CORRUPCIÓN POLICIAL
La Justicia imputó ayer al excoordinador de la Jefatura de Policía de Maldonado por cinco delitos. Además también procesó a un sargento, subalterno del jerarca.
Fueron 17 los abusos de funciones que la Fiscalía le contabilizó al coordinador de la Jefatura de Policía de Maldonado, número tres en la escala jerárquica. Además, a juicio del fiscal Jorge Vaz, el coordinador cometió otros cuatro delitos: faena clandestina, omisión de los deberes del cargo, revelación de secreto y omisión en denunciar delitos.
En tanto, otro efectivo policial, un sargento subalterno, fue imputado también por el delito de revelación de secreto.
La Justicia hizo lugar ayer a la formalización de la investigación penal contra ambos policías. Los efectivos fueron imputados a pedido de Vaz y se dispuso el arresto domiciliario por 90 días para los dos uniformados mientras la investigación continúa.
El fiscal había solicitado la medida cautelar de prisión efectiva para el alto jerarca policial, pero esta fue denegada por la Justicia. Vaz apeló el fallo y ahora será un Tribunal de Apelaciones el que defina este punto.
La investigación por la cual fueron imputados ayer comenzó hace aproximadamente ocho meses. Fue a raíz de una denuncia anónima que alertaba que varias personas podrían estar cometiendo hechos ilícitos en Maldonado.
Personal de Asuntos Internos del Ministerio del Interior comenzó entonces a realizar interceptaciones telefónicas y puso en conocimiento a la Fiscalía de 2º Turno de San Carlos, cuyo titular es Vaz.
Fueron muchas horas de trabajo y de depuración de información las que permitieron dar cuenta de que el coordinador de la Jefatura de Maldonado estaba implicado en cinco delitos.
Los delitos.
Uno de los ilícitos llevados a cabo por el jerarca policial habría sido la faena clandestina. Según supo El País en base a fuentes del caso, el coordinador de la Jefatura tiene dos establecimientos rurales y carneaba animales sin tener habilitación para esto. Luego vendía los cortes a policías y particulares, algo que configura un delito contra la salud pública. De hecho, indicaron los informantes, este tipo de ilícito es perseguido de cerca por la Guardia Rural de la Policía.
El jerarca también usaba una camioneta policial de forma personal, lo que configura un segundo delito. La Fiscalía llegó a contabilizar que el policía alcanzó a gastar aproximadamente 140 litros de nafta en 17 días para trasladarse hasta uno de los establecimientos rurales en los que se realizaba, justamente, la faena clandestina.
El hombre, entonces, según indicaron las fuentes cercanas al caso, llegó a gastar $ 3.000 de nafta cada tres días para llenar el tanque.
En tanto, fueron 17 los abusos de funciones que la Fiscalía logró contabilizar en esta investigación, la cual incluyó una gran cantidad de escuchas telefónicas, entre las que aparecen conversaciones con el ministro de Turismo, Germán Cardoso.
Ministro Germán Cardoso apareció en las escuchas
Durante la audiencia de formalización el fiscal Jorge Vaz dijo que el ministro de Turismo, Germán Cardoso, apareció en las escuchas telefónicas por las que se imputó el delito de abuso de funciones al jerarca policial. Consultado por la prensa, Vaz explicó: “Hay varios hechos en los cuales el actual ministro de Turismo le solicita determinadas actuaciones a nivel policial. Solicitudes particulares y el coordinador las realiza disponiendo móviles”. Sin embargo, Vaz aclaró que no está investigando al ministro y que este no cometió delito alguno. Según supo El País, estas conversaciones tienen que ver con pedidos por hechos puntuales, pero el policía movilizaba a la fuerza para cumplir con los mismos lo que configura el delito por parte del jerarca policial. “Favores no le pedí, lo conozco de toda la vida. Lo llamé en varias oportunidades. Si había picadas y me decían lo llamaba para que mande un móvil”, explicó Cardoso a El País.
Pero también se detectó el delito de omisión de los deberes del cargo, el que ocurre cuando se desobedece una orden. Un ejemplo de esto, narraron las fuentes, fue que una funcionaria del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca le pidió al jerarca policial que aumentara los controles por un foco de brucelosis, que es una infección bacteriana que se trasmite por los animales. No solo no lo hizo, sino que Fiscalía sospecha que movía su propio ganado de un lado a otro con el riesgo que esto conlleva para dicha enfermedad.
En cuanto a la divulgación del secreto, esto se habría dado por filtrar información reservada de la Policía. En el caso del sargento, agregaron los informantes, por entrar al sistema interno de la Policía y darle información a un abogado sobre personas que estarían requeridas. El profesional fue indagado pero no hubo elementos para formalizar una investigación penal en su contra.
La Justicia decretó el inicio de una indagatoria contra los uniformados. Esta recién comienza y se resolverá luego de un juicio oral, o de si se logra acordar un juicio abreviado entre la fiscalía y las defensas.
Luego de conocerse la decisión de la Justicia en cuanto a los efectivos policiales de Maldonado, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, y el fiscal de Corte, Jorge Díaz, brindaron una conferencia de prensa. El titular de la cartera de seguridad destacó el trabajo del fiscal Jorge Vaz y del personal de Asuntos Internos de la cartera. “Nos parece importante remarcar que la Policía se autodepura”, dijo Heber en cuanto a la investigación que permitió imputar a los efectivos. En ese sentido explicó que desde el ministerio van a ser “implacables” con los “malos policías”, y que se va a respaldar a los “33.000 policías que actúan de buena forma”. “Hay 33.000 y la generalidad es ser gente honesta y trabajar al servicio de la sociedad”, remató el jerarca.