Los exfutbolistas de la selección uruguaya Diego Lugano y Gianni Guigou declararon esta tarde en el Juzgado Civil de 16° Turno como testigos en un litigio iniciado por los exfutbolistas Fabián Canobbio y Marcelo “Gato” Romero contra el empresario Pablo Boselli sobre inversiones realizadas en el barrio privado Cumbres de Carrasco ubicado en la Ciudad de la Costa. Cada demandante reclamó al empresario el pago de US$ 1,2 millones, según afirmó una fuente del caso a El País.

Lugano y Guigou declararon como testigos. Ambos profesionales también formaron parte del emprendimiento de Boselli, pero en su caso los dos alcanzaron acuerdos con el contratista sobre sus inversiones realizadas en el barrio Cumbres de Carrasco.

Según dijo una fuente del caso, Lugano invirtió US$ 300.000 y Guigou US$ 1,5 millones.

En el caso ya declararon como testigos también el expresidente de Nacional Ricardo Alarcón y los exfutbolistas Walter "Mota" Gargano y Gustavo Javier "Grillo" Biscayzacú, a pedido del abogado de Boselli, Bruno Santín.

También fueron citados a declarar los exfutbolistas Darío Rodríguez y Sebastián Abreu, pero no asistieron a la audiencia, según la fuente.

En el expediente tramitado en dicho juzgado Civil, la abogada de Canobbio y de Romero, Cristina Herdt, elaboró una larga lista de incumplimientos en los que habría incurrido Boselli como administrador del country Cumbres de Carrasco y por los que les reclama el dinero.

“Hubo daños causados por la violación de todos los derechos esenciales de los accionistas: derecho de información, de participación, de voto, entre otros”, sostuvo. Y agregó que no existió “una rendición de cuentas amplía y detallada” desde el período 2015 en adelante relativa a todos los ingresos y egresos de la sociedad debidamente respaldados con documentos, los pagos efectuados por la S.A., los contratos celebrados y los retiros de dineros realizados por los accionistas".

Santín, que asesora legalmente a Boselli y a Milentur S.A., entre otros, afirmó que el juicio refiere a un reclamo llevado adelante por dos accionistas que entienden que sufrieron perjuicios y denuncian que no se les pagó las utilidades acordadas. "De nuestra parte consideramos que no hay daños. Eso fue ratificado por las personas que declararon hoy (por ayer)", destacó Santín.

"Ellos nunca hicieron el procedimiento para saber si la empresa dio ganancias", agregó el abogado. "Hace 15 años que no aportan", dijo y añadió que el planteo de los demandantes "es incorrecto". No obstante, Santín afirmó que Boselli está abierto al diálogo con los accionistas de la empresa.