EMPRESA PRESENTÓ ESCRITO ANTE LA FISCALÍA

Eran las 7.50 horas del 10 de diciembre del año pasado cuando explotó un reactor del sector de diálisis ubicado en la planta baja del laboratorio Fármaco Uruguayo. La planta se ubica en Flor de Maroñas.

El siniestro afectó a buena parte de las instalaciones, generando destrozos de paredes, maquinaria y roturas de vidrios, y puso en riesgo la vida de unos 60 empleados que se encontraban en la planta.

Luego de más de 80 días de una investigación con técnicos independientes, profesionales y expertos del exterior, se arribó a una conclusión terminante: el siniestro fue provocado por una sumatoria de errores de procedimiento de los operarios a cargo de la operación, cuya acumulación y persistencia son indicios de “un accionar malicioso”. Así lo señala un comunicado del laboratorio siniestrado enviado a El País.

La empresa, que presentó una denuncia penal el martes 8, señaló que las evidencias acumuladas son muy abundantes: grabaciones en video, registros digitales de la operación de los equipos, registros de presión, temperatura y tiempo, análisis de las partes recuperadas del equipamiento y testimonios de varias personas.

Dicha denuncia expresa que el siniestro habría sido provocado por dos hermanos afiliados al gremio. Fuentes del Laboratorio dijeron que les resultó muy llamativo que representantes sindicales de forma inmediata al siniestro, mientras se estaba atendiendo a las personas evacuadas y aun los bomberos no habían culminado su trabajo, ya tenían “un diagnóstico” de lo sucedido responsabilizando a la empresa. Al momento del siniestro Fármaco Uruguayo “cumplía con la normativa” en materia de seguridad y tenía vigentes todas las habilitaciones, dice la firma.