ALLANAMIENTOS EN MONTEVIDEO
La Fiscalía Especializada en Estupefacientes realizó dos allanamientos calificados como “importantes” para conocer el organigrama de la banda de traficantes que envió 4.500 kilos de cocaína pura a Europa.
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La Fiscalía Especializada en Estupefacientes y el equipo multidisciplinario pusieron el foco en una empresa que opera en el puerto de Montevideo y que estaría involucrada en el envío de 4.500 kilos de cocaína en un contenedor de soja que fue incautado en Hamburgo, Alemania, a mediados de julio pasado.
En los últimos 15 días se realizaron dos allanamientos a empresas vinculadas con el comercio exterior, los que fueron calificados como “importantes” por fuentes de la fiscalía.
A las 11:30 horas de ayer, fiscales acompañados por funcionarios de la Brigada Antidrogas, Impositiva y Aduanas efectuaron un allanamiento en unas oficinas situadas en el edificio Torre de los Profesionales. Dichas oficinas pertenecen a una empresa que se dedica a brindar servicios internacionales de almacenamiento.
Una fuente del caso dijo a El País que esa empresa estaría vinculada a una compañía que se encarga de cargar contenedores en el puerto de Montevideo, la mayoría de ellos con destino a Europa.
En el allanamiento, realizado por una veintena de funcionarios escoltados por policías fuertemente armados, retiraron documentación y equipos informáticos de dicha compañía. Esa empresa se mudó hace seis meses a la Torre de Profesionales, según dijo la fuente.
Después de casi dos horas de allanamiento, el equipo multidisciplinario retiró documentación en papel y en soporte informático.
El otro allanamiento se llevó a cabo hace 15 días, según consignó Subrayado.
Acusación.
El 30 de agosto, se supo que la mayor incautación de cocaína realizada por la aduana alemana partió de Uruguay en los primeros días de julio pasado. Ese día, la fiscal especializada en Estupefacientes, Mónica Ferrero, acusó formalmente al propietario de una exportadora por un delito de asistencia al narcotráfico. Y solicitó prisión preventiva de 120 días para el acusado.
A partir de ese momento, el equipo de investigadores -integrado por la Brigada Antidrogas, la División de Investigación de Prefectura y Aduanas- apuntaron hacia los cabecillas de la organización que envió el cargamento de cocaína evaluado en cifras millonarias.
Una primera parte de la indagatoria tuvo como objetivo las cinco empresas pertenecientes al empresario hoy encarcelado.
La documentación aduanera de los cuatro contenedores con soja a granel señala que habían sido cargados en un silo ubicado en Los Cerrillos, Canelones. Sin embargo, la investigación realizada por efectivos de la Dirección General de Lucha contra el Tráfico de Drogas y la División Inteligencia e Investigación de la Prefectura Nacional Naval, constató que tres recipientes fueron llenados en Los Cerrillos y uno de ellos en un silo ubicado en la ciudad de Libertad.
En ese último contenedor se cargaron las 4,5 toneladas de cocaína pura con destino a Hamburgo, Alemania. En toda la logística de la carga participó el empresario acusado observando el embarque o dando órdenes a subalternos con el propósito de coordinar el arribo y el traslado del contenedor con la soja y la cocaína.
“El empresario fue el único que poseía la disponibilidad (en el silo de Libertad) sobre el contenedor en el cual luego se incautaran las 4,5 toneladas de cocaína, aun cuando no se cuenta con indicios que permitan imputarle por ahora la autoría de la exportación de la sustancia estupefaciente mencionada, aunque sí la asistencia a los presuntos autores de esta”, dijo la fiscal Ferrero en la acusación penal.
Para el grupo de investigadores, el empresario realizaba el trabajo logístico para terceras personas propietarias de la cocaína.
Es evidente que el trabajo de haber pasado por el puerto de Montevideo 4,5 toneladas de cocaína -cuyo valor de mercado en Europa supera los US$ 1.100 millones- le redituó una buena remuneración.