Intervienen a la niña que su padrastro intentó degollar

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El hecho todavía causa estupor entre los vecinos de la casa ubicada en los alrededores del Cerro San Antonio, en Piriápolis. Un hombre de 24 años ingresó a la vivienda de su ex suegra con una soga bajo el brazo y con dos cuchillos de cocina apuñaló a cinco menores de edad, dos de ellos hijos suyos.

El ataque se consumó en medio de niños llorando y sangrando por los diversos cortes que les ocasionó el agresor. "¡Papi, no me hagas nada!", le gritó su hijo mayor de tres años. En la casa dormían siete niños, pero dos lograron milagrosamente salir ilesos.

La pequeña de nueve años, que se llevó la peor parte, fue trasladada a un hospital de la capital departamental y continúa internada a la espera de ser intervenida. La hoja pasó muy cerca de la carótida y será asistida por un psiquiatra infantil por las secuelas emocionales.Otra joven de 14 años también sufrió varios cortes.

Otra niña de 8 años que también dormía en el mismo dormitorio tiene "profundas marcas" en la garganta. Una alta fuente policial explicó a EL PAÍS digital que aparentemente el hombre intentó degollarla pero por el escaso filo del cuchillo no lo logró. "Son dos rayas bien marcadas alrededor de todo el cuello", agregó.

Otra adolescente de 15 años, en tanto, tuvo varias puñaladas en uno de sus senos, en las manos, en la espalda y en los brazos, fruto de los ataques.

Mientras seguía descargando su violencia, un adolescente de 13 años pudo salvarse y evitó las agresiones envolviéndose en la frazada que lo abrigaba. Un joven, amigo de una de las menores, pero ajeno a la familia, registró heridas de escasa entidad, luego de enfrentarse al atacante en medio de la refriega. Los médicos constataron que recibió un puntazo a la altura del estómago.

Luego del violento episodio, el hombre salió de la vivienda, pasó la soga por la rama del árbol del jardín de la casa y se colgó allí.

ATAQUE. Una alta fuente policial dijo a EL PAÍS digital que el individuo estuvo entre 20 y 30 minutos dentro de la vivienda, a la cual ingresó por una puerta que quedó abierta temprano en la mañana.

El hombre le había jurado a su ex pareja, una mujer de 31 años, que tomaría revancha con sus hijos por su decisión de romper la relación amorosa que mantenían desde hacía tiempo. La mujer tenía cuatro hijas con su primer esposo fallecido en un accidente de tránsito, y otros tres con el atacante, uno de los cuales falleció algunos meses atrás.

No fue la primera vez que la amenazaba. Antes, según declaró la mujer a la Policía, había dicho que se quitaría la vida. La fuente estimó que la mujer no hizo nada en ese entonces porque no había existido una amenaza contra sus hijos.

El hombre no contaba con antecedentes penales y vivía en un asentamiento cercano al balneario. Al momento se desconoce si el resto de los niños recibirán tratamiento psiquiátrico. Entre las autoridades hay preocupación por las secuelas emocionales.

No se sabe si el hombre actuó bajo la influencia del alcohol o algún tipo de droga ya que no se le practicó una autopsia.

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