FISCALÍA INVESTIGA

Fueron más de cuatro horas de exposición. Nicolás Cendoya, el exjerarca de la Unidad Reguladora de Servicio de Comunicaciones (Ursec) del Frente Amplio en el pasado período asegura -una y otra vez- que es inocente.

“Hice lo que he hecho desde el primer momento: mirar a la cara, a los ojos a la gente, decir la verdad y ser detallista en los hechos sucedidos en la Ursec”, dijo Cendoya en ronda de prensa a la salida de su comparecencia ante la Comisión de Industria de la Cámara de Diputados ayer miércoles.

El caso de los papeles triturados en la Ursec se desató a comienzos de junio, cuando la nueva presidenta de ese organismo, Mercedes Aramendía, fue alertada por un episodio extraño. Un exfuncionario de ese organismo, a casi un mes de haber renunciando a su puesto, volvió a ingresar a las oficinas sin pedir permiso.

Fue el mismo día en que El Observador publicó una nota donde las nuevas autoridades informaban sobre una serie de irregularidades detectas. El hombre entró, tomó documentos y trituró otros papeles. Él era amigo personal y asesor directo del jerarca del Frente Amplio: Nicolás Cendoya.

La presidenta de la Ursec presentó una denuncia ante Fiscalía. A partir de allí se dieron una serie de contactos entre ambos que engrosaron la investigación. Qué fue lo que destruyó, y si hay un vínculo político con Cendoya, es lo que se busca dilucidar.

Pero de esa causa se desprendió otra, producto de una filtración de datos de la investigación a los acusados. Por este tema también está siendo investigado Cendoya, ya que los documentos llegaron a su teléfono celular.

El acusado de destruir los documentos tiene una relación de amistad con Cendoya que data de su época universitaria. El 1° de junio, luego de irse del edificio de Ursec -luego de destruir papeles en la trituradora y reunirse unos minutos con Cendoya- se comunicó por chat con su novia.

Ella es funcionaria del Ministerio del Interior, y trabaja como asesora de Cendoya, ya que este la solicitó bajo el régimen de “pase en comisión”.

El acusado de triturar documentos le manda el link de la nota de El Observador, donde Aramendía denunciaba irregularidades. Ella le responde que le agradó volver a verlo por la oficina, entre otras expresiones de cariño. Él le responde con otros mensajes sentimentales.

A las dos horas vuelven a chatear mediante la aplicación WhatsApp. Y allí la orden es directa: “Llevate la cajonera”, le escribe el hombre que ese día había entrado a destruir documentos y llevarse otros papeles.

Su novia -la asesora de Cendoya- le responde con una foto de la cajonera blanca, con dos cajones, manija negra, y llave en el primero. Él le da ok.

El 3 de junio Cendoya le pide a su asesora -la novia del acusado- que le mande material a su celular. A las 14:20 le escribe: “Me mandás una foto del documento?” Ella le responde afirmativamente, pero luego aclara: “O sea, tengo lo del diario”. Luego le manda capturas de la web de El Observador donde se informaba de la denuncia presentada por Aramendía.

Los chats entre ellos continúan al día siguiente. La mujer le escribe a Cendoya: “Nicolás tengo el reporte completo de la denuncia que Mercedes hizo”. “Me podés mandar una copia por acá?”, le preguntó Cendoya. La mujer reenvió la denuncia que obtuvo de su contacto en la Fiscalía General de la Nación.

Por este episodio hay dos funcionarios separados de sus cargos y formalizados. Cendoya dijo ayer en la comisión y luego a los medios de prensa que la reproducción de estos chats fue sacada de contexto.

Si un funcionario público esta frente a un delito -como lo constituye esa filtración- tiene la obligación de denunciarlo. De lo contrario esta incurriendo en otro delito, pero Cendoya no informó a la Fiscalía de ello.

“Es una cuestión que está totalmente sacada de contexto y confío que así va a ser dispuesto por el fiscal del caso”, dijo en rueda de prensa.

Uno de los periodistas le repreguntó si -independientemente de la acusación de sacar de contexto el chat- de todos modos solicitó que se le filtrase la denuncia de fiscalía.

“No, yo lo que digo es que para ver las cosas en profundidad hay que ver todo el contexto de las 61 páginas del informe pericial”, respondió Cendoya. El frenteamplista se refiere al documento sobre las pericias de los teléfonos celulares que le incautaron a él y otros investigados.

Cendoya cortó la ronda de prensa cuando los medios insistieron para que explicase por qué considera que está fuera de contexto ese diálogo donde él pide un documento y se le envía el material obtenido ilegalmente en la Fiscalía.

Cuando estaba dentro del ascensor del anexo del Palacio Legislativo, El País, le volvió a preguntar sobre ese hecho clave para la investigación.

“Lo que yo interpreté en ese momento es que se trataba del informe que tenía que revisar con respecto a la presentación de la denuncia. Cuando me lo mandan no era eso”, contestó.

Cendoya dijo al terminar su disertación en el Parlamento que confía en el proceso. “Siempre he sido una persona de diálogo, siempre he sido una persona de mucho apego a lo formal. Estoy muy tranquilo con todo lo que hice en los seis años y medio de gestión en la Ursec, reconociendo que como toda persona puedo haberme equivocado, puedo haber tenido errores, pero nunca me alejé del marco normativo”, indicó el exjerarca.

De todos modos, en el oficialismo sostienen que todo el proceso carece de transparencia. El presidente de la Cámara de Representantes, Martín Lema (Partido Nacional) dijo a El País que ve cada vez más lejos la posibilidad que Cendoya pueda ser director de Antel.

“Este tema tomó estado parlamentario. A nivel personal, por las explicaciones que ha dado Cendoya, cada vez estaría más alejado que efectivamente pueda ser director de Antel, con este manto de oscuridad en todo lo que fue el proceso con su actuación durante el período. A nivel judicial tiene todo su derecho a hacer su descargo”, declaró.