El juez Diego González Camejo condenó a siete años de prisión a un joven por haber encubierto el homicidio de una mujer cuyos restos fueron quemados y abandonados en un nicho en el Cementerio del Norte en enero de 2023. Según la teoría de la Fiscalía de Homicidios de 3^er Turno, colaboró con el autor material del hecho para deshacerse del cuerpo y robar pertenencias de la víctima. Al señalado como el homicida, en tanto, le pedirán una pena de más de 25 años.

El caso comenzó cuando, el 20 de enero de 2023, el hermano de la víctima denunció que esta había desparecido. El arrendatario del apartamento en el que vivía ella le había avisado que había encontrado la vivienda con la puerta abierta y toda desordenada.

En ese contexto, se presentó el hijo de la víctima, de 23 años y contó que el hombre que hoy es acusado de ser el autor del hecho le había dicho que había matado a su madre, la había desmembrado y luego prendido fuego. El joven era adicto a las drogas y se había ido a vivir a lo del presunto autor del crimen, dado que él “regenteaba una boca”. Quien fue condenado por el encubrimiento este jueves, también vivía con ellos.

El encubridor es un joven que había estado viviendo en la calle y al que el homicida había “amparado” en su casa, según las fiscales que trabajaron en el caso, Adriana Edelman y la adscripta Paula Goyeni.

El autor “controlaba los movimientos de ambos (del hijo de la víctima y el encubridor) y de las personas que en definitiva que estaban a su alrededor”, explicaron. Sostuvieron que “estaba siempre armado” con una pistola que le había robado a una policía. De hecho, el hijo de la víctima pudo ir a hacer la denuncia por el homicidio en un momento en que logró irse del domicilio sin que lo notaran.

La víctima y el hombre a quien la Fiscalía señala por haberla matado, se conocieron a través del hijo de ella. Cuando el joven no pagaba o había algún problema, era ella quien saldaba sus deudas.

El homicidio ocurrió el 14 de enero de 2023, casi una semana antes de que se denunciara la desaparición. La víctima pasó a buscar al acusado por el homicidio y al condenado por encubrimiento y se dirigieron a la casa de ella. Al llegar, el hombre y la víctima fueron al dormitorio de ella, donde comenzaron a discutir, mientras que el joven encubridor permaneció en el living.

Al escuchar los gritos, fue hacia el cuarto y allí vio cómo el acusado asfixió a la mujer. Le dijo: "Ya fue, me tenía re quemado, me tenía re zarpado".

Aunque, al comienzo de la investigación, la Fiscalía describió ante la Justicia que el motivo del homicidio estaba vinculado a que la mujer no aceptó tener relaciones sexuales con ambos hombres, con el avance de la indagatoria esa hipótesis perdió fuerza. No se pudo confirmar con certeza por qué la mató, pero estiman que pudo haber sido para robarle porque desde hacía tiempo anhelaban el auto que ella tenía.

Después de matarla, entre el acusado y el condenado por encubrimiento —que a la vez fue testigo del homicidio— entraron y salieron varias veces de la casa de la víctima, en distintos días, en los que robaron objetos de la vivienda. Todos estos viajes los hicieron en el auto que era de ella.

El testigo de los hechos, lo ayudó a cargar el cuerpo al auto y fueron hasta las inmediaciones del Cementerio del Norte junto a otra persona que nunca fue identificada. Allí dejaron los restos.

El cuerpo de la víctima, carbonizado, fue hallado en el sector de los tubulares dentro de un nicho el 21 de enero de 2023 por la mañana. Al otro día, se ubicó en un predio cercano varios puntos en los que se notaba que se había prendido fuego algo.

En el caso del acusado por el homicidio, su recorrido está verificado por el GPS de la tobillera electrónica que portaba en ese momento. La llevaba puesta producto de una denuncia por violencia doméstica que le había hecho su expareja.

El joven condenado este jueves había estado ocho meses prófugo, hasta que fue detenido en un control de rutina en abril de este año. En ese momento, se le había imputado la coautoría del homicidio, pero según explicó la fiscal Edelman en audiencia, al avanzar en la investigación no se determinó que haya “ejecutado actos materiales” en el crimen, aunque sí participó “en el hecho de retirar el cuerpo”.

A su vez, el denunciante —hijo de la víctima— declaró que fue el otro acusado quien reconoció haber matado a su madre y nunca mencionó haber tenido ayuda ni colaboración.

Así, a través de un acuerdo abreviado, fue condenado a una pena de siete años de cárcel por el encubrimiento del homicidio y por el hurto de las pertenencias de la mujer. Cuando el juez le preguntó porqué había acordado esa pena —la que mencionó como “alta”— para el delito en cuestión, la fiscal sostuvo que acordar menos le parecía “banalizar” lo que había ocurrido.

Al celebrar un acuerdo abreviado la persona se declara culpable y renuncia a la posibilidad de tener un juicio oral, a cambio de una rebaja de hasta un tercio de la pena.