La Justicia condenó a 14 años y seis meses de prisión al homicida de Kiara, la adolescente del barrio Peñarol que fue alcanzada por una bala perdida en Nochebuena, mientras intentaba proteger a una niña de un año. Tras el ataque, la menor, de 14 años, estuvo internada dos días, hasta que falleció en el Hospital Pereira Rossell.
El día de los hechos, previo a la última Navidad y en el barrio Peñarol, un hombre que circulaba en una moto y que iba disparándole a otro que estaba en un auto, terminó baleando a la menor. La bala impactó en el pulmón. El hecho ocurrió en la intersección de las calles Bergamín y Despouey.
Al momento de los hechos, la calle estaba repleta de niños jugando que pretendían disfrutar de la Nochebuena. Por eso Kiara, y otros adultos que estaban en el lugar, al ver la escena procuraron protegerlos. La víctima "atinó a tirarse con el cuerpo sobre la niña más pequeña".
Luego de eso, se dio un periplo por el que el imputado, buscando fugarse, cruzó a Brasil en auto junto a su expareja y su hijo. Antes de irse, pasó por la casa de una mujer pretendiendo cobrarle una deuda a un pariente porque "estaba jugado" porque había "matado a una mujer". Luego, cambió el auto negro en el que se trasladaba por otro blanco y el 26 de diciembre cruzó la frontera.
Al día siguiente, cámaras de seguridad lo captaron volviendo por el puente que une a la ciudad uruguaya de Río Branco con Brasil. Su auto fue, todo el tiempo, escoltado por una moto. Cuando iban a la altura del departamento de Canelones, lo detuvo la policía.
Al final de la audiencia, el condenado le pidió a la abogada de la familia de la víctima que estaba arrepentido de lo que había hecho. "Lo siento, no fue mi intención, quiero que esto se termine acá y que no tomen represalias", sostuvo.
A pedido de las fiscales Adriana Edelman y Alana Eccher se lo condenó a 14 años y medio de cárcel por ser autor de un homicidio muy especialmente agravado por cometerse en presencia de menores de edad a título de dolo eventual. Esto significa que, aunque no quiso matar a la adolescente, debió haber previsto que si disparaba en una calle donde había varios niños jugando, era posible e incluso probable que eso pasara.
El juez Marcelo Souto, con anuencia de defensa del acusado, dictó la sentencia.