La defensa de Ángel “Chachila” Moreira impugnará el fallo de un Tribunal de Apelaciones, que este viernes revocó su absolución y lo condenó a ocho años de prisión por encubrir el crimen de la joven argentina Lola Chomnalez, asesinada en diciembre de 2014 en Valizas, Rocha.
“La verdad que no es una buena noticia”, dijo a El País Ignacio Morena, abogado del Cachila, y señaló que su defendido fue “inducido” y “presionado” a declarar que había estado en la escena del crimen y que no conocía a Leonardo David Sena, procesado como autor material del asesinato.
Morena sostiene que no existe “nexo” que vincule a su defendido y Sena. “No se conocen", especificó y comentó que la Fiscalía no tiene elementos que comprueben su responsabilidad en el encubrimiento del asesinato.
En primer lugar, dijo que Sena es una “persona instruida que sabe leer y escribir” y que su defendido es “analfabeto”. Luego señaló que el imputado por el homicidio “tuvo trabajos formales” y Moreira “trabajó toda su vida como cuidacoches”.
A su vez, apuntó que Sena tiene antecedentes por lesiones y violación y que su defendido es “primario absoluto”. El abogado también se basa en los lugares en los que su representado ha vivido. “Moreira vivió toda su vida en la ciudad de Rivera, y es conocido por los vecinos del barrio. En cambio, Sena vivió en La Paloma, Castillos, Chuy y Buenos Aires”, dijo.
Por último, marcó el “comportamiento” que mostraron ambos durante la investigación. “Mientras mi defendido se mostró y habló frente a todos los medios de comunicación sin ningún pudor, el señor Sena se mantuvo en la clandestinidad durante años”, explicó.
Morena dijo que la Fiscalía “no puede probar” que su defendido haya encubierto a Sena en el homicidio. “Cuando se le atribuye un delito a un ciudadano se debe establecer claramente cuál fue la acción o la conducta que desplegó el acusado para poder ser responsable del delito que se le atribuye”, especificó.
Para el abogado, la Fiscalía debería haber establecido que su representado se “trasladó al balneario Valizas el día x” o que “presenció el hecho delictivo y no informó a las autoridades” o que, desde la ciudad de Rivera se haya comunicado con Sena para advertirle que la Policía había descubierto el crimen.
“Pero cuando tales interrogantes de cuándo, dónde y cómo no son respondidas la tipificación del delito de encubrimiento cae por tierra y no resiste análisis”, resumió. “No basta simplemente con decir que Moreira hizo la conducta que se describe”, añadió.
El profesional dijo que cuando a Sena le mostraron las fotos del Cachila “no lo reconoció” y que cuando le consultaron directamente por él “dijo que no lo conocía”.
“En lo que hizo gran hincapié la Fiscalía es en las contradicciones. En el testimonio que se le toma a Moreira, si bien es cierto que Moreira dice que estuvo en el lugar de los hechos, de su propia confesión se desprenden hechos que son incompatibles con lo que sería una confesión pura y simple. Por ejemplo, se le pregunta qué estuvo haciendo el día 26 (de diciembre de 2014) a lo que él responde que estaba en la ciudad de Rivera. Acto seguido, se le pregunta como si él estuviera en el lugar de los hechos, como por ejemplo si estuvo a 30 o 100 metros, o cómo era el lugar, siendo que previamente a esa pregunta ya había contestado que nunca estuvo en Valizas. Luego de tantas reiteraciones Moreira dice que estuvo en el lugar. Se lo indujo a que dijera eso de tanto que se le repitió”, especificó Morena, y sentenció: “Estamos convencidos de que fue presionado”.