DÉBORAH FRIEDMANN
Un grupo de científicos uruguayos identificó cuatro factores genéticos que aumentan el riesgo de que una persona con neumonía desarrolle un cuadro grave. Dos de esas variantes es la primera vez que se describen a nivel mundial.
Las infecciones del tracto respiratorio superior provocan 6% de las muertes en América Latina y 4% en los países desarrollados. En Uruguay las enfermedades respiratorias causaron en 2008, último año con datos disponibles del Ministerio de Salud Pública, 9,21% (2.890) de los fallecimientos.
De estas enfermedades, la neumonía aguda comunitaria (NAC) -comúnmente llamada pulmonía o congestión- es una porción significativa, aunque no cuantificada (no es una patología de notificación obligatoria). Lo que sí es claro para los especialistas es que la amplia mayoría tiene como responsable a una bacteria: el neumococo.
Uruguay fue en 2008 el primer país de América Latina en vacunar a los niños contra el neumococo. La inoculación es obligatoria. Además, actualmente el Ministerio de Salud Pública desarrolla una campaña de vacunación contra la bacteria para mayores de 65 años. En este caso es opcional y requiere indicación médica.
Justamente, los niños y los adultos mayores pertenecen a quienes están catalogados como grupos de riesgo para padecer neumonía.
Sin embargo, la mitad de los adultos que fallecen por esta causa tienen menos de 65 años y no tienen patologías que estén asociadas con la enfermedad, explica a El País el médico intensivista Pablo Cardinal (Casmu), autor principal de la investigación. Además, la razón por la que una persona puede tener una evolución benigna o una severa, que incluso termine en su muerte, se desconoce.
Ese fue el punto de partida del trabajo que encabezó Cardinal y que coordinaron Gloria Rieppi y Milka Bengochea (ambas del Hospital de Clínicas) y que probó que hay factores genéticos que contribuyen a que el cuadro se convierta en severo. Y además, logró identificar cuatro de esas variantes. El estudio fue seleccionado entre más de 300 trabajos como la mejor investigación durante el XV Congreso Panamericano de Infectología, desarrollado entre el 7 y el 11 de abril en Punta del Este.
EL HUÉSPED. Toda enfermedad tiene tres polos: la bacteria, el tratamiento y el huésped. "Lo que nosotros hicimos fue reducir las variables", resume Cardinal. Se refiere a que la neumonía es una enfermedad claramente definida: el diagnóstico se efectúa por los síntomas clínicos (tos, fiebre, dificultad para respirar, falta de aire, expectoración), radiografía y estudios paraclínicos. A su vez, el neumococo es el germen más frecuente que la provoca y los pacientes reciben el tratamiento adecuado. "Entonces, teníamos una enfermedad que sabíamos diagnosticar claramente y con un germen que estaba identificado. Y nos dedicamos a estudiar el huésped, es decir, cómo responde la persona", señala el especialista a El País.
Los investigadores diseñaron el estudio en 2007. El 1° de enero de 2008 comenzaron la etapa de reclutar pacientes, que se extendió hasta el 31 de diciembre de 2010. En total participaron 106 enfermos, que debían cumplir con varias condiciones: ser caucásicos, tener entre 18 y 75 años, no padecer otras patologías asociadas, ser autoválidos y estar hospitalizados por NAC provocada por neumococo.
Los pacientes estuvieron internados en el Casmu y los hospitales De Clínicas, Militar, Español y Policial, tanto en habitaciones comunes como en cuidados intensivos. Para el reclutamiento fue clave la colaboración que el equipo tuvo de enfermeros, nurses y colegas, ya que así los científicos se enteraban de que había personas con posibilidades de participar del estudio. Luego, como toda investigación clínica que se efectúa en el país, los propios enfermos o sus familias debían aceptar formar parte de la investigación.
A esos pacientes se les tomaba una muestra de sangre. El laboratorio del Ministerio de Salud Pública identificaba exactamente qué tipo de neumococo era -hay 92 subtipos diferentes-. "Realmente queríamos saber a qué nos enfrentábamos, porque podría haber algún tipo que fuera más virulento que otro", apunta Cardinal.
Luego, la sangre era analizada por el Laboratorio de Inmunogenética del Instituto Nacional de Donación y Trasplante, quien efectuó los estudios de ADN e identificó las variantes genéticas. En concreto, los científicos buscaban variaciones genéticas llamadas polimorfismos. Una mutación genética es una variante que se considera rara, presente en menos del 1% de la población, y por lo general es causante de una enfermedad. Un polimorfismo, en cambio, es una variación considerada "frecuente": se encuentra en más del 1% de las personas y es capaz de modificar el riesgo de padecer determinado evento.
"Encontramos cuatro variantes genéticas que claramente aumentan el riesgo de padecer una infección respiratoria grave", indica el experto. Hasta este trabajo, a nivel mundial unas 15 investigaciones describieron seis variaciones genéticas. De ellas dos fueron confirmadas en esta investigación -que tuvo también participación española- y otros dos fueron encontrados por primera vez, añade Cardinal. Los detalles de estos factores genéticos serán difundidos en una publicación científica internacional.
El desafío es poder llevar este tipo de hallazgos a la práctica médica. "Si no logramos eso, esto no tiene sentido", opina Cardinal. Cree que en unos diez años será posible que el médico que asista a un paciente con neumonía en una emergencia pueda saber si evolucionará a una caso grave y tomar medidas, y también efectuar un enfoque preventivo, y vacunar a los que tengan predisposición.
Aspectos clave
En la búsqueda de repeticiones
El equipo científico estudió variaciones genéticas de 106 personas de entre 18 y 75 años que tuvieran neumonía aguda comunitaria. Encontraron cuatro variaciones genéticas que se reiteraban en los casos en que la neumonía se tornaba grave.
Buscan poder continuarla
El estudio fue desarrollado por el Grupo de Investigación Clínico y Genómico en Medicina Crítica (genes.com.uy) y financiado por la Fundación Manuel Pérez (Laboratorio Roemmers) y la Comisión Sectorial de Investigación Científica. Ahora buscan financiamiento para estudiar los riesgos en personas sanas.