Barrio La Chancha: se entregó el segundo acusado de haber baleado a adolescente de 13 años

Para la fiscal el hecho se enmarcó en “la disputa de territorio por el tráfico y venta de estupefacientes”; en la escena se encontraron 45 casquillos de balas disparadas por tres armas diferentes.

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Inundaciones en asentamiento del Municipio F
Pasaje del barrio La Chancha. Foto: Archivo El País
Foto: Archivo El País

La semana pasada se presentó en el Departamento de Homicidios un joven que tenía orden de detención por presuntamente haber participado del ataque a balazos en el que resultó herido un adolescente de 13 años en el barrio La Chancha. La balacera ocurrió el 21 de mayo sobre las 16 horas y aunque hubo cinco agresores, por el momento se pudo identificar solo a dos. El recientemente imputado y otro joven que ya se había entregado a fines de junio.

Para la fiscal adscripta de Homicidios de 3er Turno, Alexandra González, el hecho se enmarca en “la disputa de territorio por el tráfico y venta de estupefacientes”. Así lo dijo en las dos audiencias de imputación a cuyas grabaciones accedió El País.

En esa oportunidad, la fiscal manifestó que los imputados presuntamente forman parte de una banda que lidera un hombre apodado Tato, el que tiene conflictos con parte de la familia del menor, que también tiene una boca de drogas, según hallazgos de la investigación primaria. No obstante, la fiscal dejó claro que el joven baleado no formaba parte del negocio.

El adolescente supo vivir en el lugar donde ocurrieron los hechos, pero se mudó hace un tiempo. Ese día había ido a visitar a algunos parientes y se puso a jugar en la calle, en la intersección del Pasaje B y Timón, con otro menor de edad, hasta que comenzó la balacera.

Se escuchó una ráfaga de disparos y luego los agresores huyeron en una moto. Ese vehículo se había visto antes estacionado frente a una boca de drogas que es regenteada por el llamado Tato.

Al irse, dejaron al adolescente baleado, que fue tomado en brazos por su tía y trasladado para que recibiera asistencia médica. Estuvo internado en el Hospital Pereira Rossell donde se determinó que las lesiones que sufrió lo privaron de cumplir funciones básicas por más de 20 días. A esta fecha, ya fue dado de alta.

De la escena, se levantaron 45 casquillos disparados por tres armas diferentes, que a su vez mostraron coincidencia por estudios de balística con otros 10 hechos policiales. Es decir, esas armas se utilizaron en 10 crímenes. Uno de ellos es un homicidio, en donde otros testigos también señalaron como culpables a jóvenes que pertenecen a la banda de Tato.

Tanto el joven que fue imputado a fines de junio, como el que fue formalizado el pasado 2 de agosto, fueron señalados por tentativa de homicidio y porte de arma de fuego en lugares públicos. Ambos, solicitaron que se conceda el arresto domiciliario total por entender que no había riesgos para el proceso si ellos esperaban el juicio en libertad.

Sin embargo, los jueces Gonzalo Arsuaga y María Noel Odriozola, coincidieron con la fiscal González en que los riesgos para el proceso y la víctima solo se verían mitigados con ellos presos.

En el caso más reciente, incluso el abogado sugirió que la madre podría dar fe de que el imputado se encontrara en el domicilio. Pero sobre ese punto, Odriozola valoró: “¿Puede en realidad la señora, con esta gravedad, proteger el arresto domiciliario de con tobillera, aguantar todo esto, cuando van en moto y acribillan a una persona? Yo qué sé, los riesgos estos hay que cautelarlos. Yo sé que no estamos en la etapa de valoración, que eso será posterior (...) No veo en estos casos que el arresto domiciliario sea ni racional ni proporcional a lo que pasó”.

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