Casa del horror: dos testigos relatan contacto con Ahielén Casavieja

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Caso Ahielén. Foto: Francisco Flores

CRIMEN

Testificaron en el juzgado penal que la vieron con vida junto al imputado.

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El caso conmocionó a los uruguayos. Los restos de dos jóvenes fueron encontrados el 3 de marzo de este año en una casa del Barrio Gori en Paso de la Arena. Uno de ellos pertenecía a Ahielén Casavieja, de 16 años. El otro cuerpo era el de Karina Sarachu Dávila, de 34 años. Este último fue hallado dentro de una vieja heladera debajo de los pilares de la casa.

En la noche del 12 de febrero Ahielén salió de la casa de su abuela ubicada en el Barrio Gori para dirigirse hacia su hogar en el pueblo Santiago Vázquez. Esperaba el ómnibus en la parada situada en la Avenida Luis Batlle Berres casi Camino Gori cuando se encontró con dos amigos. El taxista Mauricio Leonardo Docampo, conocido como “el Pelado”, se acercó al grupo y le dio $ 500 a los dos muchachos para que fueran a comprar pasta base a una “boca” de drogas cercana.

Antes de llevarse a la adolescente a su casa, “el Pelado” les dijo a los otros hombres que más tarde fueran a visitarlo que les iba a entregar algo más de dinero.

El taxista se llevó a Ahielén a su vivienda ubicada a unos 400 metros de la parada de ómnibus, en Ruiseñor y Chingolo. Un rato más tarde, los dos muchachos fueron a la casa de Docampo a retirar dinero. El taxista les entregó $ 120 para que adquieran para sí más dosis de pasta base, pero no los dejó ingresar a la vivienda donde supuestamente estaba Ahielén.

El 9 de marzo de este año, a pedido de la fiscal Sandra Boragno, el juez Gonzalo Arzuaga formalizó a Docampo por el doble homicidio y dictaminó una pena de prisión preventiva por 180 días. Esta medida vence a inicios de setiembre de este año, pero podría ser prorrogada a pedido de la fiscal.

Posteriormente, la Fiscalía pidió la declaración de los dos testigos como prueba anticipada. El lunes 25, el juez Arzuaga, la fiscal Boragno y los abogados de la madre de Ahielén, Lucas Dellacasa y Javier Moreira, y el asesor legal del padre de la víctima, Favio Fernández, escucharon la declaración de ambos testigos. En otra sala, Docampo y su abogado seguían ambos testimonios. La separación de los testigos y el imputado fue la medida de seguridad que se tomó para evitar intimidaciones.

El móvil podría ser un tema de drogas, o de desprecio y odio hacia la mujer.

Dellacasa y Moreira consideraron ayer que las declaraciones de los testigos fueron un avance, porque se consiguieron elementos claves para el juicio penal. “Esas dos personas dijeron que vieron a Ahielén con el imputado. La vieron con vida. Reconocen eso”, dijo Moreira. Y Dellacasa apuntó: “También reconocen que fueron a comprar droga y que se dirigieron a la casa de Docampo”.

El abogado insistió en que los dichos ante un juez de los dos testigos fueron importantes, porque se trata de personas adictas, difíciles de ubicar y que carecen de un domicilio fijo. Y recordó que sus declaraciones estaban previstas para el 29 de junio pasado, pero la audiencia debió suspenderse por-que el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) carecía de móviles para trasladar a Docampo hasta el juzgado. “Eso pudo poner en riesgo todo, porque se necesita dar otra vez con los testigos. Por suerte se los volvió a encontrar”, agregó Dellacasa.

A su vez Moreira destacó que los testimonios “fueron un buen paso” para ratificar la “línea de tiempo”. Es decir, permiten establecer una cronología horaria desde que Ahielén salió de la casa de su abuela hasta que se la vio por última vez en compañía de Docampo.

Negativa

En todas las instancias, en Fiscalía o en la Justicia, Docampo se negó a declarar. El lunes 25 el juez Arzuaga le preguntó si quería expedirse sobre los hechos que se le imputan y este dijo que no.

El 9 de marzo, en una rueda de prensa, la fiscal Boragno dijo que Docampo tampoco quiso declarar ante Fiscalía sobre los “rastros hemáticos” encontrados en la casa que corresponden con las personas asesinadas. A su vez, la fiscal confirmó que el taxista fue la última persona en ver a Ahielén con vida.

Boragno señaló que maneja varias líneas de investigación y que no tiene claro cuál fue el móvil del homicidio. “Una línea lleva a pensar que se puede tratar de un tema de drogas, otra que se trate de un tema de desprecio y odio hacia la mujer”, adelantó.

Cómo se hallaron los cuerpos de las jóvenes

Los cuerpos de las dos jóvenes fueron descubiertos el 4 de marzo de este año, cuando el hermano del hoy imputado, Jorge Docampo, comenzó a cavar en los caños sépticos de su casa. Después de desobstruir la cañería, observó que las aguas grises no descendían. Levantó la tapa de cemento del pozo séptico y ahí descubrió un trozo de una pierna humana. Jorge llamó en forma inmediata a la Policía. Debajo de la vivienda, en un espacio abierto -porque esta se sustenta en pilotes- agentes encontraron un cuerpo humano dentro de un vieja heladera y otro dentro de una bolsa que estaba en el fondo del terreno.

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