"Gîtes de France" una opcion

La red de casas rurales "Gîtes de France" fue un invento de posguerra para permitir a la población urbana irse de vacaciones y a los agricultores redondear sus ingresos. Hoy, la fórmula es una de las opciones más exitosas y solicitadas del turismo rural europeo que permite "vivir" la vida de campo a la francesa.

Por: Emmanuel Thévenon. Label France.

o traigan mucha agua. Yo les indicaré los manantiales que corren durante todo el año en las altas mesetas". El preciado consejo es de Loïc Bonnel, guía acompañante de montaña, inagotable cuando se trata de hablar de la fauna y la flora de su región. A él y a su mujer, Sylvie, guía cultural, les gusta recibir a viajeros que, como nosotros, hacen un alto durante una o varias semanas en una de sus casas rurales, en búsqueda de verdor y serenidad. Tienen dos, construidas junto a su residencia, una antigua granja perdida en plena naturaleza en Saint-Agnan-en-Vercors (región de Drôme). Aquí, como en otros lugares de Francia, la casa rural o la habitación de huéspedes tienen una historia singular. De ellos emana una acogida y una atmósfera únicas, que explican sin ninguna duda el increíble éxito de Gîtes de France, la primera red europea de turismo en casas de particulares, que este año celebra su cincuenta aniversario. La historia de Gîtes de France comienza a principios de los años cincuenta. En aquella época, los habitantes de las ciudades quieren disfrutar por fin de las vacaciones remuneradas que habían conseguido antes de la guerra, pero no disponen de medios suficientes. En estos mismos años el éxodo rural despuebla los campos. Fue Émile Aubert, senador de la región Alpes-de-Haute-Provence, quien lanzó la idea de acoger a turistas en las granjas de los agricultores con la esperanza de que la fórmula respondiera a las necesidades de la población urbana y aportara ingresos suplementarios a un mundo rural en crisis. En 1951 se abre la primera casa rural. Un año después, el Ministerio de Agricultura otorga subvenciones a los agricultores que se lancen a la aventura del turismo rural, mientras que Crédit Agricole y Crédit Hôtelier conceden préstamos ventajosos. Por fin, en 1955 se funda la Federación Nacional de Casas Rurales. Su primera guía recoge 146 direcciones. En 50 años, Gîtes de France ha conocido un increíble éxito. La federación emplea a 600 personas, que son responsables de controlar los 56.000 alojamientos rurales y promocionarlos ante los dos millones de adeptos al turismo verde. Además edita quince guías y está presente en Internet, donde es posible efectuar una reserva en un par de "clics". Cada documento describe con precisión las características de miles de alojamientos, cuya calidad se controla estricta y regularmente. El sello "Gîte de France" impone a los propietarios responder a numerosas exigencias (superficie, equipamientos, higiene, medio ambiente, etc.), claves para el éxito. (…) La oferta de alojamiento es muy diversificada y responde a la demanda de estos nuevos adeptos, que puede ir desde la pequeña granja hasta la habitación de huéspedes con encanto en un ala de un castillo del Renacimiento. La tendencia de estos últimos años está llevando a un crecimiento muy rápido del número de habitaciones de huéspedes (...).

La última novedad ha sido la primera edición de la guía "Gîtes de charme", que recoge cerca de 500 alojamientos con encanto de todo el país. Instalados en casas de campo, mansiones o palomares, con mobiliario rústico, de época o contemporáneo, todos ofrecen un marcado confort. Los precios han seguido esta evolución, y varían en función de la categoría (de una a cinco espigas, el equivalente de estrellas de hotel), de la región y de la temporada. La única regla fija es la tarifa, que depende de los propietarios. Creada en la Francia profunda de posguerra, Gîtes de France ha adquirido desde hace tiempo una dimensión internacional. La organización está presente en los principales mercados europeos, en colaboración con numerosos touroperadores. Casi el 20% de clientes viene del extranjero, especialmente de los países vecinos. Por cierto, esta noche estamos invitados a tomar el aperitivo en Saint-Agnan-en-Vercors con la joven familia belga que ocupa la segunda casa rural de los Bonnel, en un ambiente muy familiar.

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