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ANDRÉS LÓPEZ REILLY

Tras varios años de litigio, la Intendencia de Montevideo recuperó la llave del ex parador Kibón. En los próximos días enviará el pliego licitatorio a la Junta Departamental, con intención de transformar el lugar en un paseo turístico y gastronómico.

A comienzos de 2008 la Intendencia de Montevideo (IMM) intimó al concesionario del ex parador Kibón a entregar el inmueble en un plazo de 30 días. Pero hacía varios años que intentaba hacerse de la propiedad: en octubre de 2005 había autorizado una prórroga en la concesión, aclarando que el permiso tenía carácter de precario y revocable, en tanto se sustanciaba un nuevo llamado a licitación para su explotación hasta el 31 de enero de 2006. Sin embargo, según dijo en su momento la ex intendenta Hyara Rodríguez, para 2008 el concesionario hacia "más de un año que no pagaba".

Por fin, tras un largo juicio, la llave del emblemático local de la rambla montevideana volvió a manos de la comuna.

Según informó a El País el gerente de Compras de la Intendencia, Gustavo Cabrera, dentro de los próximos 15 días se estaría enviando a la Junta Departamental el pliego para hacer el llamado a licitación.

Como se recordará, el expediente ya estuvo a estudio del legislativo comunal. Sin embargo, no convencía a la oposición y también levantó resistencias entre los ediles del oficialismo.

El director de Desarrollo Económico de la IMM, Luis Polakof, dijo a El País que el contratista deberá "preservar las áreas verdes y las características que tiene la rambla, que ha sido presentada a Naciones Unidas para que sea declarada Patrimonio de la Humanidad".

El jerarca indicó que se va a hacer "un centro de características turísticas y gastronómicas, y también cultural, sin perder el espacio verde". Mientras el local esté desocupado, la vigilancia estará a cargo de tres cooperativas que actualmente hacen tareas en el Mercado Agrícola: Unidad, Animate y Redes. La Intendencia les pagará $ 120.000 mensuales, a razón de $ 40.000 a cada una.

PROYECTO. Mientras se sustanciaba el juicio, los técnicos municipales pudieron avanzar en el pliego licitatorio. Hoy martes, el tema será abordado por la Comisión de Inversiones de la Intendencia, informó Cabrera.

El pliego permitiría unos 1.900 metros edificados sobre la costa: el espacio actual más una pequeña terraza. El inversor debería retirar unos agregados que a juicio de los arquitectos afean la edificación, y se pide una intervención importante en los espacios públicos que rodean el padrón. Además, se pretende incluir un espacio cultural, como un salón de conferencias o exposiciones.

Para la Intendencia la preservación del espacio costero significa que no hay lugar para construir un centro comercial como el que propuso una empresa privada.

Como diera cuenta El País, estuvo a estudio de la Junta Departamental de Montevideo una iniciativa mucho más ambiciosa para esta zona costera, presentada por la empresa Fibesol, que anunció una inversión de unos US$ 70 millones para construir, entre otras cosas, un acuario gigante sobre la rambla. Como contrapartida ante tamaña inversión, el inversor quería construir más de 100 locales comerciales, iniciativa que no fue compartida por la administración municipal, que quiere preservar uno de los espacios naturales más valiosos y visitados de la capital.