Este sábado se cumple un año del último movimiento en el caso Lola Chomnalez. Luego de que un Tribunal de Apelaciones condenara a ocho años de prisión a Ángel “el Cachila” Moreira por encubrimiento del asesinato de la joven en 2014, su abogado defensor, Ignacio Morena, recurrió al fallo y logró que este recibiera prisión preventiva domiciliaria. Una vez que expiró dicha medida, el hombre quedó en libertad, confirmó Morena a El País.

“Estamos esperando una sentencia definitiva del juicio de casación”, detalló el abogado y explicó que en estos casos se suele enviar primero un aviso, algo que todavía no ha recibido por parte de la Suprema Corte de Justicia (SCJ).

A día de hoy, el Cachila se encuentra en libertad, “sin medidas limitativas”. Reside en el departamento de Florida, junto a una de sus hermanas.

En 2023 la Justicia hizo lugar a la petición de prisión preventiva domiciliaria debido a que el hombre tenía un juicio paralelo en el departamento de Rivera, por una denuncia hecha por su expareja.

Consultado por este juicio paralelo, Morena dijo a El País que está “en la etapa final”, pero “no cumplirá una nueva pena porque ya la tiene cumplida, parte en prisión y parte en (prisión) domiciliaria”, por lo que ya se considera saldada.

Antes de impugnar la decisión del Tribunal de Apelaciones, Morena había expresado que su defendido fue “inducido” y “presionado” a declarar que había estado en la escena del crimen y que no conocía a Leonardo David Sena, procesado como autor material del asesinato.

El abogado del Cachila sostuvo que no existe un "nexo" que vincule a su defendido con Sena, asegurando que los dos hombres "no se conocen" y por lo tanto no hay forma de comprobar que Ángel Moreira haya encubierto el asesinato.

Para el abogado, la Fiscalía debería haber establecido que su representado se “trasladó al balneario Valizas el día x” o que “presenció el hecho delictivo y no informó a las autoridades” o que desde la ciudad de Rivera se haya comunicado con Sena para advertirle que la Policía había descubierto el crimen.

“Pero cuando tales interrogantes de cuándo, dónde y cómo no son respondidas, la tipificación del delito de encubrimiento cae por tierra y no resiste análisis”, resumió en ese momento. “No basta simplemente con decir que Moreira hizo la conducta que se describe”, añadió.

El profesional dijo que cuando a Sena le mostraron las fotos del Cachila “no lo reconoció” y que cuando le consultaron directamente por él “dijo que no lo conocía”.