Por Maite Beer
Hoy se realizará la audiencia de formalización del argentino Nicolás Rocca, el conductor de 34 años que protagonizó el accidente fatal del 4 de enero en la ruta 104. El fiscal de Maldonado Sebastián Robles solicitó la imputación del hombre basándose en las evidencias del informe de Accidentología Vial de Policía Científica, que determinó que Rocca “circulaba a velocidad excesiva, invadiendo la senda contraria”.
En su pedido de formalización la Fiscalía señaló que Rocca debe ser imputado por “un delito complejo de homicidio culpable calificado por el resultado de la muerte y la lesión de varias personas”. El siniestro produjo la muerte de Josefina Ferrero, de 27 años, que conducía un auto Ford Ka, y de su amiga Micaela Trinidad, de 26 años, que iba en el asiento del acompañante.
Robles solicitó, asimismo, la prisión preventiva del conductor por un plazo de 120 días como medida cautelar.
El padre de Micaela, Horacio Trinidad, habló con El País del otro lado de la línea y aseguró que “el dolor es inexplicable”. “Uno se hace la idea de despedir a un abuelo o a un padre, pero lo que menos se imagina es que te toque despedir a un hijo”, lamentó el argentino.
Pero además de sentir dolor, el padre tiene un “gusto amargo” relacionado a la actitud que tuvo el conductor que sobrevivió. Durante el período de investigación circularon varias fotos en las redes sociales en las que se veía a Rocca teniendo una reunión de trabajo vía Zoom con el equipo de la productora de fiestas Savage, de la que es dueño.
“Dentro de tanto dolor quería tener un poco de respeto”, enfatizó Trinidad y dijo que le molesta ver que está actuando “como si no hubiera pasado nada” en lugar de, “por lo menos”, tener “cautela”. “Parece como que sigue de joda”, indicó. El Padre, que vive junto con su familia en San Isidro (Buenos Aires), contó que tanto él como su familia están haciendo lo posible por recuperarse luego de la tragedia.
No solo está indignado por el poco respecto que se tiene con las víctimas, sino que también siente que no están siendo considerados con las amigas de las fallecidas, Melanie Larraburu y Camila Palacios, que fueron las sobrevivientes del accidente de tránsito y continúan su recuperación luego se sufrir politraumatismos graves.
Por otra parte, El País le consultó al padre de Micaela qué expectativas tiene en relación a la eventual pena que se le otorgue a Rocca en caso de ser condenado y el respondió que no quiere “juzgar a la otra parte porque para eso está la Justicia”. “Confío en la Justicia uruguaya”, sostuvo el hombre e incluso destacó que confía más que en el sistema de justicia argentino.
Trinidad reflexionó que él tiene dos hijos y “no está exento a nada”, que lo que le sucedió a Rocca le podría suceder a uno de sus hijos y por eso no quiere juzgarlo.
Tanto el examen toxicológico de Rocca como el de Ferrero y Trinidad evidenciaron que habían consumido distintas drogas y alcohol antes del siniestro. Al ser preguntado al respecto, el padre de la fallecida dijo que él no vio ningún informe oficial y no quiere opinar del resto.
Rocca tenía 0,10 gramos de alcohol por litro de sangre, metanfetamina (éxtasis) y morfina, aunque en concentración terapéutica. En los cuerpos de Ferrero y Trinidad, en tanto, se detectó alcohol, cocaína, ketamina y éxtasis; cannabis en el caso de Ferrero.
El único deseo del padre de Micaela es que “el culpable pague lo que tenga que pagar”, el resto no le importa: “Lo único que me interesa ya no lo tengo”, subrayó en referencia a su hija.
La Pericia
Si bien ocho personas aportaron su testimonio en relación al siniestro, incluidas las involucradas Josefina Elissondo, Nazarena Sierra, Milena Antún y Melanie Larraburu, el informe de Científica fue determinante para que la Fiscalía concluyera la culpabilidad de Rocca.
La conclusión de la pericia fue que la camioneta Volkswagen Nivus, conducida por Rocca, se cruzó de senda y eso fue lo que causó el accidente de tránsito. El informe descartó que hubiera algún problema en la vía o en la mecánica de los autos y también señaló que el ambiente estaba en perfectas condiciones. Además, ningún otro vehículo incidió en el choque.
“Analizados todos los factores accidentológicos se puede determinar que el hecho deriva del denominado Factor Humano, es decir, aquel que deriva de las acciones de las personas involucradas”, estableció el informe de Accidentología al que accedió El País.
Lo que sucedió fue que el vehículo que conducía Rocca, que se dirigía hacia el sur -donde la ruta 104 desemboca en El Chorro- comenzó a irse hacia la banquina en una curva, él giró el volante para evitarlo, provocando que cruzara de carril. El Ford Ka, que iba en sentido contrario -hacia el norte- intentó evitar el choque con un volantazo, pero no lo logró.
“En el presente caso la causa eficiente resulta específicamente por el accionar del conductor de la camioneta Nivus el cual circula a velocidad inadecuada y excesiva, invadiendo la senda contraria de circulación (por subviraje), interponiéndose en la trayectoria del auto Ford Ka”, concluyó la pericia.
Aunque la velocidad máxima que estaba permitida en esa zona de la ruta era 40 kilómetros por hora, Rocca conducía a una velocidad de entre 46 y 85 kilómetros por hora, aunque la Policía aseguró que por el desenlace del choque la velocidad se acerca más al margen superior (85).
“Justicia por Mica y Jose”
“¿Te acordás cuando te dicen que la vida es un instante? Y uno cree que entiende esa frase, que somos eternos o que simplemente es un dicho. Por un lado, me toca decir que es unos de los momentos más difíciles, tuve la pérdida más grande, mis dos hermanas”, escribió Melanie Larraburu, una de las sobrevivientes del accidente que iba en el asiento trasero del Ford Ka. “Las personas que nos conocían sabían que donde iba Mica iba Meli , no nos separábamos para nada y que Jose era mi hermana intocable, la persona que del día uno tuve una conexión y amor inexplicable”, recordó a un día de la formalización.