por último, el MSP, en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social, lanzará un plan dietético nacional que buscará promover hábitos de consumo de alimentos variados y balanceados, sobre todo con más presencia de carnes y vegetales. Precisamente, una de las hipótesis del trabajo —realizado por el MSP, Unicef y la Sociedad de Pediatría del Uruguay— es que el escaso acceso a la carne de los hogares más pobres está detrás del problema.
Este programa también buscará "educar" a la población en cuanto al consumo de una dieta más equilibrada, ya que los niños de los sectores más vulnerables, al igual que los de estratos con mayores recursos, suelen utilizar sus recursos para alimentos de escaso valor nutricional.
Basso dijo que "con muy escasas cantidades de carne", se puede complementar una papilla de vegetales. Por el momento, no está pensado entregar ese alimento de forma gratuita.
"Pero además pensamos extender el estudio, porque si surgieron estos niveles en familias que llevan a sus hijos a los controles, pensamos que en la población que no tiene ninguna cobertura, el problema puede ser peor", admitió el director. En este sentido, las autoridades planean examinar a los niños de las familias beneficiarias del Panes. También el monitoreo se extendería a otras zonas del interior.
"Este trabajo da cuenta de que la pobreza de verdad tiene cara de niño y que ha dejado en los uruguayos muchos trastornos y muchas dificultades", remarcó a la salida de su encuentro con parlamentarios la ministra María Julia Muñoz.
La anemia en los niños interfiere en el desarrollo mental y motor, ya que puede generar alteraciones en el lenguaje, comportamiento, falta de atención, disminución de la actividad física y alteraciones metabólicas diversas. Es una causa además de una baja en el rendimiento escolar.