Redacción El País
La jueza civil de 17° Turno, María Alexandra Facal, consideró que los hermanos Jorge, Juan y Dante Peirano, con sus diferentes empresas, generaron un daño patrimonial al Banco Central del Uruguay (BCU) de unos US$ 400 millones.
El fallo, fechado el 23 de noviembre pasado y al que tuvo acceso El País, realiza la liquidación de una sentencia a favor del BCU contra empresas del grupo Peirano, algunas de ellas con filiales en el extranjero.
En su dictamen, Facal menciona sobregiros millonarios, fallos desfavorables en un tribunal de Apelaciones y en la Suprema Corte de Justicia y saldos impagos a ahorristas del Banco de Montevideo -que pertenecía al grupo Peirano- por unos US$ 500 millones. Alude, además, que la consultora KPMG encontró irregularidades en los balances del Banco de Montevideo. Habla, por ejemplo, de un deterioro en el control interno de dicha firma bancaria y operaciones no documentadas que podrían haber generado pérdidas por unos US$ 66 millones. “Estos hechos deterioran en forma importante la solvencia del Banco de Montevideo, lo que sumado a los problemas de liquidez surgidos a partir de febrero de 2002 crean dudas sobre la capacidad de esa institución financiera de continuar como negocio”, dice la jueza Facal.
En otro tramo de su fallo, la jueza recuerda una sentencia anterior donde enumera operaciones con el Bank Boston y “préstamos” a entidades financieras del grupo Peirano en Paraguay y Argentina. Sostiene, además, que los hermanos Peirano reconocieron judicialmente las irregularidades constatadas por el Banco Central del Uruguay.
“Se hicieron pagos”
El 4 de febrero de 2021, los hermanos Jorge y Dante Peirano rechazaron parcialmente los daños demandados por el Banco Central advirtiendo que la institución financiera reclamó por operaciones que fueron total o parcialmente canceladas por el grupo económico.
Y advierten que el BCU también recuperó capital a través de ejecuciones hipotecarias, entre otras medidas. Es decir, el cálculo de lo reclamado por el Banco Central del Uruguay “no coincide” con los resultados del expediente principal, alegan.
Tras rechazar la enumeración de hechos realizada por el BCU, los hermanos Peirano dicen que la asistencia financiera a entidades del Grupo Veloz tenía como objetivo mantener el crédito del mismo y “evitar una corrida bancaria”.
También discrepan con la afirmación del Banco Central acerca de que cada monto de dinero desviado a distintas entidades del grupo representan una cifra que dejaron de percibir los acreedores del Banco de Montevideo.
Y concluyen señalando que la cifra reclamada por el BCU debe ser un monto considerable menor por pagos realizados por el grupo.
Por su parte, el defensor de oficio, Diego Iglesias, contestó la demanda del BCU señalando que operaciones de empresas del grupo Peirano, ubicadas algunas de ellas en paraísos fiscales, no habían sido canceladas.
En otro tramo de la sentencia, la jueza Facal sostiene que coincide con el perito que analizó los negocios del grupo Peirano e interpretó un fallo anterior de la Justicia sobre el perjuicio causado por los tres hermanos. Y agrega que de dicho peritaje surge que los Peirano trataron de “salvar” a otras entidades del grupo con transferencias de dinero de una empresa a otra.
Tras realizar un relatorio de los daños que causaron los hermanos Peirano a distintas empresas donde eran accionistas, la magistrada advierte que su fallo únicamente corresponde a establecer el monto adeudado por los empresarios e insistió en que no se apartará de las conclusiones del perito del caso. También echó por tierra los argumentos de los hermanos Peirano al señalar que a ella no le corresponde deducir en la sentencia eventuales recuperos de dinero por parte del BCU.
Al final de su sentencia, Facal cuatificó del daño patrimonial causado por los hermanos Peirano al Banco Central del Uruguay. De esta forma, la magistrada liquidó una sentencia que pasó por primera instancia, un tribunal de Apelaciones y la Suprema Corte de Justicia.
La jueza entendió que el perjuicio causado al BCU por parte de Juan y Jorge Peirano fue de US$ 195 millones y el de Dante Peirano alcanzó la suma de US$ 199 millones. El daño provocado por los hermanos Peirano al BCU ronda los US$ 400 millones.
Facal relata los perjuicios financieros generado al BCU por otras firmas del grupo como, por ejemplo, Vic (US$ 39 millones), Financiera Guaraní (US$ 5 millones) y Baystand International (US$ 4,3 millones).
Fueron acusados de maniobras fraudulentas
El exbanquero José Peirano Basso fue extraditado a Paraguay el 29 de mayo de este año, donde enfrenta un juicio por fraudes entablado por ahorristas del Fondo Mutuo Banalemán, propiedad del Grupo Velox.
Pasaron 21 años desde que Juan Peirano Facio y tres de sus hijos Jorge, Dante y José fueran detenidos y procesados por los delitos de asociación para delinquir y maniobras fraudulentas, en la mayor estafa bancaria de Uruguay. En agosto de 2002 Jorge Peirano Facio, de 82 años -fundador del Gru-po Peirano, exministro de Industria y protagonista de la quie- bra del Banco Mercantil en 1971- y sus hijos Dante, Jorge y José Peirano Basso fueron procesados y encarcelados en Uruguay, acusados de los delitos de asociación para delinquir y maniobras fraudulentas por desviar cientos de millones de dólares del Banco Montevideo y Caja Obrera de Uruguay, Alemán de Paraguay, y TCB de Islas Caimán. Otro de los hermanos Peirano Basso, Juan, se fugó a Estados Unidos y fue detenido en 2006.
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