“LOS CHICOS QUEDARON SHOCKEADOS”
Pasó en Colonia Nicolich; el hombre ultimado poseía averiguaciones por rapiñas.
Un poco antes de la 13:00 horas de ayer, una especie de comando en dos vehículos emboscó a tiros a una familia que salía de su casa para llevar a sus tres hijos a la escuela.
Según información proporcionada por fuentes policiales a El País, los recién llegados dispararon por lo menos cinco balazos calibre 9 milímetros contra la pareja, sin importarles que al lado estaban sus hijos de 10, seis y tres años. “Los chicos quedaron schockeados”, relató un vecino a un policía.
Tras escuchar las detonaciones en la esquina de las calles Irupa y Pananbí, los vecinos llamaron a la Policía. Un móvil de la Policía de Canelones arribó enseguida al lugar.
Un vecino relató a los policías que escucharon varios disparos y al salir de sus casas observaron a dos vehículos salir a alta velocidad del lugar.
Dijeron que pudieron ver a un auto blanco y una camioneta gris. No lograron observar las matrículas de ambos vehículos, según dijeron las fuentes del caso.
Luego de los disparos y al ver que sus padres estaban malheridos, la hija de 10 años comenzó a gritar por ayuda. Un vecino se acercó a los tres niños y los llevó para su casa.
Poco después, al lugar concurrieron fiscales adjuntas de Pando y el jefe de Policía de Canelones, Víctor Trezza, entre otros jerarcas.
Cerca de las 17:00 horas de ayer, la Policía logró identificar a las víctimas del doble homicidio. El hombre ultimado era Diego Ramírez Colina, de 27 años, carente de antecedentes penales y requisitorias policiales. En tanto, su pareja era Joseline Estefani Parada Méndez, de 25. También carecía de antecedentes penales.
“Se trata de un matrimonio joven. Es lamentable lo ocurrido. Estaban llevando a sus hijos a la escuela cuando ocurrió el ataque”, dijo en el lugar el jefe de Policía, Víctor Trezza.
El móvil
Los vecinos relataron que la familia había llegado a Colonia Nicolich hacía unos cuatro meses. Habían comprado una casa muy humilde y la reformaron en detalle.
Un investigador que ingresó a la vivienda dijo que ésta contaba por dentro con revestimiento cerámico de primera y televisores plasmas y electrodomésticos de calidad.
Antes de mudarse a Colonia Nicolich, la familia vivía en la zona de Piedras Blancas.
La fuente dijo a El País que no se descarta que el doble homicidio estuviera relacionado con el tráfico de estupefacientes en la zona. Sin embargo, advirtió que el hombre ultimado no tenía detenciones por esa causa y sí poseía averiguaciones por rapiñas.
Ello lleva a suponer a los investigadores de la Policía de Canelones que la víctima podría haber estado involucrado en un hecho que generó diferencias con otras personas y que ello motivó su violenta muerte.
En las próximas horas, las investigaciones apuntarán a encontrar filmaciones de las cámaras de video vigilancia de la zona con el objetivo de lograr datos para ubicar a los conductores del auto blanco y de la camioneta gris.
Los policías de Homicidios también tratarán de obtener informaciones del teléfono celular del occiso con el propósito de saber si había sido amenazado o no.
Para robarle lo ultiman a tiros ante su familiar
El 25 de agosto de 2021, un hombre de 56 años fue asesinado frente a uno de sus hijos pequeños en su casa de Toledo. Cuatro delincuentes encapuchados llegaron sobre las 9:00 horas de ese día en una camioneta blanca e ingresaron al predio donde se encontraba el dueño de casa con sus dos hijos menores de edad.
La fiscal de Pando, Silvia Blanc, a cargo de la investigación del homicidio confirmó que le dieron un culatazo en la nuca y luego dos disparos.
Era un hombre que “no tenía problemas de relacionamiento con nadie, ni con familiares, ni con vecinos, que no le debía dinero a nadie y que se dedicaba a la cría de animales”, afirmó la fiscal.
Uno de los bolsillos de la víctima estaba para afuera, por lo que se presume que le podrían haber llevado dinero, señaló Blanc.