Hoy, 23 de abril, día de Cervantes y del español

Antonio Mercader

Hoy, 23 de abril, aniversario de la muerte de Cervantes, es un día de exaltación de la lengua española, la que hablan 400 millones de personas y que no cesa de expandirse en el mundo. El mejor homenaje que podemos hacerle es hablarla y escribirla mejor en vez de empobrecerla con nuestro léxico cada día más menguado, la mala conjugación de los verbos (ejemplo: "puédamos" por podamos) y una ortografía que da pena y que cuestiona la base de las reformas educativas que en el Uruguay han sido.

Sobre 18 de Julio, en la puerta de la Biblioteca Nacional, la estatua de Cervantes parece amonestarnos por el descuido y recordarnos que en los libros late el secreto del buen decir, y sobre todo, la llave del conocimiento. Un gurú de la informática, el estadounidense Negroponte, auguró hace unos años la muerte del libro y su reemplazo por la pantalla del ordenador; y lo más curioso del caso es que lo profetizó desde un libro que fue best-seller bajo el título "Ser digital". Es que antes que el alfabeto digital está el de las letras: sin manuales impresos es difícil acceder a cualquier disciplina incluidas las nuevas tecnologías de la comunicación, el ciberespacio y demás mundos plenos de promesas.

En honor a Cervantes (y a Shakespeare, quien también murió el mismo día, un 23 de abril de 1616, según el calendario gregoriano), la Unesco celebra hoy el Día Mundial del Libro, lo que es de justicia para el escritor que expiró en Madrid "pobre, triste y desolado", y fue sepultado en el convento de las monjas trinitarias envuelto en sayo franciscano y a cara descubierta. Sobreviviente de múltiples oficios, vencedor de los turcos en Lepanto en donde perdió un brazo, hizo de la literatura su razón de vida al punto que concluyó el último Persiles tres días antes de morir, con dedicatoria firmada y despidiéndose de sus lectores.

Este aniversario cervantino llega cuando el mundo hispánico se apresta a conmemorar en 2005 los cuatrocientos años de la primera edición del Quijote, novela de novelas que consagró a su autor como el supremo escritor en español. Un idioma enriquecido desde Uruguay con mil modismos, según el diccionario editado por la Academia Nacional de Letras, un compendio que se abre con la orientalísima palabra "abatatar" y que cierra con la no menos autóctona y bien que deportiva "zurdazo".

En estas vísperas quijotescas harían bien los centros educativos en prepararse a repasar las aventuras del ingenioso hidalgo, meditar sobre sus lecciones y, en especial, insistir cada cada día en la enseñanza de nuestro idioma. "Mi patria es la lengua española", dijo un poeta, y es verdad en la medida en que los hispanoparlantes nos hermanamos en ella. En este 23 de abril, los interesados en el tema —eso sí, digitalmente alfabetizados— pueden celebrar la fecha entrando en la biblioteca virtual de los maestros del español: www.cervantesvirtual.com

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