Los alumnos se estaban peleando. La docente a cargo echó al que empezó el enfrentamiento. Como respuesta recibió una serie de insultos y dos empujones.
El segundo la tiró al piso. Como respuesta, la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria (Fenapes), decidió un paro de 24 horas que dejará hoy jueves a unos 230.000 liceales sin clases. Para ser exactos, 222.935 según el último anuario del Ministerio de Educación.
Para el MEC, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y el Consejo de Educación Secundaria (CES), la medida es desproporcionada. Para el secretario general de Fenapes, José Olivera, la sociedad “se ha acostumbrado a un discurso que deslegitimiza al docente” y un paro “es buscar una solución para cortar con esta situación”.
En el liceo N° 25 del barrio Don Bosco, donde sucedió la agresión, hay 700 alumnos y tan solo una psicóloga. Para Olivera esto prueba el “caos” que hay en Secundaria, “del cual tienen responsabilidad la directora del CES (Celsa Puente) y todo el Consejo Directivo Central (Codicen)” de la ANEP.
Según Fenapes, lo que pasó con la profesora del liceo N° 25 tiene que ver con una serie de “desprolijidades” que son consecuencia de que las clases hayan empezado el 1° de marzo y no el 15, como se hace habitualmente. Aducen que en estos días antes se realizaba un reordenamiento de las horas docentes, que permitía cubrir con suplentes los cargos de profesores que pedían licencia por alguna razón, por ejemplo por embarazo.
“El Consejo hizo todo sin pensar en esto. La directora de Secundaria dijo en diciembre que el 98% de las horas docentes estaban asignadas. Era cierto, pero no tuvo en cuenta la descarga de horas que se hace en estos primeros 15 días. Con esto hay un 15% de las horas que están sin asignar”, dijo Olivera, quien calculó que esto equivale a entre 45.000 y 50.000 horas sin asignar.
Por otra parte, señaló que el paro es también contra la prohibición de que los alumnos durante el horario de clase puedan salir de las instituciones, sin importar si tienen horas libres a la entrada o a la salida. También advirtió sobre que “unos 8.000 jóvenes que no consiguieron cupos en la UTU” ahora están sin estudiar, “y golpean las puertas de los liceos para que los inscriban”, cuando en muchos de los centros ya no hay lugar. Precisó problemas puntuales, por ejemplo en el liceo N° 6 de Maldonado “que no empezaron las clases porque no hay cargos creados” y dijo que lo mismo pasa “con tercer año en el liceo de Las Piedras”.
Una delegación de Fenapes formada entre otros por Olivera, se reunió ayer con el presidente de la ANEP, Wilson Netto, según el secretario general porque “el CES no tiene autoridad para resolver ciertas cosas”. Netto se pronunció en contra del paro y no llegaron a un acuerdo.
La directora de Secundaria, Puente, manifestó ayer a Radio Universal que el “acto de violencia” es “inaceptable”. Pero al mismo tiempo sostuvo que es “francamente incorrecto” hablar de un caos en las clases. Y añadió: “No estamos teniendo problemas graves en la cobertura de cargos institucionales”. La ministra María Julia Muñoz, en tanto, se pronunció en contra del paro y precisó, en declaraciones a Subrayado, que “es mejor tener las instituciones abiertas” y hacer “entender a alumnos y padres que hay conductas que no debemos tener”.
“¿Importa que los niños sepan matemáticas?”
El canciller Rodolfo Nin Novoa cuestionó la forma en que se enseña matemáticas en las escuelas y así criticó la metodología de evaluación de las pruebas PISA.
“Me dan ganas de hacer algunos comentarios sobre las pruebas PISA y las matemáticas. ¿Es tan importante que los niños sepan las matemáticas a lápiz cuando tienen calculadora? ¿Alguno de ustedes hace una división a lápiz? 542 dividido 24”, preguntó ayer el ministro en el marco de un foro de PwC Uruguay. Y él mismo contestó: “No. Agarramos el celular, o la computadora y lo hacemos en un segundo. Por eso nosotros hablamos de la educación para el mundo digital, no esa educación libresca que es muy importante y que nos llena de conocimiento, pero que en realidad a veces sirve de poco y aburre a los muchachos”.
crisis en la educación pública