A ocho meses del triple crimen, en Estación Floresta viven con temor a los desconocidos y a ruidos en la noche

La Policía de Canelones patrulla dos veces por día las calles del pueblo; "al no aclararse los homicidios, el miedo sigue", dijeron los vecinos.

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Claudio Cancelo llega a Fiscalía de Atlántida para declarar por el triple crimen de Estación Floresta.
Claudio Cancelo conducido a la Fiscalía de Atlántida.
Foto: Miguel Ángel Chagas (@miguechagas en X)

A ocho meses del triple crimen en Estación Floresta, el miedo aún el el sentimiento que prima en este pequeño pueblo del departamento de Canelones. Los esfuerzos policiales para cambiar esa realidad resultan evidentes. En forma inédita para una localidad del interior del país, en las 50 manzanas de Estación Floresta la Policía patrulla de día y de noche. Sin embargo, los vecinos no logran sacarse el temor de encima.

Un ladrido de un perro o el tronar del escape de una moto por las noches encienden las alarmas de sus habitantes. Antes del triple crimen, recordaron varios vecinos a El País, no le daban importancia a ninguna de esas situaciones. Los autos quedaban estacionados frente a las casas con las puertas sin llaves.

La paz pueblerina se quebró al mediodía del 23 de diciembre de 2023 cuando Yovani Evora (59), su pareja Carlos Gustavo Álvarez (57) y el hijo de ella, Jhony Fabricio Rodríguez Evora (37) fueron ultimados a balazos por dos rapiñeros en el fondo de la casa de la familia —que adelante tenía el negocio familiar, una mercería—, ubicada en la calle Paysandú y Lavalleja. La única sobreviviente fue la hija de la Yovani, Loreana Evora (24).

Un individuo de la zona, Claudio Cancelo (36), alias “el Gallo Claudio”, y un adolescente fueron investigados por los crímenes. Cancelo, quien tiene antecedentes penales, también enfrenta otras investigaciones por amenazar a los fiscales de Atlántida, Tania Vidal y Mario Ignacio Montedeocar, y por balear a un hombre en una pierna en Las Vegas Norte. Los fiscales amenazados se abstuvieron y el caso fue derivado a la fiscal de Ciudad de la Costa, Cristina Falcomer.

El 25 de enero, Falcomer logró la condena del adolescente por un homicidio complejo y rapiña agravada. Y el 18 de junio la fiscal obtuvo una resolución judicial que extendió la prisión preventiva de Cancelo por 120 días.

Pese a que Cancelo está encarcelado y enfrenta una probable condena de 30 años por los crímenes, los vecinos creen que desde su celda monitorea los movimientos de la joven Loreana y de otras personas mediante la ayuda de cómplices que se encuentran en libertad. Por eso, dicen, a menudo aparecen “caras raras” en la Tienda Yovani. Se aparecen en motos, compran algunas golosinas y se van.

El razonamiento de los vecinos tiene algo de verosimilitud. El pueblo se encuentra al costado de la ruta 35 que une el balneario La Floresta con la localidad de Soca. Si alguien quisiera comprar algo, lo lógico es que buscara los almacenes que están en la ruta o en el balneario. Para llegar a la Tienda Yovani, en cambio, debe circular varias cuadras dentro del pueblo.

Juan, quien tiene una pequeña empresa constructora, afirmó que, antes del triple crimen, Estación La Floreta era un sitio en el que la paz mayormente reinaba. “Había algún robo chico, pero nunca algo tan grande. Fue una masacre. Los crímenes cambiaron nuestras costumbres. No estábamos acostumbrados a lo que pasó. En Montevideo sí suceden este tipo de situaciones; en el interior, no”.

Reconoció que hoy miedo y que cualquier situación lo alarma. “Si escucho por las noches el ruido de una moto ya me pongo en alerta. También presto más atención a los movimientos de las personas y a caras extrañas que llegan al pueblo”, dijo.

José, un jubilado que hace changas para completar sus ingresos cortando el cesped y haciendo podas, destacó el accionar policial que procura brindar seguridad en Estación La Floresta. La Policía, afirmó, “pasa todos los días, de mañana y de noche. A veces hasta tres veces (por jornada). Son móviles de la Seccional 23 (balneario La Floresta). Se nota que hay un control estricto”.

Local comercial de Estación Floresta en donde tuvo lugar un triple homicidio.
Local comercial de Estación Floresta en donde tuvo lugar un triple homicidio.
Foto: Juan Manuel Ramos

Yo tiemblo

Otros vecinos de Estación La Floresta no tienen la calma que ostenta José. “El pueblo sigue conmovido. Él (por Cancelo) dice que no es el asesino. Si lo llegan a soltar, va a hacer una matanza acá”, sostiene María, desde atrás del portón de entrada de su casa. Por miedo a represalias, pide que se la presente con un nombre falso.

“Yo tiemblo (al recordar los homicidios). Pero la chica (Loreana) tiene el coraje de la madre. Trata de rehacer su vida. ¿Cómo no vamos a estar conmovidos por las muertes de tres personas? Esto no se va a tranquilizar más”, agregó.

María recordó las amenazas de Cancelo cuando estaba prófugo y advirtió que mientras la causa siga abierta, el hoy investigado puede ir contra Loreana porque es la única sobreviviente de los crímenes. “A menudo vemos caras raras que andan en moto. Y por algo la Policía pasa tres o cuatro veces cada día. No vamos a calmarnos hasta que él (Cancelo) no sea condenado. No lo pueden largar (en libertad); fueron tres personas las asesinadas”, remarcó.

La mayoría de los vecinos de mayor edad salen poco de sus casas. Están aterrorizados, según contaron.

El empresario Mario Almeida ratificó la atmósfera que hoy sobrevuela sobre Estación Floresta. “El pueblo cambió de la noche a la mañana —dijo—. Al no aclararse los crímenes, el miedo continúa. Queda la incógnita: ¿Me tocará a mí?”.

 

 

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