Redacción El País
La Fiscalía obtuvo este viernes el arresto administrativo de Alan Daniel Lorenzo Rodríguez, el barrabrava de Nacional que fue detenido esta mañana en el barrio Colón, por ser sospechoso de integrar la banda criminal que cavó un túnel de más de 150 metros en el barrio San Isidro en Buenos Aires para robar el Banco Macro.
Sobre Lorenzo pesaba una alerta de Interpol, por lo que la Policía uruguaya dispuso un allanamiento en su vivienda logrando su detención.
Lorenzo estará detenido por 30 días, a la espera de que Argentina emita el pedido de extradición.
Al finalizar la audiencia, la Directora de Cooperación Internacional de Fiscalía, Gabriela Aguirre, explicó a la prensa que se trata de una prisión preventiva que dará tiempo a que Argentina formalice su extradición y así pueda dar lugar a una audiencia de debate. En esta segunda instancia, lo que se hace es controlar que el pedido cumpla todos los requisitos que establece el acuerdo entre ambos países.
Si Argentina no respeta estos 30 días, Lorenzo quedará automáticamente en libertad.
Por su parte, la fiscal de Flagrancia Silvia Pérez aseguró que la responsabilidad uruguaya fue responder a la notificación roja de Interpol que emitió Argentina, y que depende del vecino país investigar a fondo el hecho y determinar la responsabilidad o no del uruguayo.
Aclaró, por otra parte, que Lorenzo pasará estos 30 días en una "dependencia especial para estos casos".
Junto a Lorenzo también fue detenido Alejandro Rosendo López, de nacionalidad argentina. Se presume que los hombres viajaron desde San Isidro hasta Entre Ríos, donde reside López.
Según información primaria, el uruguayo fue identificado por las huellas digitales halladas en el depósito desde donde comenzaron a cavar el túnel de más de 150 metros.
Cavaron un túnel para robar un banco
Un repartidor llegó al casco histórico de San Isidro, localidad de la provincia de Buenos Aires, para realizar una entrega en un café de especialidad. Sin embargo, lo que parecía una jornada de trabajo habitual rápidamente tuvo un giro inesperado cuando encontró algo extraño debajo de su vehículo.
El hombre estacionó la camioneta, se bajó y escuchó un ruido extraño que no se detenía. Intrigado, volvió sobre sus pasos y corrió el vehículo unos pocos metros. En el lugar donde antes estaba el rodado descubrió una varilla de hierro que subía y bajaba entre dos adoquines de la calle.
Si bien intentó sujetar la varilla con todas sus fuerzas, una extraña tensión subterránea se lo impedía.
En ese momento no lo sabía, pero su curiosidad evitó un millonario robo de modalidad “boquetera” en un banco situado a tan solo 150 metros del edificio de Tribunales de San Isidro.
Varias horas después y tras cavar un pozo, policías, bomberos y rescatistas descubrieron un túnel de 220 metros de largo y casi 3,60 de profundidad hecho con la intención de ingresar en la sucursal San Isidro del Banco Macro. Los investigadores creen que los delincuentes pretendían entrar en la zona de las cajas de seguridad. La sospecha es que el plan criminal se iba a terminar de ejecutar el pasado fin de semana.