La cocina y el baño de los hogares de clase media son una verdadera "fiesta" de microorganismos potencialmente dañinos.

Así lo confirma un análisis de 1.500 muestras obtenidas en 70 casas de la ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, en las que el 87% de las muestras recolectadas en las cocinas y el 64% de las obtenidas en los baños tenían niveles altos de bacterias.

Las cifras, recogidas en un informe de La Nación, sorprendieron a los investigadores, ya que estimaciones del Instituto Nacional de Epidemiología habían indicado que la mitad de las cocinas (52%) y poco más de un tercio (37%) de los baños no cumplen los estándares de higiene necesarios para reducir los gérmenes.

"El error más frecuente tiene que ver con no diluir correctamente los productos de limpieza" dijo el técnico en alimentos Julián Stambullián, de la Fundación Centro de Estudios Infectológicos.

Otro problema, indicó, es la frecuencia de uso. "Antes de nuestra llegada, ninguna ama de casa desinfectaba y lavaba las esponjas todos los días", agregó sobre el trabajo realizado en los hogares.

El lugar donde más se acumulan patógenos son los trapos y las esponjas, las tablas de picar, la mesada y la pileta, la tapa y el interior del inodoro, la bañadera y el lavatorio. La manija de la heladera también es un reservorio de bacterias.

1) Es necesario bajar la tapa del inodoro al apretar el botón para evitar la dispersión de gotas que transmiten gérmenes. Para desinfectar el inodoro, verter 1 taza de lavandina en el interior, cepillar y dejar actuar 10 minutos. Limpiar también la tapa.

2) Sumergir las esponjas y los trapos toda la noche en un bol con una cucharada de lavandina disuelta en un litro de agua.

3) Desinfectar la tabla de picar después de usar alimentos crudos. Cepillar con agua caliente y jabón, y remojar durante 2 minutos con 1 cucharada de lavandina por cada 4 litros de agua.

Nuevos estudios sugieren que el consumo moderado de vino tinto puede ayudar a eliminar la flora bacteriana que se aloja en los dientes y encías. El trabajo, realizado por investigadores de la Universidad de Pavia, en Italia, fue publicado en la revista especializada Food Chemistry.

Alimentos que hacen roncar.

El acervo popular considera que lácteos, fritos y chocolate son alimentos que no conviene cenar porque empeoran la digestión y acentúan los ronquidos. Pero, a decir verdad, no hay evidencia que asocie el consumo de ciertos alimentos a un empeoramiento de los ronquidos.

Españoles cuidan sus euros.

Las dificultades derivadas de la crisis impulsan a los consumidores a buscar los precios más bajos, así el 45% de los españoles selecciona el hotel donde hospedarse en función de las tarifas, convirtiéndoles en los europeos que más ahorran a la hora de salir fuera de su país.