Por Eduardo Barreneche y Rosina De Armas
El exdirector de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Gustavo Leal, declarará hoy como testigo del caso Astesiano.

La fiscal Gabriela Fossati lo citó luego de que el excustodio presidencial denunciara ante las autoridades carcelarias, el 3 de febrero, que Leal había visitado a sus padres en Barra do Chuí (Brasil) y les había ofrecido dinero para pagar traslados hasta la prisión de Punta de Rieles.

Fuentes vinculadas al caso aseguraron ayer a El País que Leal ofreció $ 5.000 a los Astesiano, después de que uno de los hermanos del recluso lo contactara, preocupado por su situación. La familia reconoce que el encuentro se dio, pero sostiene que el sociólogo se presentó sin previo aviso, y niega que propusiera cubrir los viáticos.

Tras la nueva revelación del caso, el Frente Amplio (FA) mantiene su postura, aseguraron fuentes partidarias a El País. Esta es: confiar en su referente de seguridad pública y esperar a que dé explicaciones a la interna tras haber declarado ante Fossati.

La citación de la fiscal fue dada a conocer el domingo pasado por El Observador.

Como informó El País, el tema se abordó el lunes al mediodía en el Secretariado Ejecutivo frentista, donde su presidente, Fernando Pereira, y los delegados sectoriales y de las bases coincidieron en la confianza que les merece Leal.

El sociólogo, que no está vinculado a ningún sector del FA en particular, coordina “El Frente Amplio te escucha” y el Grupo de Seguimiento sobre Seguridad y Convivencia, que asesora a la orgánica de la coalición de izquierda.

Leal le dio las explicaciones del caso directamente a Pereira, que -según fuentes del FA- fue “muy tajante” al pedirle a sus correligionarios que esperaran hasta el jueves para tener el panorama completo.

Esta postura fue la que también esbozó públicamente cuando la prensa le consultó al respecto. “Tengo tranquilidad de saber cómo trabaja Leal, y también la certeza de que sus explicaciones darán luz sobre esta situación”, sostuvo.

Ante los señalamientos de algunos dirigentes del oficialismo, el Secretariado Ejecutivo evaluó que lo mejor sería no hacer declaraciones institucionales sobre el asunto hasta que Leal no hubiera dado su versión a la fiscal. De hecho, el órgano partidario se enteró del pedido de una “aclaración” por parte del secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, en medio de la sesión, donde los delegados cuestionaron el “emplazamiento” del jerarca a la coalición de izquierda.

Este concepto, “emplazamiento”, fue replicado desde entonces por otros dirigentes frenteamplistas, que no mostraron fisuras al darle un voto de confianza públicamente a Leal.

De todos modos, algunos dirigentes reconocieron a El País que, sin contexto, la noticia les “pegó” o los dejó en un “estado de sorpresa” del que esperan salir cuando tengan todas las aclaraciones.

Algunos también se preguntaron “hasta dónde es verdad” la denuncia de Astesiano, tildado como “delirante”. Pero esta es una interrogante que los deja en una posición incómoda, puesto que la oposición ha criticado que el oficialismo esgrimiera este argumento cuando algún chat de Astesiano salpicó a figuras cercanas al gobierno.

Por su parte, Leal se mostró confiado desde que se conoció la noticia. “Esperen al jueves y van a saber toda la verdad”, indicó a El País el lunes, marcando la pauta de que no daría explicaciones a la prensa antes de hablar con la fiscal.

El exjerarca frenteamplista remarcó que había sido convocado para aportar información sobre el caso “voluntariamente”, sin que mediara una denuncia penal en su contra y sin ser uno de los indagados de la causa. “El imputado e investigado es Astesiano. Yo soy testigo”, subrayó, antes de que al excustodio lo condenaran ayer.

Se espera que después de las 14.30 horas, cuando lo citó Fossati, dé su versión a los medios.

Uno de los hermanos del excustodio presidencial, Raúl Astesiano, fue citado a declarar ayer como testigo por la visita de Leal a su familia.

Astesiano aseguró a El País que se enteró del encuentro por el informativo, después de que Delgado cuestionara al exjerarca frenteamplista. Negó que él o algún otro familiar propiciaran la reunión, como aseguraron otras fuentes a El País.

“Según me dijo mi padre, le golpearon la puerta y Leal estaba afuera. Ni siquiera le preguntó si quería que fuera. Fue totalmente sorpresivo”, dijo.

Por otro lado, el hermano de Astesiano sostuvo que el encuentro con Leal duró menos de 20 minutos y que no hubo ofrecimiento de dinero. “Mi padre está jubilado, mi madre también, y él tiene buena jubilación: no necesitan $ 5.000”, subrayó.

También descartó que Leal buscara hacer una investigación académica sobre su hermano, una versión que trascendió en los últimos días en redes sociales.

Astesiano contó que tanto él como su padre son simpatizantes del Frente Amplio, pero no tienen vinculación con ninguna agrupación o sector. “Años atrás militaba en un comité de base en Paso de la Arena, pero ahora hace un tiempo que ni siquiera a los actos voy”, dijo.

Al ser consultado sobre qué llevaría al excustodio a inventar el ofrecimiento de dinero, su hermano dio su visión. “Pienso que para quedar bien con los jefes de él. (...) Fue una chicana para que se pusieran un poco las pilas, pero está comprobado que eso no pasó”, valoró.