La organización de falsificadores de documentos integrada por el excustodio presidencial Alejandro Astesiano, el escribano Álvaro F. y el gestor ruso Alexey S. tramitó ciudadanías legales para familias ucranianas, según surge del expediente del caso al que accedió El País.
Documentos en poder de la Fiscalía señalan que esas ciudadanías uruguayas fueron tramitadas en el consulado de uruguayo en Kiev, capital de Ucrania.
El legajo revela, además, que se fraguaron decenas de partidas de nacimientos de ciudadanos rusos oriundos del pueblo de San Javier, Río Negro, para permitir que los ucranianos pudieran obtener la ciudadanía uruguaya. Dos leyes habilitan a que hijos naturales y nietos de uruguayos pueden obtener la ciudadanía. Amparándose en ellas, la organización delictiva tomaba partidas de nacimientos de uruguayos y le agregaban el nombre de su cliente ruso como hijo natural o nieto. Luego tramitaban la ciudadanía uruguaya. Posteriormente, los “rusos-uruguayos” obtenían el pasaporte uruguayo para desplazarse por Europa o Estados Unidos.
Según una fuente de la investigación, la organización integrada por el escribano y el gestor ruso operaban desde 2014, aunque investigadores policiales tienen elementos que los hacen sospechar de que comenzaron años antes.
En el expediente consta un informe de la Embajada de Uruguay en Polonia, dirigido en 2014 a la Dirección Nacional de Identificación Civil, respecto a un trámite de pasaporte del ucraniano Mijaíl Sverovich (nombre ficticio), quien obtuvo la ciudadanía uruguaya.
La carta explica cómo funcionan en Ucrania los registros de las personas, ya que en el idioma ucraniano se utiliza el “patronímico”; o sea, se agrega el nombre del padre de la persona.
Según la misiva, el patronímico aclara la descendencia de la persona y se utiliza en ucraniano y también en el idioma ruso, pero ello no se traduce a otros idiomas.
En el expediente surge que el también ucraniano Víctor Sarkisov (nombre ficticio) tramitó la ciudadanía uruguaya mediante la modalidad de adulteración de su partida de nacimiento. Sarkisov nació en Kiev.
Los documentos, en poder de la fiscal Fossati, muestran que había un gran interés de ucranianos en obtener la ciudadanía uruguaya. En los informes oficiales no consta los motivos de dicho interés.
Un informe del Servicio de Información y Coordinación de Policía Nacional en la ciudad de Kiev hace constar que Sarkisov, según los registros del Ministerio del Interior de Ucrania, carece de antecedentes penales. “Y no se encuentra en búsqueda judicial en el territorio de Ucrania”, agrega el documento.
Lo mismo ocurrió con María Ivanova (nombre ficticio). “En nombre de Ucrania, el Ministro de Negocios Extranjeros de Ucrania solicita a todos y a quienes corresponda a facilitar el tránsito del poseedor del presente pasaporte y prestarle su pleno apoyo y protección”, dice el documento que integra el expediente del caso Astesiano.
El origen
El pueblo de San Javier es una colonia rusa ubicada en Río Negro. Al llegar la dictadura militar (27 de junio de 1973), muchos descendientes rusos emigraron a Rusia.
Una de las sospechas de los investigadores policiales es que uno de los inmigrantes relató en Rusia las facilidades que tenían los hijos o nietos de personas oriundas de San Javier en obtener la ciudadanía uruguaya. De ahí a la modalidad de adulterar partidas de nacimientos de rusos y colocarle nombres de uruguayos hay un paso. Y de colocar en la partida nombres de rusos muertos en San Javier hay otro. Fue lo que sucedió.
En el expediente constan partidas de nacimientos de rusos en San Javier firmadas en 1958 por la oficial de Estado Civil de Río Negro, María José Barreneche. Esas partidas eran adulteradas por la organización al colocarle el nombre del cliente ruso que quería obtener la nacionalidad uruguaya. En algunos casos, los falsificadores utilizaron varias veces el mismo nombre para tramitar la ciudadanía uruguaya para uno ruso.
Eso llamó la atención de autoridades de la Dirección de Identificación Civil, quienes ordenaron una investigación.
Un abuelo, que vive en San Javier, destapó la maniobra. El hombre escuchó incrédulo como funcionarios policiales le preguntaban si tenía un hijo natural ruso o si alguna vez había estado en Rusia. Este fue uno de los primeros expedientes que se elaboraron y forma parte de los cerca de 60 casos que la fiscal Gabriela Fossati presentó ante la Justicia para desbaratar a la organización criminal.
En otra instancia -también incluida en las denuncias de los funcionarios- se constató que usaron el mismo nombre de un uruguayo fallecido en una decena de partidas de ciudadanos rusos, relataron a El País fuentes vinculadas al caso.
La investigación
En las audiencias de formalización de Astesiano, el escribano Álvaro F. y el gestor ruso Alexey S., la fiscal Fossati afirmó que la investigación sobre las falsificaciones de documentos empezó en la Fiscalía en 2018 y fue archivada al año siguiente.
Una segunda investigación, expresó, comenzó cuando el 21 de septiembre de este año fue advertido por autoridades de la Dirección Nacional de Identificación Civil la presencia de un ciudadano ruso llamado Román K., que pretendía obtener la ciudadanía natural uruguaya presentando documentando que a simple vista les pareció irregular a policías de esa repartición.
Román K. fue detenido. A partir de ahí, Fossati dio instrucciones a la Dirección Nacional de Inteligencia Policial para incautar teléfonos celulares de varias personas -entre ellas Astesiano- y solicitó la formalización de Román K. por un delito de suposición de estado civil y uso de documentos falsos. Román K. fue el primer formalizado del caso.
Consulado de Uruguay en Rusia quedó bajo la lupa de la fiscal
En audiencias realizadas en el Juzgado Penal, la fiscal Gabriela Fossati explicó el rol de cada uno de los integrantes de la banda: el ruso Alexey S. u otro mandatado por él oficiaba de traductor ante la Dirección de Identificación Civil; el escribano Álvaro F. elaboraba la documentación y el excustodia Alejandro Astesiano era el “facilitador” de las partidas para obtener la ciudadanía uruguaya por parte de ciudadanos rusos. “Operaciones similares (en Uruguay) se realizaron en el Consulado de Uruguay en Rusia. Esta Fiscalía está en proceso de profundizar en la investigación de estas irregularidades”, expresó Fossati.
Y agregó que en 2021 se recibió información por parte de una asociación de rusos en México (Souromex) sobre que varios ciudadanos caucásicos se encontraban utilizando documentación uruguaya apócrifa.
Fossati dijo en el Juzgado que, a partir de ese dato, la Fiscalía comenzó una investigación y agregó que, tras consultar a varios organismos oficiales, se detectaron “múltiples movimientos” de ingreso y egreso del país por parte de ciudadanos rusos en los registros de la Dirección de Migración. “Se comprobó a través de Interpol que algunos de ellos estaban inscriptos en la Federación Rusa”, explicó.