pasaportes falsos

Delincuentes falsificaron partidas y le anotaron dos hijas rusas a anciano uruguayo

El octogenario declaró ayer como testigo ante el juez Alejandro Asteggiante Blanco y la fiscal Sabrina Flores.

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El juez Alejandro Asteggiante Blanco dirigió ayer la audiencia donde se tomó declaración sobre falsificaciones de documentos
El juez Alejandro Asteggiante Blanco dirigió ayer la audiencia donde se tomó declaración sobre falsificaciones de documentos.
Foto: Francisco Flores

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Por Eduardo Barreneche
Iván M., de 79 años, trabajó de portero en Maldonado hasta su jubilación. Lo más lejos que llegó fue a Paraguay en un viaje de paseo. Rusia nunca estuvo ni en sus más remotos planes. Sin embargo, su partida de nacimiento fue utilizada en al menos dos oportunidades por falsificadores de documentos para gestionar la ciudadanía uruguaya a dos rusas.

En una audiencia realizada ayer ante el juez de 34° Turno, Alejandro Asteggiante Blanco, Iván M. declaró mediante video conferencia desde Maldonado como prueba anticipada sobre hechos por los cuales son investigados los cónsules Stefano di Conza y Gustavo Piegas, el escribano Álvaro Fernández y su pareja, Patricia Medina y el gestor ruso, Alexey Slivaev.

La fiscal de 12° Turno, Sabrina Flores -sustituyó a la fiscal Gabriela Fossati- indaga eventuales falsificaciones de pasaportes uruguayos realizados en el consulado de Moscú desde 2016 que terminaron en manos de ciudadanos rusos y ucranianos.

A su vez, Flores investiga al escribano Fernández, a Slivaev y a otras personas por utilizar en Uruguay partidas de nacimiento supuestamente apócrifas para otorgar la ciudadanía a rusos.

Al comienzo de la audiencia de ayer, el juez Asteggiante Blanco preguntó al testigo si conocía a algunos de los imputados que se encontraban en la sede. Iván M., acompañado por una actuaria del Juzgado de Maldonado, negó de plano.

Luego, la fiscal adscripta de 12° Turno, Gloria Nicolini, le inquirió al testigo si tenía pasaporte. “No lo tengo. No sé lo que es”, le respondió.

Nicolini volvió a preguntar: “¿Usted viajó al exterior?”. Iván M. le dijo que, antes de jubilarse y cuando aún era portero de un edificio, viajó a Buenos Aires para realizar una recorrida y hacer cobranzas. Luego, agregó, viajó a Paraguay.

Nicolini insistió con las preguntas sobre los traslados al extranjero. “¿Usted viajó a Rusia?”, indagó según consta en el audio de la audiencia al que accedió El País.

El testigo dijo que no conocía ese país.

La fiscal lo indagó sobre si había mantenido alguna relación sentimental con una ciudadana rusa próximo al año 1979. “Ni antes de esa fecha ni después tuve relaciones con otra persona a no ser con mi señora”, respondió el anciano.

Luego las preguntas de las fiscales apuntaron hacia otra dirección. Pretendían saber si Iván M. había tenido o no contactos con dos supuestas hijas: Ydna Pavlova y Natalia Cherepanova. Según se desprende del relato de la Fiscalía, ambas ciudadanas rusas obtuvieron pasaportes uruguayos mediante partidas falsas donde figuraban como hijas naturales de Iván M.

El anciano dijo que no conocía a las dos mujeres y agregó que también desconocía cómo ambas habían logrado tener acceso a su partida de nacimiento. “Yo no di una partida de nacimiento mía a nadie, declaró Iván M. mediante videoconferencia.

La fiscal titular, Sabrina Flores, le preguntó si había hecho un trámite de inscripción de Natalia Cherepanova en el Registro Civil. El testigo también lo negó. Luego, la fiscal Nicolini consultó al testigo si conocía al escribano Álvaro Fernández, uno de los imputados que estaba presente en la sala del Juzgado Penal de 34° Turno. “No conozco a ningún escribano con ese nombre. No hice trámite con él”, expresó Iván M.

Sin acceso

Al final de la audiencia, el abogado Sergio de Souza, defensor de la esposa del escribano Fernández, Patricia Medina, se quejó de que no podía abrir archivos de la carpeta investigativa del caso.

La fiscal Flores explicó que hacía poco que asumió en el cargo y que también debía leer 4.000 hojas.

Finalmente, el juez Asteggiante Blanco intervino. Se acordó entre las partes que Souza entregaría a la Fiscalía una lista de los archivos que no podía abrir y que el organismo le suministraría dicho material.

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Fiscalía utilizó unos 60 casos para desbaratar banda de falsificadores

Cerca de 60 casos fueron utilizados por la entonces fiscal de Flagrancia de 12° Turno, Gabriela Fossati, para desbaratar en setiembre del año pasado a una organización criminal que se dedicaba a la adulteración de documentos que luego permitían obtener cédulas y pasaportes uruguayos para ciudadanos rusos. La maniobra involucraba tres etapas a partir de que un ciudadano ruso quería obtener los documentos uruguayos y finalmente se entregaban. En dos de ellas, la primera y la última, la documentación era verdadera, pero en la etapa intermedia era cuando se agregaba información mediante falsificación. En el primer paso, los ciudadanos rusos obtenían sus partidas de nacimiento de su país. A ese documento verdadero, la banda que integraba el excustodio presidencial, Alejandro Astesiano, el escribano y un traductor ruso, lo adulteraban. Es en este segundo paso donde a la partida original, una hoja de papel membretado en idioma ruso, se le agregaba el nombre del supuesto pariente uruguayo fallecido. Ese documento adulterado el escribano lo inscribía en la sección de extranjeros en el Registro Civil de modo de obtener una partida en el formato que establece Uruguay. Y con ello pasaban a la tercera etapa en la que, amparándose en las leyes 16.021 y 19.362 -que permiten a hijos y a nietos de uruguayos acceder a cédula y pasaporte- tramitaban los documentos.

Esta práctica, que se identificó desde 2017 con casos de ciudadanos cubanos y colombianos, fue mutando a medida que pasaron los años. Los delincuentes tramitaban la documentación en la sede central de Identificación Civil en Montevideo y en el interior.

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