La jueza penal Adriana Chamsarian hizo lugar al pedido del fiscal de Flagrancia, Diego Pérez, sobre que la presidenta de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec), Mercedes Aramendía (Partido Nacional), declare en relación a una bolsa con documentos triturados que encontró horas después de asumir al frente de dicho organismo. En el caso se discute la eventual responsabilidad del exdirector de la Ursec, Nicolás Cendoya (Frente Amplio), en tres delitos de abusos de funciones.

El abogado Gustavo Sorrentino, quien ingresó a la Ursec a solicitud de Cendoya y realizaba tareas para él, fue denunciado cuando se constató que había ingresado al edificio de la Ursec, y sustraído y destruido documentación de la Secretaría General. El hecho ocurrió el 1° de junio de 2020, un día después de que Aramendía hiciera pública la existencia de eventuales irregularidades en el organismo. Sorrentino ya no era más funcionario de la Ursec y se encontraba bajo la órbita de la Suprema Corte de Justicia (SCJ).

En una audiencia realizada el viernes, el fiscal Pérez y las defensas de tres imputados -uno de ellos Cendoya- debatieron sobre el rol de Aramendía, que juntó todos los papeles que encontró en la trituradora de documentos de la Ursec una vez asumió.

Para el fiscal, la declaración de Aramendía y la bolsa con papeles es una “prueba lícita”, ya que la jerarca del organismo recogió los papeles en una bolsa negra y los entregó a una escribana pública que luego la precintó. La denuncia, en su momento, fue rechazada por la Fiscalía. Recién fue recibida por la Policía el 5 de junio de 2020.

La teoría del caso del fiscal Pérez señala que Aramendía y la escribana desconocían la existencia de un expediente supuestamente espurio que obligó a que un exfuncionario ingresara al organismo para destruirlo. Solo contaban con papeles triturados.

Según el fiscal, con mucho esfuerzo, la Policía logró obtener un código de barra de los papeles triturados y ello llevó a un expediente referido a una radio de Aiguá que no fue digitalizado, como sostuvieron los imputados.

En dicho expediente papel consta que la Ursec, en la pasada administración frenteamplista, habría publicado datos sensibles sobre la emisora, lo que la dejaba expuesta a demandas civiles o penales. Por eso fue destruido, según la teoría del caso de la Fiscalía Penal.

Pérez considera que Cendoya incurrió en abuso de funciones cuando se reunió por separado con Sorrentino y el exsecretario general de la Ursec, Óscar Mecol. Esas reuniones ocurrieron horas después de conocerse que Aramendía pretendía que el directorio de la institución analizara la presentación de una denuncia penal y una investigación administrativa por el ingreso de Sorrentino. Cendoya se opuso a esa investigación, según el fiscal.

La audiencia de viernes demoró más de una hora y tuvo pasajes ríspidos. Los abogados de Cendoya, Diego Camaño y Rodrigo Martínez, afirmaron que la prueba recolectada por Aramendía -la bolsa con los papeles triturados- no tuvo una preservación y transporte adecuados.

Camaño señaló que esa prueba, que hoy utiliza la Fiscalía para acusar a Cendoya, está contaminada. “No se sabe quién recolectó (esos papeles). No se sabe cuánto tiempo estuvo la bolsa ahí en la presidencia de la Ursec. Pasaron cuatro días desde que se constató el hecho y la recibiera la Policía”, sostuvo el abogado penalista.

Martínez, por su parte, se preguntó si se introdujo un material a propósito dentro de la bolsa. Lo mismo opinó otra defensora de uno de los imputados, Cecilia Salom, quien planteó a la jueza que la evidencia que pretende introducir el fiscal en el proceso debería rechazarse por su “manifiesta ilicitud”.

En otro tramo de la audiencia, uno de los presentes se quejó ante Chamsarian por el tono pasional de voz del fiscal Pérez.

Las defensas apelaron el fallo.