Estuvo en un depósito del Museo Histórico durante 115 años; el pueblo la pidió prestada y no la devolvió.
Después de varios años de peripecias, la localidad de Fraile Muerto pudo recuperar definitivamente la histórica lápida mortuoria del capellán Fray José Díaz —el "fraile muerto" que le da nombre a la ciudad y al arroyo del departamento de Cerro Largo.
Se trata de una valiosa piedra con una inscripción labrada a mano, la cual constituye una de las primeras manifestaciones de sepulturas cristianas señaladas de Sudamérica.
Fue recuperada en el correr de 2008, después de haber estado 140 años en la tumba y 115 en el depósito del Museo Histórico Nacional en Montevideo.
Integrantes de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación sólo la cedieron para los festejos de los 100 años de Fraile Muerto, con la condición que fuera devuelta, pero el pueblo se hizo fuerte y no la entregó, hasta que hace pocas semanas, después de 8 años, fue destinada definitivamente al pueblo.
Restos.
José Díaz murió en 1753, cuando marchaba con un destacamento español por la orilla de un arroyo que hoy se llama Fraile Muerto, en honor a este religioso de la Orden de Paula de Portugal. Sobre la margen derecha del cauce, en medio de una arboleda, descansan todavía sus restos señalados tan sólo por una gran cruz de hierro.
Al morir, se había colocado allí una enorme piedra tallada con una inscripción en castellano arcaico que reza así:
1753 M. AQUI JASOP JOSE DIAS C.P.E. CAQPDD PAL (1753 Marzo. Aquí yace el padre José Díaz, confesor perteneciente a la Orden de Paula de Portugal).
Esa lápida es considerada la más antigua de un religioso que se conserva en estas tierras; pero en 1893, inexplicablemente, fue trasladada a Montevideo, donde permaneció como pieza de museo por más de cien años.
Los vecinos y ciudadanos oriundos Fraile Muerto pero que residían en Montevideo por entonces, la recuperaron en calidad de préstamo para los festejos del centenario de la ciudad de Cerro Largo, y nunca más fue devuelta al considerarla como una propiedad de este territorio, y no de un museo. En la actualidad, se la puede ver a la entrada de la iglesia de la ciudad, exhibida sobre un pedestal y con una protección de vidrio.
Recuperación.
No fue fácil. Los diputados por Cerro Largo en aquellos años, Gustavo Silveira (PC) y Sergio Botana (PN), y algunos ediles, entre ellos Tania González, manejaban la información sobre la ubicación de la piedra histórica. De acuerdo a la edil González, estaba prácticamente tirada en un depósito del museo en la Ciudad Vieja.
Al enviar la nota de petición, firmada por la población de Fraile Muerto, los diputados, ediles y el intendente de Cerro Largo, les respondieron que "si vamos a devolver todas las piezas que tenemos a cada lugar de origen, el museo se queda sin nada", recordó la edil Tania González.
De todas formas, la población aceptó que se trasladara a Fraile Muerto en calidad de préstamo, "pero luego se negaron a devolverla", recordó el ex diputado Gustavo Silveira.
"Felizmente hace algunas semanas, una arquitecta de la Comisión de Patrimonio visitó Fraile Muerto y accedieron a firmar un acta destinando finalmente la lápida a esa centenaria ciudad, que luchó por recuperar lo que consideró de su propiedad" sostuvo Silveira.
Lo que hoy es la ciudad de Fraile Muerto está formada por dos fraccionamientos, uno en la margen izquierda del arroyo y el otro en la derecha.
CERRO LARGO